Choloquio
La nación denominada como Perú a lo largo de su historia como República se ha caracterizado por tener una clase política pobre, poco desarrollado, artesanal, pacata y refractaria, particularidades que han hecho, entre otras cosas, que este país se halle sumido por mucho tiempo en la inestabilidad, sub desarrollo y el abordo de temas de poca trascendencia en mira a lo intereses nacionales.
Sin embargo, y a pesar de estas taras estructurales, hubo antaño cierto altruismo burgués que daba cierto aire de respetabilidad y decoro a las instituciones del Estado. Ya podemos recordar que hasta hace dos décadas el Congreso de al República albergaba en su seno a un sin número de personas letradas, instruidas y doctas en el arte de la política, de buenas maneras, fuera cual fuera su bandera ideológica.
A grandes rasgos y sin caer en una radiografía o descripción de la evolución del Congreso, es verdad que la calidad de representantes de este órgano del Estado ha ido devaluándose y, en consecuencia, cayendo en un oscurantismo huachafo que es digno, en unas ocasiones, de risa, y en otras, de llanto.
Inocencia Interrumpida
Cuando transcurría la primera mitad de los 90 yo era un niño, un crío, mi vida se basaba en jugar con mis primos, ir al colegio y aburrirme con las monótonas clases que nunca disfruté, llegar y hacer las inentendibles tareas, ver televisión, sobre todo “Los Caballeros del Zodiaco” o “El Chavo del Ocho” y, claro, jugar Super Nintendo. Mi vida era la de un chiquillo normal, aún no me pajeaba, aunque las tipas de los comerciales de cerveza me hacían sentir un cosquilleo entre las piernas que aún no comprendía.
A pesar de mis escasos ocho o diez años tenía claros intereses por los temas políticos y eran tema recurrente de conversación entre mi abuela y mi mamá. Fue cuando, una noche, cuando debutaba un bigonetas como conductor en programa llamado “La Revista Dominical” vi algo que no cuajaba bien.
Una mujer voluptuosa, de proporciones corporales desmedidas, lleva ropas cortas, con las nalgas al aire, a su costado hay dos mujeres más de iguales enormes medidas. Lo siguiente me extrañó aún más. Un número silueteado en sus nalgas ¿QUEEE? En su trasero ¿en su culo? Si, allí mismo. Era el 13. No lograba comprender la razón de aquello, pero mientras veía el reportaje lo entendí. Aquella mujer era la vedette Susy Díaz y había decidido lanzarse como postulante a una curul en el Congreso de la República.
En ese momento nadie pudo avizorar que esta mujer marcaría un precedente en la vida política congresal, es de risa, pero lo hizo, pues marcó a toda una generación de payasos, ignorantes en el tema político y con poca convicción de servicio postularan a los comicios congresales una vez alumbrado el nuevo milenio.
El oficio de ser “congresista” ya no era privativo de las personas versabas, letradas, sapientes en temas de derechos, políticos de carrera (sin embargo, esto bien se puede rastrear desde los outsiders como Ricardo Belmont, alcalde de Lima y Alberto Fujimori, presidente del Perú, pero para efectos del blog la figura de la Susy se presta magistralmente porque, a mi entender, fue el punto de ebullición y expansión de esta tendencia en la política peruana) personajes como Tongo, o Melcochita e incluso deportistas sin mucho que aportar en el quehacer de la política nacional postularon y muchos de ellos lo lograron (es un alivio que los dos primeros no llegasen, hubiera sido un desastre, pero eso si, Melcochita nos haría morir de la risa con cada exposición de sus proyectos de ley)
A modo de explicación
A manera personal, el redactor de este blog piensa que este proceso se debe como consecuencia lógica (si cabe ese término) de la “Fujimorización” de la política en el Perú y sus actores. Y es que las maniobras que hicieron Fujimori y compañía estuvieron encaminadas a debilitar hasta la inoperancia y acefalidad a la clase política, y un gran paso hacia ese objetivo era su ridiculización, degradando el nivel de sus actores. Esa es la razón por la cual Susy Díaz marcó un hito en el desenvolvimiento en la manera de reclutar a la clase política.
