Tratado sobre el Ocio
Ante todo, quiero pedir disculpas a los amigos que se toman la molestia de leer “Manifiesto Bizantino”. Mi ausencia en mayo se ha debido a una sola razón, una enfermedad que, de cuando en cuando siempre me ataca. LA FLOJERA.
No se si esto sea un pretexto para escribir un post. En todo caso trataré de excusarme a mi manera: no sabría definir “mi manera” así que para los que me conocen y para los que captan el modo como escribo entiendan mi manera peculiar de pedir disculpas (risas)
Mi madre siempre me ha dicho, desde que tengo uso de razón, que soy un chico inteligente, y en verdad lo soy, pero SOY FLOJO. Recuerdo todas las veces que, tal cual credo, me lo repetía hasta la saciedad. Y yo que no soporto mucho los discos rayados (risas)
Cuando miro en perspectiva sobre mi accionar, me doy cuenta que en verdad sufro de FLOJERITIS AGUDA, incluso con las cosas que más me gustan. Quizás el intelecto con que me dotó la naturaleza tenga su diablillo malevolón en esa contraparte mía que es la busca del ocio (risas)
Mi afición por la historia, en especial la griega y romana a temprana edad, me llevó a descubrir que en dichas sociedades existía lo que se denomina el ocio creativo. No es que las sociedades romanas y griegas me atrajeran tanto como para desear vivir en ellas (en la infancia me computaba un romano a carta cabal. Bah, locuras de infante). Pero viendo lo que era el ocio creativo y viendo mi personalidad, se me antoja ser un tirano griego o un intelectual romano que, no exagero, no hacían nada salvo dejar llevar su mente por parajes ocultos del arte, la filosofía y la historia. No tengo la pepa, pero si la esencia de aquellos antiguos.
No me veo a mi mismo como un vago, bueno para nada, claro, sirvo para algo, soy bueno en muchas cosas, pero me gustan hacerlas cuando me da la gana (risas) por eso me dicen que soy un “reverendo conchudo”. Creo que con el trabajo me pasa exactamente lo mismo.
Alguien me dice de cada cierto tiempo cuando me ve, que a mi no me gusta el trabajo. Coño, a veces creo que tiene razón, pero no estoy seguro. A mi me gusta pensar que no es cierto. Al revés. Me gusta el trabajo, pero no la acción rutinaria de trabajar (risas) La cosa es que el trabajo se me ha hecho vital (cuando mi vida laboral comenzó, vale decir) tanto por cuestiones prácticas que por interés personal. Se que el trabajo me va a dar la independencia económica que todo joven busca a cierta edad. Que me proporcionará acceder a cosas a las que antes, quizás, no podía. Me va a dar la capacidad de formar mi propio destino y crear mi propio camino dentro de este mundo donde el pesado metal de la discordia condiciona ya no solo la forma de vida, incluso la felicidad de sus poseedores (o quizás acreedores)
Si alguien me preguntara si es que en verdad quiero trabajar, la verdad le diría que no, porque no me atrae, así como no me atrae aprender matemáticas, aunque por suerte, esta última no es un mal necesario como el primero.
Cuando recuerdo los párrafos del Génesis, a mi mente viene que el Edén era en verdad un paraíso. Disculpen la palabra, pero es la única que se me ocurre para esto. En el Edén uno no tenía nada que hacer, salvo ¡HUEVEAR!, quizás esas fue la única sociedad perfecta que haya existido (si es que una vez existió, claro está) Pero ¿Qué pasó? Que el taradazo de Adán la estropeó por completo, condenándonos a todos a vivir del trabajo. Y la verdad. SI QUE LA JODIO. JODER AL MENOS PARA MI (risas)
Yo creo que deberíamos formar un movimiento en contra de la jornada laboral para reducirla a solo CUATRO horas. No es que sea un aguafiestas de business man, lo que pasa es que por lógica......
A ver.
Yo trabajo, algo de ocho horas, una vez a las quinientas me quedo un rato más. Cuando llego a mi casa me siento hecho una piltrafa y solo pensar que lo único que quiero es DORMIR me escarapela la piel, pues vida en actos monótonos. De la casa a la oficina, de la oficina a la casa, y así sucesivamente. Y aunque existen los fines de semana….. bueno, por algo son los fines de semana. Pero los días de semana no son para ser un esclavo.
Por eso gente, háganme caso, formen un movimiento contra la jornada laboral, propongamos las cuatro horas (¡qué rico! Caray) Pero eso si. Conmigo no cuenten, porque me da flojera eso de estas reuniéndonos tales días y nada que ver con marchas, mis pies se cansan de tanto caminar. Yo puedo ser el líder ideológico del movimiento, me encargaré de pensar todo respecto al movimiento, ya ustedes serán los que hagan el trabajo sucio. OCIO CREATIVO, GUYS!!!!!
Es verdad cuando la gente mayor dice que a los jóvenes de ahora nos gusta lo fácil. Yo no creo que sea lo fácil, pienso que nos gusta tener menos responsabilidad. Ellos creen que eso es ser ocioso, un vago. Pero no es así. Es verdad a casi todos los que conozco odian mucha responsabilidad. En vez de eso preferimos pocas responsabilidades pero bien acarreadas, que al final, me parece es igual de coherente. Aunque entiendo, también, que la vida, por lo general presenta más responsabilidades con el paso del tiempo, así que al final, las responsabilidades se agrupan por montones o de a pocos conforme al capricho inicuo del maldito reloj.
Yo por mi parte sigo diciendo
OCIO CREATIVO, GUYS!!!!!
Mil Disculpas, una vez más……..
