No recuerdo cuando fue la última vez en que sentí la distancia de la vida, de las sensaciones tan lejanas, tan imposibles de tocar, de palpar, como hubiese delante de mí una pared que arremete a todo cuanto intente acercárseme y darme un poco de vitalidad.
Las cosas no tienen el mismo sabor que en épocas anteriores, la gente parece cada vez más extraña, distante, aprehensiva, sumida en sus gollerías, ensimismada en las minucias de su vida intrascendente y yo aquí, atado a la necesidad de sentir, de vivir para mantenerme como humano.
La muerte no me resulta interesante si esta se presente como un escape, como una salida al vacío dominante. Es mucho más exquisita, disfrutable cuando desciende majestuosa tras haberle dado el significado de tu predilección a la existencia. La muerte es parte del proceso de la vida, y como tal, no implica una respuesta, menos un fin, sino un estado, un período, una transición.
No recuerdo las palabras de aquellos que me dieron su consejo, pero si las reflexiones que sus palabras produjeron en mí, que me permitieron avanzar, que me incitaron a ser mejor que yo mismo con el pasar del tiempo, porque la idea no es ser mejor o igual a alguien, sino estar por encima de lo que uno fue el día de ayer. Esa es la verdadera autenticidad.
¿Qué le sucede a mi espíritu? ¿Por qué se decae y palidece de esa manera? ¿Cuál es el motivo del descontento?
Caer la noche, observar el crepúsculo triunfar sobre la pulcritud diurna era un maravilla, festejar la acometida de la negritud maldita de la noche, de la blasfemia eterna de su impureza, inundaban mi corazón de sobresaltos; el olor, el sabor, el sonido de la lluvia cual garrote de los cielos martillar la ciudad, la neblina avecinada descender opacando la visión, el horizonte, los colores, confundiendo los corazones, armonizando mis emociones; lo era todo. Hoy no. Hoy las montañas se extienden interminables bloqueando mi camino; hoy el exceso de luz ciega tanto que no me permite observar la claridad de las cosas; hoy mi inconstancia física es el flagelo de mi humanidad.
El elixir para muchos se encuentra en las abultaciones alcohólicas de un trago, de muchos, de tantos; para mí tales abultaciones son la comprobación del desdén que existe hacia todo lo consagrado a ser deseado. No puedo, no quiero sentirme un abultado, exudando licor sin razón mientras se emula esa sensación que soy un extraño en un lugar habitado por marranos.
Digno no soy, no lo fui y no lo quiero ser. Nunca sabré si mi ser es digno del amor o compañía de alguna mujer, lo cierto, y esto sin desmedro alguno, es que, la mayoría de las tipas que he conocido han sido mi prueba que nada me parece, que nada me llega a resultar lo suficientemente atractivo. Tan solo pensar, basta recordar, inquieta rememorarlas, la dulce promesa que parecían otorgar, las perspicacia de sus maneras y formas, lo fantabuloso que era imaginarme al lado de ellas, para que el desgano se abriera paso ante la incapacidad de generarme más, cuando aparentan tener mucho y resultan escasear de todo, cuando la bonita ensoñación se convierte en una vacía disimulación, cuando te dicen que si, y luego se arriman y ni siquiera pueden decir que no. Al final, su nuleza es la prueba de mi bajeza.
Y ahora, hoy, esta noche, este comienzo de la madrugada de noviembre del año más implacable de mi vida, es propicio decir que el sufrimiento, la pena, la tristeza, el sufrimiento, las caídas y malas pasadas son mucho más creativos y alentadores que sus hermosas versiones; que es la depresión no un aliciente sino una ventana cuando esta es debidamente canalizada, que el dolor puede transformarse en virtud cuando sirve para develar lo errado e incitar mi espíritu a no quedarse de lado, que mi desaparición será la correcta cuando los vientos me den la razón al quedar mi vida completa, hecha, lista para terminar.
Insuficiente sería pensar que hoy todo esté pro finalizar.
Las cosas no tienen el mismo sabor que en épocas anteriores, la gente parece cada vez más extraña, distante, aprehensiva, sumida en sus gollerías, ensimismada en las minucias de su vida intrascendente y yo aquí, atado a la necesidad de sentir, de vivir para mantenerme como humano.
La muerte no me resulta interesante si esta se presente como un escape, como una salida al vacío dominante. Es mucho más exquisita, disfrutable cuando desciende majestuosa tras haberle dado el significado de tu predilección a la existencia. La muerte es parte del proceso de la vida, y como tal, no implica una respuesta, menos un fin, sino un estado, un período, una transición.