Últimamente, los actores políticos no han mejorado mucho, es más, pareciera que algunos políticos de vieja escuela han tomado las banderas de la huachafería y han decidido ahuachafarse para parecer más populares y generar una falsa empatía. Los casos más grotescos están en las bancadas aprista, nacionalista-UPP y la Fujimoristas, quienes muestran esa decadencia que parecen celebrar.
Aunque hay muchos casos dignos de mención, quiero mencionar dos ejemplos que están de relativa moda. Las congresistas Cenaida Uribe y la inefable Rosario Sasieta la “Señora Sin Ley” (así la acabo de bautizar)
CASO I: Aprende de cultura y gramática a la manera nacionalista de talla mundial
La primera forma parte de las filas del impresentable Partido Nacionalista del badulaque de Ollanta Humala. Como todos saben (me refiero a los peruanos) la congresista Uribe es una conocida mundialista del vóley, insigne figura de la fabulosa selección de Seúl 88. Todos nos preguntamos ¿qué demonios hace esta mujer engrosando las filas de un partido de medio pelo como este? La verdad, que la ex mundialista sepultó su popularidad al dar tremendo tropezón.
Sin embargo, no fue novedad cuando en el accionar político la mencionada “madre de la patria” pasara desapercibida al no figurar en los debates, ni promulgación de proyectos.
Sin embargo, hace unas cuantas semanas que esta congresista acaparó los comentarios de buena parte de la población al poner unos carteles enormes (sobre todo en la avenida La Marina) en los que se emulaban al esfuerzo y el orgullo nacional. Cualquiera diría que en esto no hay ningún problema, pero la cosa se pone risueña cuando se analiza el texto del siguiente anuncio:
La nación denominada como Perú a lo largo de su historia como República se ha caracterizado por tener una clase política pobre, poco desarrollado, artesanal, pacata y refractaria, particularidades que han hecho, entre otras cosas, que este país se halle sumido por mucho tiempo en la inestabilidad, sub desarrollo y el abordo de temas de poca trascendencia en mira a lo intereses nacionales.
Sin embargo, y a pesar de estas taras estructurales, hubo antaño cierto altruismo burgués que daba cierto aire de respetabilidad y decoro a las instituciones del Estado. Ya podemos recordar que hasta hace dos décadas el Congreso de al República albergaba en su seno a un sin número de personas letradas, instruidas y doctas en el arte de la política, de buenas maneras, fuera cual fuera su bandera ideológica.
A grandes rasgos y sin caer en una radiografía o descripción de la evolución del Congreso, es verdad que la calidad de representantes de este órgano del Estado ha ido devaluándose y, en consecuencia, cayendo en un oscurantismo huachafo que es digno, en unas ocasiones, de risa, y en otras, de llanto.
Inocencia Interrumpida
Cuando transcurría la primera mitad de los 90 yo era un niño, un crío, mi vida se basaba en jugar con mis primos, ir al colegio y aburrirme con las monótonas clases que nunca disfruté, llegar y hacer las inentendibles tareas, ver televisión, sobre todo “Los Caballeros del Zodiaco” o “El Chavo del Ocho” y, claro, jugar Super Nintendo. Mi vida era la de un chiquillo normal, aún no me pajeaba, aunque las tipas de los comerciales de cerveza me hacían sentir un cosquilleo entre las piernas que aún no comprendía.
A pesar de mis escasos ocho o diez años tenía claros intereses por los temas políticos y eran tema recurrente de conversación entre mi abuela y mi mamá. Fue cuando, una noche, cuando debutaba un bigonetas como conductor en programa llamado “La Revista Dominical” vi algo que no cuajaba bien.
Una mujer voluptuosa, de proporciones corporales desmedidas, lleva ropas cortas, con las nalgas al aire, a su costado hay dos mujeres más de iguales enormes medidas. Lo siguiente me extrañó aún más. Un número silueteado en sus nalgas ¿QUEEE? En su trasero ¿en su culo? Si, allí mismo. Era el 13. No lograba comprender la razón de aquello, pero mientras veía el reportaje lo entendí. Aquella mujer era la vedette Susy Díaz y había decidido lanzarse como postulante a una curul en el Congreso de la República.
En ese momento nadie pudo avizorar que esta mujer marcaría un precedente en la vida política congresal, es de risa, pero lo hizo, pues marcó a toda una generación de payasos, ignorantes en el tema político y con poca convicción de servicio postularan a los comicios congresales una vez alumbrado el nuevo milenio.
