Este es un documento que, según el parecer de quien escribe el post, es de mucho interés. Se trata de un extenso reportaje hecho por Fernando Lucena en lo más profundo de la zona del VRAE (Valles de los Ríos Apurímac y Ene) donde pudo conversar con el “camarada Raúl” segundo al mando del denominado “Militarizado PCP” que, tras la captura de “Artemio” este último fin de semana por las fuerzas del orden peruanas vendría a ser el último bastión de lo que fuera la organización terrorista conocida como el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso.
Lo interesante e importante del documento no es tanto lo que ellos quieren demostrar como su lucha que dicen aún mantener porque, en los hechos, esta facción no es sino una mediana empresa productora y comercializadora de droga en el Perú que, a la vez, sirve (como en el caso de Artemio) sicarios de los narcotraficantes, no, eso no importa ni tampoco la retórica según la cuál, bajo un ingenioso juego de palabras buscan camuflar su vinculación con el narcotráfico.
Es cierto, el documento no muestra algo que alguien medianamente entendido en la realidad peruana no sepa, sin embargo, es importante redundar en ello porque es menester en estos tiempos donde los terroristas se están lavando la cara y mostrarse como luchadores sociales sufridos y víctimas del Estado burgués cuando es todo lo contrario; estos hombres y mujeres tuvieron la intención lasciva de asesinar y desangrar al país y sus habitantes bajo las banderas ideológicas según las cuáles la “violencia revolucionaria” es el único medio de transformar el país hacia el comunismo. En los hechos, nuevamente, esa violencia revolucionaria llevó a un gran genocidio que tocaremos en posteriores post.
Una de las “pepas” (usando esa palabra, tan odiada por quien escribe, del argot periodístico) de este material es lo que el mentado “camarada Raúl” (el primero al mando, José, no se encontraba o, simplemente no quiso declarar, ni tampoco se dejó ver) dice respecto al accionar “histórico” de Sendero Luminoso.
De este devienen declaraciones según las cuales el autoproclamado “presidente Gonzalo” (a) Abimael Guzmán fue un revisionista de izquierda quien se mostró incapaz de proseguir la “revolución”, entre otras razones, por su estancia aburguesada en Lima, capital peruana, sin conocimiento en el terreno de lo que fue la lucha en el campo, lo que devino en lo que Raúl “denuncia” como una traición al mandar eliminar a las propias personas que decía que defender y “liberar”, es decir el campesino pobre que expresa fue una traición. Del hecho que ni él (Guzmán) ni su cúpula habían levantado una sola vez un fusil y, así mismo, del hecho que “Gonzalo” fue autor de su propia captura porque, según Raúl, este ya entendía que no era posible vencer ¿por qué? Según este mando remanente, por el revisionismo dentro del “partido” y la actitud “burguesa” en que devinieron muchas de sus cabezas, incluidas las del líder. Y, por último, uno de los considerandos más peculiares (si cabe este término) es que esto hace de Guzmán un traidor, merecedor de la ejecución; en tal sentido, Raúl pide (en modo sarcástico) que si el gobierno peruano no puede eliminar a Abimael que lo manden al VRAE que ellos mismo se encargan de su ejecución.
Esta bien, esta no es una amenaza para la seguridad del Estado, pero si es un Talón de Aquiles que jode y jode bien y por esa sola razón y todo lo que ese “joder” implica basta y sobra para querer terminar con dichos remanentes. Quisiera aprovechar este espacio para expresar mi muy particular opinión, un poco apostásica en relación a lo que comúnmente se piensa.
Para mi, cualquier mención, asociación o vinculación con Sendero Luminoso es y será TERRORISMO, para cualquier cosa vinculada a ello no merece nada salvo una sola cosa, la desaparición (y esta palabra citada en este contexto resulta ambigua, pero pueden interpretarla como mejor deseen). Creo que las ganas son muchas de bombardear todo el VRAE y desaparecer a José, Raúl y Alipio y a toda su gente, pero no lo haría por dos importantes razones: la primera es por el nefasto daño que se le haría al medio ambiente con dicha medida y, segundo, y no por ello menos fundamental, la respetable población infantil que crece en los focos del Militarizado PCP. Llámenme sensible, sentimental, lo que sea, pero ya el hecho que haya criaturas en dicha zona, en mi criterio, nada técnico, muy empírico, por cierto, ya condiciona que este tipo de solución y similares a esta no sea practicable de ninguna manera, no por ello, no se tiene que vencer a estas huestes terroristas en la espesura de dicha zona.
Sin mayor perorata les dejo con la entrevista al “Militarizado PCP” del VRAE y el lugarteniente de José, el camarada Raúl.