Párrafos sueltos en depresión (sobre nada en lo absoluto)

domingo, 27 de marzo de 2011


I

Una mujer nos da vida, una mujer nos la quita. Una mujer nos alumbra, una mujer nos enseña acerca del espíritu matinal, una mujer puede ser nuestro último aliento de vida.

II

Detesto todo cuanto me rodea, me repulsa hasta la nausea moral; la gente, a la gente le gusta señalar, andar pendiente de ti, mas su motivación no es la preocupación en tanto si las ganas de enterarse de algo tuyo, de algo propio para luego contarlo a los demás de manera insulsa e hiperbólica. La gente es mierda cuando están compuestas por materia gangrenosa. La gente es lo que sus complejos no les permiten ser ni serán.


III

La moral del cristiano llena condicionamientos, llena de mesuras y atavíos sin importancia al ser, arrastrando a los demás hacia la automutilación del espíritu y libertad, copando la vida de restricciones y falsas conductas.

Todos creen saber algo del otro, pero nadie sabe nada, siquiera, de ellos mismos; todos parten de experiencias similares, no hacen sino entender sus males partiendo del mal ajeno, mas no comprenden en lo absoluto aquello que no los vincule, no es en verdad un interés por ayudar a otros.

La solidaridad no existe, es una invención, un camuflaje individualista, es vacía. Hoy solo existe una necesidad de acercarse al otro para llenar el vacío individual, reemplazándolo por algo ficticio solo por aliviar su carencia festiva de humanidad. Hacer algo para los demás hoy, en realidad significa hacer algo por uno mismo, una meta individual para calmar la culpa que lleva el alma; de lo contrario, lo más probable es que mandaran al “carajo” los temores, problemas y complicaciones del mal llamado “prójimo”.

IV

Estoy harto de todo ello, de esta mierda sin sentido, de mis semejantes sin “corazón” (no lo entiendas en el sentido mamón), de mi familia “full” de complejos y auto represiones. Los odio a todos así como los amo a todos. Quiero que se mueran así como les deseo la mejor vida posible.

Toda esta doble moral apestosa del mundo entero (o casi todo él) buscando ser probos, fingiendo ser misericordiosos, todos asumiendo que son “buenos” sin saber qué demonios significa eso, buscando ser gente ética y moral en uno mismo y en los demás cuando, ni siquiera, entienden ni un ápice de ello.

Detesto a aquellos que se ufanan de ser buenas personas, las deploro, me producen asco, sino también repulsión, aversión, no hay nada peor que aquél ser que se ufana de algo que nunca podrá ser por naturaleza e instinto. Débil, torpe, enano de mente, grande de estupidez. Presumir ser algo que no puedes, ufanarse que ganas el reino de Dios por tus actos piadosos, pensar que tu naturaleza es mejor porque eres más reprimido que otros en tus instintos. La bondad hiede a mentira barata, no es un ideal como la mayoría de personas tienen metidas en su psique, NO, es una parte de la ambivalencia humana que convive entre lo positivo, negativo y ese estado coloidal sin animosidad alguna. Eso es, el resto es solo una ilusión para darle sentido a los hombres de mentes predispuestas al engaño.


V

La vida, la sociedad, el mundo, el ser humano están enfermos y no vengan a decirme que es culpa del neoliberalismo porque ya me tienen “hasta los huevos” esos rojos estúpidos buenos para nada tratando de persuadir a todos de una verdad que ellos piensan tener en sus manos solo porque un judío rebelde así lo escribió ¿Qué es la verdad? ¿Cómo puedes tener el convencimiento que ello es la verdad? No puedes, solo te la puedes creer y asumirlo, pero eso no quiere decir que lo sea. Nadie puede. Esto trasciende a los sistemas políticos, a la inmunda religión cristiana y demás dogmas; es la psique del hombre de hoy, obstruida, misántropa, egoísta, escapista, cobarde y mediocremente hedonista.

Por eso, reniego de todo eso, no aspiro a ser una jodida buena persona, no lo quiero ser, no lo voy a ser, no quiero estar postrado cuando la muerte llegue y acordarme del perdón de un dios del cual escindí cuando me encontraba en mis 20´s. Representar todo lo que estos humanos pacatos temen, desprecian y aborrecen es mucho más sano (aunque muy solitario, lo se) que andar viviendo una doble existencia (ambas sin sentido) que te obliga a ser un reprimido pensando que eres civilizado, logrando relegar y amortiguar la creatividad de la naturaleza humana.