El oficio de ser “congresista” ya no era privativo de las personas versabas, letradas, sapientes en temas de derechos, políticos de carrera (sin embargo, esto bien se puede rastrear desde los outsiders como Ricardo Belmont, alcalde de Lima y Alberto Fujimori, presidente del Perú, pero para efectos del blog la figura de la Susy se presta magistralmente porque, a mi entender, fue el punto de ebullición y expansión de esta tendencia en la política peruana) personajes como Tongo, o Melcochita e incluso deportistas sin mucho que aportar en el quehacer de la política nacional postularon y muchos de ellos lo lograron (es un alivio que los dos primeros no llegasen, hubiera sido un desastre, pero eso si, Melcochita nos haría morir de la risa con cada exposición de sus proyectos de ley)
A modo de explicación
A manera personal, el redactor de este blog piensa que este proceso se debe como consecuencia lógica (si cabe ese término) de la “Fujimorización” de la política en el Perú y sus actores. Y es que las maniobras que hicieron Fujimori y compañía estuvieron encaminadas a debilitar hasta la inoperancia y acefalidad a la clase política, y un gran paso hacia ese objetivo era su ridiculización, degradando el nivel de sus actores. Esa es la razón por la cual Susy Díaz marcó un hito en el desenvolvimiento en la manera de reclutar a la clase política.
Últimamente, los actores políticos no han mejorado mucho, es más, pareciera que algunos políticos de vieja escuela han tomado las banderas de la huachafería y han decidido ahuachafarse para parecer más populares y generar una falsa empatía. Los casos más grotescos están en las bancadas aprista, nacionalista-UPP y la Fujimoristas, quienes muestran esa decadencia que parecen celebrar.
Aunque hay muchos casos dignos de mención, quiero mencionar dos ejemplos que están de relativa moda. Las congresistas Cenaida Uribe y la inefable Rosario Sasieta la “Señora Sin Ley” (así la acabo de bautizar)
CASO I: Aprende de cultura y gramática a la manera nacionalista de talla mundial
La primera forma parte de las filas del impresentable Partido Nacionalista del badulaque de Ollanta Humala. Como todos saben (me refiero a los peruanos) la congresista Uribe es una conocida mundialista del vóley, insigne figura de la fabulosa selección de Seúl 88. Todos nos preguntamos ¿qué demonios hace esta mujer engrosando las filas de un partido de medio pelo como este? La verdad, que la ex mundialista sepultó su popularidad al dar tremendo tropezón.
Sin embargo, no fue novedad cuando en el accionar político la mencionada “madre de la patria” pasara desapercibida al no figurar en los debates, ni promulgación de proyectos.
Sin embargo, hace unas cuantas semanas que esta congresista acaparó los comentarios de buena parte de la población al poner unos carteles enormes (sobre todo en la avenida La Marina) en los que se emulaban al esfuerzo y el orgullo nacional. Cualquiera diría que en esto no hay ningún problema, pero la cosa se pone risueña cuando se analiza el texto del siguiente anuncio:
PROTEGE!! Tú patrimonio
A simple o primera vista nadie percibiría algún error, pero si lo miran detenidamente ¿Por qué si hay un símbolo que finaliza la admiración no hay otro que lo comience? O ¿por qué tildar el Tú si este no es pronombre sino un posesivo? O ¿acaso no toda la frase debería ir encerrada en signos de admiración y no solo el PROTEGE?
Pero todo esto en verdad resulta menor y hasta anecdótico si lo comparamos con el error garrafal que se comete en el mismo anuncio:
En el mismo cartel podemos apreciar que hay dos imágenes la de un río que, todo indica es el Amazonas y de una figura del Dios de las Baras en la Portada de Sol de la cultura Tiahuanaco. El problema viene en que la mencionada imagen de esta cultura precolombina no se encuentra en territorio peruano sino en boliviano
Yo me pregunto, y creo que muchos también ¿acaso la congresista Uribe es el reflejo de aquél espantoso cartel del Estado? ¿Acaso tienen la culpa sus asesores? O ¿serán los responsables aquellos malvados e ignotos publicistas que de gramática e historia saben tanto como de política? O ¿quizás el entronado Chang quiso bajarte a la tía Uribe por no ser aprista? Sea como fuere, creo que las tres primeras preguntas tienen cierto asidero de verdad (la última era para joder nomás), sin embargo, ese trabajo demuestra el poco compromiso que hay por parte de la clase política de ni siquiera preocuparse en supervisar al mínimo algo tan sencillo como una imagen y la validez gramatical de una frase.