Ante todo, quiero pedir disculpas a los amigos que se toman la molestia de leer “Manifiesto Bizantino”. Mi ausencia en mayo se ha debido a una sola razón, una enfermedad que, de cuando en cuando siempre me ataca. LA FLOJERA.
No se si esto sea un pretexto para escribir un post. En todo caso trataré de excusarme a mi manera: no sabría definir “mi manera” así que para los que me conocen y para los que captan el modo como escribo entiendan mi manera peculiar de pedir disculpas (risas)
Mi madre siempre me ha dicho, desde que tengo uso de razón, que soy un chico inteligente, y en verdad lo soy, pero SOY FLOJO. Recuerdo todas las veces que, tal cual credo, me lo repetía hasta la saciedad. Y yo que no soporto mucho los discos rayados (risas)
Cuando miro en perspectiva sobre mi accionar, me doy cuenta que en verdad sufro de FLOJERITIS AGUDA, incluso con las cosas que más me gustan. Quizás el intelecto con que me dotó la naturaleza tenga su diablillo malevolón en esa contraparte mía que es la busca del ocio (risas)
Mi afición por la historia, en especial la griega y romana a temprana edad, me llevó a descubrir que en dichas sociedades existía lo que se denomina el ocio creativo. No es que las sociedades romanas y griegas me atrajeran tanto como para desear vivir en ellas (en la infancia me computaba un romano a carta cabal. Bah, locuras de infante). Pero viendo lo que era el ocio creativo y viendo mi personalidad, se me antoja ser un tirano griego o un intelectual romano que, no exagero, no hacían nada salvo dejar llevar su mente por parajes ocultos del arte, la filosofía y la historia. No tengo la pepa, pero si la esencia de aquellos antiguos.
No me veo a mi mismo como un vago, bueno para nada, claro, sirvo para algo, soy bueno en muchas cosas, pero me gustan hacerlas cuando me da la gana (risas) por eso me dicen que soy un “reverendo conchudo”. Creo que con el trabajo me pasa exactamente lo mismo.
Alguien me dice de cada cierto tiempo cuando me ve, que a mi no me gusta el trabajo. Coño, a veces creo que tiene razón, pero no estoy seguro. A mi me gusta pensar que no es cierto. Al revés. Me gusta el trabajo, pero no la acción rutinaria de trabajar (risas) La cosa es que el trabajo se me ha hecho vital (cuando mi vida laboral comenzó, vale decir) tanto por cuestiones prácticas que por interés personal. Se que el trabajo me va a dar la independencia económica que todo joven busca a cierta edad. Que me proporcionará acceder a cosas a las que antes, quizás, no podía. Me va a dar la capacidad de formar mi propio destino y crear mi propio camino dentro de este mundo donde el pesado metal de la discordia condiciona ya no solo la forma de vida, incluso la felicidad de sus poseedores (o quizás acreedores)
Si alguien me preguntara si es que en verdad quiero trabajar, la verdad le diría que no, porque no me atrae, así como no me atrae aprender matemáticas, aunque por suerte, esta última no es un mal necesario como el primero.
Cuando recuerdo los párrafos del Génesis, a mi mente viene que el Edén era en verdad un paraíso. Disculpen la palabra, pero es la única que se me ocurre para esto. En el Edén uno no tenía nada que hacer, salvo ¡HUEVEAR!, quizás esas fue la única sociedad perfecta que haya existido (si es que una vez existió, claro está) Pero ¿Qué pasó? Que el taradazo de Adán la estropeó por completo, condenándonos a todos a vivir del trabajo. Y la verdad. SI QUE LA JODIO. JODER AL MENOS PARA MI (risas)
Yo creo que deberíamos formar un movimiento en contra de la jornada laboral para reducirla a solo CUATRO horas. No es que sea un aguafiestas de business man, lo que pasa es que por lógica......
A ver.
Yo trabajo, algo de ocho horas, una vez a las quinientas me quedo un rato más. Cuando llego a mi casa me siento hecho una piltrafa y solo pensar que lo único que quiero es DORMIR me escarapela la piel, pues vida en actos monótonos. De la casa a la oficina, de la oficina a la casa, y así sucesivamente. Y aunque existen los fines de semana….. bueno, por algo son los fines de semana. Pero los días de semana no son para ser un esclavo.
Por eso gente, háganme caso, formen un movimiento contra la jornada laboral, propongamos las cuatro horas (¡qué rico! Caray) Pero eso si. Conmigo no cuenten, porque me da flojera eso de estas reuniéndonos tales días y nada que ver con marchas, mis pies se cansan de tanto caminar. Yo puedo ser el líder ideológico del movimiento, me encargaré de pensar todo respecto al movimiento, ya ustedes serán los que hagan el trabajo sucio. OCIO CREATIVO, GUYS!!!!!
Es verdad cuando la gente mayor dice que a los jóvenes de ahora nos gusta lo fácil. Yo no creo que sea lo fácil, pienso que nos gusta tener menos responsabilidad. Ellos creen que eso es ser ocioso, un vago. Pero no es así. Es verdad a casi todos los que conozco odian mucha responsabilidad. En vez de eso preferimos pocas responsabilidades pero bien acarreadas, que al final, me parece es igual de coherente. Aunque entiendo, también, que la vida, por lo general presenta más responsabilidades con el paso del tiempo, así que al final, las responsabilidades se agrupan por montones o de a pocos conforme al capricho inicuo del maldito reloj.
Yo por mi parte sigo diciendo
OCIO CREATIVO, GUYS!!!!!
Mil Disculpas, una vez más……..
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