VI

Ya no importa mucho quien pueda amarme pues ya no es importante, ha perdido valor, carece de noción el amor indeciso, indiferente de una mujer que no sabe o no puede valorar lo que alguien puede ofrecer y compartir con esta. No importa el de una familia indiferente y convenida a usar ese término “familia” según su necesidad egoísta lo amerite. Estoy triste porque la desilusión de tantos hechos, personas ha logrado colarse en mí generando un descontento depresivo de presunta eterna permanencia. No soy un hijo de la susceptibilidad, pero si un bastardo de intelectualidad sensible a casi todo.


VII

Me ahogo en furia cuando veo a esos ineptos que se la quieren dar de pensadores, de escritores, de fabulistas, de poetas baratos, de niños y niñas sensibles que no salen de otro tema que no sea el amor y, ni siquiera el amor tocado de una manera interesante, dulce o amarga, sino de la peor de las maneras, desde la acuosa tragisonsa decepción que no saben como canalizar, adjetivando todo cuanto pueden, pero sin decir nada, absolutamente nada, no entiendo dichos escritos, no soporto a esos puñaleros de sensibilidad barata y depresiones aniñadas.

Me irrita la gente que se la quiere dar de muy concienzuda, de muy ambientalista, ahora todos son verdes y no saben por qué demonios son “verdes”. Toda esa farsa que la juventud tiene el poder, que la juventud tiene la capacidad, solo bastase mirar a la juventud de hoy y ver que tan solo son ganado que se dejan persuadir, encandilar por íconos baratos, todos presumen ser raros, freaks, quemados, diferentes, anormales, cuando en verdad son puros marranos sin cerebro, sin una pisca de virtud reflexiva salvo cuando sus novios o novias les dejan por ser aburridos, o porque encontraron un coño mejor o un falo más jugoso. No, la juventud de hoy es “mierda” (si, esa es la palabra) son la escoria que los adultos gozan haciendo de menos, y con razón, porque a las ovejas se las arrea cuando una las necesita gordas para sacarles la lana.


VIII

No quiero nada de esto, no se si tu si, mas qué importa eso. Odiar, detestar, aborrecer no tiene nada de malo, la vida es como es y ya, que todos prefieran algo sin saber por qué es, muchas veces, necesario. Si le quiero decir adiós a todos, porque fueron ustedes y yo, porque todos fuimos, porque todos fluimos alguna vez. Este adiós no es una afirmación de fatalidad, pero si quizás de lejanía, de distancia, estoy inconforme, estoy renegado, amargado del rededor, estoy triste de observar todo aquello, estoy decepcionado de sentir algo infructífero, mis pensamientos se cuelan por todas partes sin saber donde posar, este mundo me confunde, me trastorna, no soy yo, soy algo que me quieren imponer desde una altura que no puedo divisar, mueran todos ellos por querer hacerlo, no quiero ser piadoso con quien no lo merezca, la piedad no es una debilidad, pero si una enfermedad de los hipócritas, no quiero andar pensando en tener de todo en mi vida, pensando en una vida llena de todo cuando esa no es razón de existencia sino un veneno de la codicia y envidia, no quiero amar a los seres que hoy muestran indiferencia sobre el cariño espontáneo, bien concebido que uno alberga y estaba dispuesto a dar, no hay cabida para la indecisión del sentimiento amoroso, no hay espacio para la duda del amor, no hay tiempo para detenerme a esperar a que te decidas que quieres o ya no, no quiero perderme en las aguas de moda del pensamiento, no quiero ser un rebelde barato, tampoco un revolucionario de bolsillo y biblioteca de partido comunista, soy lo que soy, ando feliz con ello, aunque en complicaciones conmigo mismo, soy triste, nostálgico, siempre me deprimo, no por pose, sino porque sufro de ello, soy un tipo alegre y brutal cuando me despierta el deseo de serlo, un sonso sin causa, una ameba bien vestida, estoy asexuado muchas veces, pero me gusta follar porque el espíritu siempre me lo pide.

IX

Soy una expresión barroca, romántica (del siglo XIX) e hiperbólica.



INCOMPLETO.


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