CASO II: Sin Ley y sin importancia aprendemos a huevear
No rajemos más de la entrañable Cenaida Uribe, yo me quedo con su fama como mundialista que como lingüista y hablemos de un ser en verdad detestable.
Recuerdo que hubo un tiempo en que una salsa sin sentido llamada “Señora Ley” sonaba en las radios nacionales y en dicho momento había una abogadita que tenía un programa radial en el que se hacía la Spiderman de las mujeres maltratadas. A esta persona la bautizaron pírricamente con el apelativo de Señora Ley, según dicen las malas lenguas porque se esforzaba por hacer cumplir la ley a esos malos hombres maltratadores y saca vuelteros.
Resulta que algún tiempo después este adiposo ser llegó a tener su propia curul por la bancada alicaído y moribundo partido caudillista Acción Popular. No me refiero a otra persona que a la indecente Rosario Sasieta.
No está de más recordar que esta “señora” adicta a los cigarros y a las pompas propias aprovechaba cada casillo de maltrato o de una mujer abandonada para hacer de unos puntitos ante la incauta población peruana. Su figuretismo resulta vulgar y malsano, su estilo rimbombezco resulta asfixiante y su montado interés en cuestiones familiares es, francamente, nauseabundo.
A título personal puedo decir que conocí a este personaje en circunstancias que voy a obviar (por roche, entenderán) con un grupo de chicos de edades similares en Acción Popular, cuando la política parecía ser mi camino (más o menos lo veía así) Se acercaba el día Internacional de la Mujer, y esta señora quería hacer un mitin para honrar a las mujeres del Perú, pero resulta que detrás de todo esto lo único real de ese día era que la estrella del show sería ella y las mujeres asistentes mero ganado destinado adosar su llegada política. Recuerdo que mirándome me dijo que la figura del evento sería ella, Rosario Sasieta, que para eso se estaba haciendo dicho espectáculo (porque la verdad eso iba a ser, un espectáculo) Lo admito, sentí arcadas morales por lo que escuchaba, asco y cólera. Semanas después me alejé de ese grupo y sin embargo esa experiencia me abrió los ojos hacia otra realidad.
Pero bueno, vayamos de plano al ejemplo.
Navegando por El Ùtero de Marita vi un video de esta congresista en el que invitaba, muy amable ella a la comunidad Twitera de Lima a visitar el Congreso, a su convocatoria asistieron un grupo de muchachos entre los que fue uno que muy hábilmente tuvo la genial idea de llevar una cámara y dejar para la posteridad tamaño legado Sasietano (risas)
De por si, dicho acto ya califica para ser calificado dentro de la escasa visión colectivo que tienen nuestros representantes. Sin embargo, eso no es nada. Cuando la congresista habla con los muchachos hay un episodio en el que dice textualmente lo siguiente:
“….El canal 5 está allí y me pidió hacer una entrevista sobre Pizango (dirigente nativo amazónico que a raíz del conflicto ocurrido en Bagua se exilió a Nicaragua) … en realidad no se que michi hace Pizango en Nicaragua, ni me interesa……Lo que si me interesa es que ha venido una comunidad …(en ese momento, pensé que diría “una comunidad nativa”….pero me quedé corto) que es la comunidad Twitter y que por primera ingresan al Congreso y que vamos a estar toda una mañana…”
Yo me pregunto ¿Acaso los congresistas escogen los temas de interés nacional como lo parece hacer esta señora? ¿es el tema de la visita de la comunidad Twitter más importante que la masacre ocurrida en Bagua y la participación del señor Pizango en estos hecho lamentables? ¿Quiere la Señora sin Ley formar una nueva comisión en el Congreso llamada la Comisión del Hueveo? Porque eso es lo que demuestra hacer este video. HUEVEAR y descaradamente.