No recuerdo las palabras de aquellos que me dieron su consejo, pero si las reflexiones que sus palabras produjeron en mí, que me permitieron avanzar, que me incitaron a ser mejor que yo mismo con el pasar del tiempo, porque la idea no es ser mejor o igual a alguien, sino estar por encima de lo que uno fue el día de ayer. Esa es la verdadera autenticidad.
¿Qué le sucede a mi espíritu? ¿Por qué se decae y palidece de esa manera? ¿Cuál es el motivo del descontento?
Caer la noche, observar el crepúsculo triunfar sobre la pulcritud diurna era un maravilla, festejar la acometida de la negritud maldita de la noche, de la blasfemia eterna de su impureza, inundaban mi corazón de sobresaltos; el olor, el sabor, el sonido de la lluvia cual garrote de los cielos martillar la ciudad, la neblina avecinada descender opacando la visión, el horizonte, los colores, confundiendo los corazones, armonizando mis emociones; lo era todo. Hoy no. Hoy las montañas se extienden interminables bloqueando mi camino; hoy el exceso de luz ciega tanto que no me permite observar la claridad de las cosas; hoy mi inconstancia física es el flagelo de mi humanidad.
El elixir para muchos se encuentra en las abultaciones alcohólicas de un trago, de muchos, de tantos; para mí tales abultaciones son la comprobación del desdén que existe hacia todo lo consagrado a ser deseado. No puedo, no quiero sentirme un abultado, exudando licor sin razón mientras se emula esa sensación que soy un extraño en un lugar habitado por marranos.
Digno no soy, no lo fui y no lo quiero ser. Nunca sabré si mi ser es digno del amor o compañía de alguna mujer, lo cierto, y esto sin desmedro alguno, es que, la mayoría de las tipas que he conocido han sido mi prueba que nada me parece, que nada me llega a resultar lo suficientemente atractivo. Tan solo pensar, basta recordar, inquieta rememorarlas, la dulce promesa que parecían otorgar, las perspicacia de sus maneras y formas, lo fantabuloso que era imaginarme al lado de ellas, para que el desgano se abriera paso ante la incapacidad de generarme más, cuando aparentan tener mucho y resultan escasear de todo, cuando la bonita ensoñación se convierte en una vacía disimulación, cuando te dicen que si, y luego se arriman y ni siquiera pueden decir que no. Al final, su nuleza es la prueba de mi bajeza.
Y ahora, hoy, esta noche, este comienzo de la madrugada de noviembre del año más implacable de mi vida, es propicio decir que el sufrimiento, la pena, la tristeza, el sufrimiento, las caídas y malas pasadas son mucho más creativos y alentadores que sus hermosas versiones; que es la depresión no un aliciente sino una ventana cuando esta es debidamente canalizada, que el dolor puede transformarse en virtud cuando sirve para develar lo errado e incitar mi espíritu a no quedarse de lado, que mi desaparición será la correcta cuando los vientos me den la razón al quedar mi vida completa, hecha, lista para terminar.
Insuficiente sería pensar que hoy todo esté pro finalizar.
4 Blasfemias:
Para tí :
Lagwagon- May 16th
http://www.youtube.com/
watch/?v=AvDXzeagvIg
Gracias por ser tú,
por tu amistad,por
confiar en mí,por no
mentirme,por quererme.
:).
Me voy de vacaciones
a mi ciudad ;)
Uys quería haberte pasado
esto pero tengo algún
problema con hotmail, me
da codigo de error no se
qué.
Una peli : Syriana de
Stephen Gaghan .Me ha
parecido brillante.
Un docu:Dimensión Dalí:
La obsesión de un genio
por la ciencia.
Mi xelito, gracias por tu amistad, gracias por tu lectoría, tus comentarios siempre son más de lo que yo mismo espero. Yo también agradezco el cariño que me tienes, no te he mentido hasta ahora, espero no hacerlo en lo venidero, espero que tu siempre me seas honesta como lo eres hasta ahora....
Quiero que vayas de vacaciones y te relajes y te acuerdes de mi al ver uno de esos ocasos españoles que ansio tanto ver.....
Sabes, derrepente, sin pensarlo, estoy sintiendo algo un tanto profundo por alguien que quiero de una manera atipica desde hace dos años....espero me preguntes para contarte un poco más.....
Estoy preparando algo que creo nos caerá a pelo a ambos, espérate en estos días...
Te quiero mucho.
JoeL
Me alegro por sea lo
que sea que te esté pasan
do Joel,siempre que sea
bueno para tí.
Yo ya estoy en Jerez,
no me estoy quedando
en casa por ahora,así
que estaré sin conexión
en un tiempo.Todo muy
bien por aquí,feliz de
reencontrarme con mi
familia ( menos con
quién tú sabes :P) y
los amigos de siempre.
Un abrazo niño.Cuída
te mucho y ya me conta
rás .
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