Si su presencia en el Palacio Legislativo es ya un insulto a las mujeres, su escaso sentido de responsabilidad y compromiso ante los problemas de la nación resulta vergonzante, no digno de risa como en el caso anterior, esta vez, da vergüenza ver como personas como esta se la pasan bien bacán ganando la plata que gana sin hacer nada de trascendencia ni de importancia para los que más necesitan.
Outro
Para finalizar, solo basta decir que los ejemplos antes señalados han sido tomados teniendo en cuenta los referentes actuales de degradación del accionar de los políticos peruanos de la actualidad. Los viejos años quedaron atrás y en verdad que no se añoran, ni hay por qué hacerlo. Aspirar a nuevos tiempos es mucho mejor que vivir añorando el pasado.
Queda por decir que si queremos una mejor clase política no empieza porque estas personas cambien, sino viene por parte del incauto electorado, que este opte, primeramente por informarse, segundo por exigir la calidad necesaria a sus aspirantes a representantes y tercero saber escoger por las ideas y no por el “floro” o la pinta de algunos.
Cosas como las que vemos hacen pensar que la democracia no es el mejor sistema, que la gente necesita ser arreada como antaño, el Perú es un país inmaduro y la democracia burguesa no parece ser, de momento un sistema capaz de cohesionar dichos factores, mucho menos las tendencias de izquierda y sus ideas relegadas a las consignas de los años 70 y a echarle la culpa de todo al sistema.
Y ya no hablemos de más ejemplos porque aquí falta se patita mata perros pero ya no vale la pena nombrarlo porque es demasiado patético para ello.
Pero todo esto en verdad resulta menor y hasta anecdótico si lo comparamos con el error garrafal que se comete en el mismo anuncio:
En el mismo cartel podemos apreciar que hay dos imágenes la de un río que, todo indica es el Amazonas y de una figura del Dios de las Baras en la Portada de Sol de la cultura Tiahuanaco. El problema viene en que la mencionada imagen de esta cultura precolombina no se encuentra en territorio peruano sino en boliviano
Yo me pregunto, y creo que muchos también ¿acaso la congresista Uribe es el reflejo de aquél espantoso cartel del Estado? ¿Acaso tienen la culpa sus asesores? O ¿serán los responsables aquellos malvados e ignotos publicistas que de gramática e historia saben tanto como de política? O ¿quizás el entronado Chang quiso bajarte a la tía Uribe por no ser aprista? Sea como fuere, creo que las tres primeras preguntas tienen cierto asidero de verdad (la última era para joder nomás), sin embargo, ese trabajo demuestra el poco compromiso que hay por parte de la clase política de ni siquiera preocuparse en supervisar al mínimo algo tan sencillo como una imagen y la validez gramatical de una frase.
CASO II: Sin Ley y sin importancia aprendemos a huevear
No rajemos más de la entrañable Cenaida Uribe, yo me quedo con su fama como mundialista que como lingüista y hablemos de un ser en verdad detestable.
Recuerdo que hubo un tiempo en que una salsa sin sentido llamada “Señora Ley” sonaba en las radios nacionales y en dicho momento había una abogadita que tenía un programa radial en el que se hacía la Spiderman de las mujeres maltratadas. A esta persona la bautizaron pírricamente con el apelativo de Señora Ley, según dicen las malas lenguas porque se esforzaba por hacer cumplir la ley a esos malos hombres maltratadores y saca vuelteros.
Resulta que algún tiempo después este adiposo ser llegó a tener su propia curul por la bancada alicaído y moribundo partido caudillista Acción Popular. No me refiero a otra persona que a la indecente Rosario Sasieta.
No está de más recordar que esta “señora” adicta a los cigarros y a las pompas propias aprovechaba cada casillo de maltrato o de una mujer abandonada para hacer de unos puntitos ante la incauta población peruana. Su figuretismo resulta vulgar y malsano, su estilo rimbombezco resulta asfixiante y su montado interés en cuestiones familiares es, francamente, nauseabundo.
A título personal puedo decir que conocí a este personaje en circunstancias que voy a obviar (por roche, entenderán) con un grupo de chicos de edades similares en Acción Popular, cuando la política parecía ser mi camino (más o menos lo veía así) Se acercaba el día Internacional de la Mujer, y esta señora quería hacer un mitin para honrar a las mujeres del Perú, pero resulta que detrás de todo esto lo único real de ese día era que la estrella del show sería ella y las mujeres asistentes mero ganado destinado adosar su llegada política. Recuerdo que mirándome me dijo que la figura del evento sería ella, Rosario Sasieta, que para eso se estaba haciendo dicho espectáculo (porque la verdad eso iba a ser, un espectáculo) Lo admito, sentí arcadas morales por lo que escuchaba, asco y cólera. Semanas después me alejé de ese grupo y sin embargo esa experiencia me abrió los ojos hacia otra realidad.
Pero bueno, vayamos de plano al ejemplo.
Navegando por El Ùtero de Marita vi un video de esta congresista en el que invitaba, muy amable ella a la comunidad Twitera de Lima a visitar el Congreso, a su convocatoria asistieron un grupo de muchachos entre los que fue uno que muy hábilmente tuvo la genial idea de llevar una cámara y dejar para la posteridad tamaño legado Sasietano (risas)
De por si, dicho acto ya califica para ser calificado dentro de la escasa visión colectivo que tienen nuestros representantes. Sin embargo, eso no es nada. Cuando la congresista habla con los muchachos hay un episodio en el que dice textualmente lo siguiente:
“….El canal 5 está allí y me pidió hacer una entrevista sobre Pizango (dirigente nativo amazónico que a raíz del conflicto ocurrido en Bagua se exilió a Nicaragua) … en realidad no se que michi hace Pizango en Nicaragua, ni me interesa……Lo que si me interesa es que ha venido una comunidad …(en ese momento, pensé que diría “una comunidad nativa”….pero me quedé corto) que es la comunidad Twitter y que por primera ingresan al Congreso y que vamos a estar toda una mañana…”
Yo me pregunto ¿Acaso los congresistas escogen los temas de interés nacional como lo parece hacer esta señora? ¿es el tema de la visita de la comunidad Twitter más importante que la masacre ocurrida en Bagua y la participación del señor Pizango en estos hecho lamentables? ¿Quiere la Señora sin Ley formar una nueva comisión en el Congreso llamada la Comisión del Hueveo? Porque eso es lo que demuestra hacer este video. HUEVEAR y descaradamente.
Si su presencia en el Palacio Legislativo es ya un insulto a las mujeres, su escaso sentido de responsabilidad y compromiso ante los problemas de la nación resulta vergonzante, no digno de risa como en el caso anterior, esta vez, da vergüenza ver como personas como esta se la pasan bien bacán ganando la plata que gana sin hacer nada de trascendencia ni de importancia para los que más necesitan.
Outro
Para finalizar, solo basta decir que los ejemplos antes señalados han sido tomados teniendo en cuenta los referentes actuales de degradación del accionar de los políticos peruanos de la actualidad. Los viejos años quedaron atrás y en verdad que no se añoran, ni hay por qué hacerlo. Aspirar a nuevos tiempos es mucho mejor que vivir añorando el pasado.
Queda por decir que si queremos una mejor clase política no empieza porque estas personas cambien, sino viene por parte del incauto electorado, que este opte, primeramente por informarse, segundo por exigir la calidad necesaria a sus aspirantes a representantes y tercero saber escoger por las ideas y no por el “floro” o la pinta de algunos.
Cosas como las que vemos hacen pensar que la democracia no es el mejor sistema, que la gente necesita ser arreada como antaño, el Perú es un país inmaduro y la democracia burguesa no parece ser, de momento un sistema capaz de cohesionar dichos factores, mucho menos las tendencias de izquierda y sus ideas relegadas a las consignas de los años 70 y a echarle la culpa de todo al sistema.
Y ya no hablemos de más ejemplos porque aquí falta se patita mata perros pero ya no vale la pena nombrarlo porque es demasiado patético para ello.
P.D. 1: Les dejo de cortesía el video de la Señora sin Ley cuando invita a los tuiteros a conocer el Congreso
P.D. 2: Los casos tomados en cuenta en este post fueron escogidos del blog El Ùtero de Marita, excelente para informarse, entretenerse y aprender de periodismo (altamente recomendable)
P.D. 2: Los casos tomados en cuenta en este post fueron escogidos del blog El Ùtero de Marita, excelente para informarse, entretenerse y aprender de periodismo (altamente recomendable)
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