DOCUMENTAL: “La Psiquiatría: Una Industria de la Muerte”

domingo, 29 de enero de 2012


Hace cuatro años, en 2008, vi esporádicamente este documental el cual me llamó mucho la atención, pero no es hasta hace poco tiempo que pude verlo en su totalidad y debo decir que es un documente impactante por lo que implica y por lo que trata de reflejar.

Se trata sobre el documental llamado “La Psiquiatría: Industria de la Muerte” en el cual denuncia explícitamente de cómo esta ciencia, en verdad no lo es, de cómo sus procedimientos se han basado en lucrar bajo la premisa que se busca una curación a las “enfermedades o trastornos mentales” de los seres humanos cuando han demostrado ser vanos, cuyo único resultado no ha sido otro que la tortura, la muerte, el po
der económico, el político y un supuesto plan de “dominio mundial”.

Sin duda, es un archivo bastante controversial de principio a fin y eso es lo rescatable. Quizás, uno de esos relatos conspiranoicos, probablemente, pero de lo q
ue puedo dar fe es que te hace pensar al respecto y, en muchos casos, te escarapela la piel con ciertas imágenes, ciertos testimonios.

Si quieren mi opinión, ese plan ardido por las compañías farmacéuticas, junto a los psiquiatras y algunas asociaciones de este rubro, según la cuál lograron vende
r la idea al gobierno (Estados Unido) de medicar a los niños en las escuelas, de la aprobación de leyes que solo han producido un incremento morboso de las ventas de medicinas para “enfermedades mentales” y de cómo los psiquiatras van elaborando una serie de nuevos términos para enfermedades con términos tirados de los pelos resulta sacado de la más hiperbólica pesadilla orwelliana.

No podría asegurar que esto es cierto o no, sin embargo, ya está harto comprobado lo que las grandes corporaciones son capaces de hacer con tal de llenar sus arcas: lo vemos en África donde las compañías médicas trafican con las vidas de las personas de dicho continente usándolos, ilegalmente, y en una cantidad masiva como conejillos de indias para experimentar sus nuevas drogas, la cual va sumando innumerables muertes; o las empresas relacionadas con los transgénicos; e incluso y más recientemente, este nuevo control que ciertos grupos de gran poder económico, sobre todo en Estados Unidos, quienes intentan impulsar en la internet, conocido como la “Ley SOPA”.

No se puede negar que hay un interés detrás de este documento, pues una organización que dice luchar contra este “mal” se ha encargado de su producción fílmica, la cual aprovecha los últimos minutos de este material para hacer una apología a la acción que vienen realizando contra esta (seudo) ciencia e, inclusive, parece haber detrás de esto una religión cuyo nombre ha hecho conocida un famoso actor de Hollywood.

Algunos detalles sorprendentes del mismo son los procedimientos
realizados por la psiquiatría como la lobotomía, el electroshock, la “terapia” del sueño, la hospitalización involuntaria, el nuevo método médico de la generalización del uso de fármacos para cada nueva categoría de enfermedad mental que se le ocurre a cierta sociedad de estos médicos en los Estados Unidos y que es aceptado como una “verdad”, el hecho que detrás de cada gran tragedia hay un psiquiatra detrás de ello, son factores, no se si a tomar en cuenta, pero al menos, algo de qué pensar y es por eso que a continuación se presenta este documental. Y, como si fuera poco, la misma ha servido para cimentar y masificar el racismo, teorías como el conductismo (que aún pervive), la eugenesia, la limpieza étnica o el genocidio.

Espero lo disfruten y saquen conclusiones para afirmar o refuta
r lo que aquí de muestra y asegura.



S.O.S. (¿Somos O no Somos?)


Sin adornos que graficar

Antes de escribir estas líneas estuve tratando de formular una serie de entradas que no me convencieron, mi objetivo era hacer un breve intro, pero he logrado entender que ser directo en un tema como el siguiente es mucho más preferible que tratar de poner historias, anécdotas que puedan hacerse largas y poco consistentes respecto a la razón de ser del siguiente post.

Hora crucial

Para muchos sería una exageración lo que diré, pero el Perú se encuentra en una hora crucial, en un momento de su historia que solo nos corresponde a nosotros decidir sin ir a las urnas y esto tiene que ver con el grupo terrorista Sendero Luminoso quien en su fachada legal llamada MOVADEF busca entrar a la vida política para conseguir sus objetivos que no son otros que implantar el comunismo en el país.

Y en esta búsqueda, MOVADEF se encuentra en proceso de recolección de firmas para ser admitidos como un partido político legal, para lo cual lleva ya recolectadas 300 mil firmas las cuales fueron ya presentadas al organismo correspondiente, el Jurado Nacional de Elecciones para que de su visto bueno y he allí donde surge la polémica y el problema.

Una intención lasciva

Está de más decir que MOVADEF intenta ser el brazo legal de lo que fue Sendero Luminoso cuando Abimael Guzmán Reynoso tenía la dirección de esta organización genocida y que esconden sus verdaderas intenciones de, primero buscar la liberación de su “líder” y hacerse con el poder vía medios legales, usando para ello, primero que todo amnistía para todos los involucrados en el conflicto que ellos empezaron, es decir, civiles, policías y militares (¿y donde se mencionan ellos mismos?); en segundo lugar, negar el carácter terrorista de su “partido”; y tercero, negar que aquél período fue de subversión o terrorismo, sino que se trató de una guerra (convencional) con bandos beligerantes en conflicto. Argumentos un poco risibles, si, pero que nadie se ha atrevido a debatir sustentadamente.

Hay descaro hasta en su postulado máximo “amnistía general para civiles, policías y militares” y me pregunto, y ¿En qué parte de dicho slogan encuadran ellos si no son policías, obviamente, tampoco militares y mucho menos civiles porque no estaban indefensos ni nada por el estilo? Si es, como dicen, una guerra, entonces ¿Por qué solo nombrar a las fuerzas del Estado? ¿Dónde caben ellos? Esto no tiene sentido, pero, claramente, en esto no hay coincidencias, ha sido algo muy bien elaborado porque al omitirse ellos mismos y ni siquiera nombrarse como “guerrilla” o “alzados en armas” dan pie a una serie de subjetividades que en el subconsciente de las personas de poca memoria, bastante influenciables podría ser crucial para tomar una postura favorable a la organización terrorista.

¿Son? Si, lo son

Uno de los problemas es que MOVADEF o Sendero Luminoso fue, precisamente, aquellos tres postulados que hoy se atreven a negar. Sin embargo, uno podría pensar que dicha agrupación se encuentra en proceso de hacer un mea culpa sobre las acciones realizadas durante los años que duró el conflicto pero, lo que se ve en declaraciones de los miembros del mismo, confesos ex militantes de Sendero es un nulo arrepentimiento, inclusive, muchos si se arrepienten pero de no haber hecho más cuando eran parte de la organización terrorista y, como si fuera poco, negar el carácter terrorista, asesino y genocida, negar aquello y remitirlo al plano de excesos en una organización mesiánica y vertical como lo fue SL resulta poco creíble sino bastante cómico.

La inherente desidia

Sin embargo, que gente con poca sangre en la cara como MOVADEF hoy Sendero Luminoso intente buscar la vida política bajo los medios legales no me sorprende tanto (es decir, si que molesta, pero…..) como la actitud de las autoridades pertinentes, en este caso, el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) quien dio pie a darle esperanzas a estos parásitos (porque eso es lo que son) de concretar su cometido y no fue sino por la presión mediática, el desatado malestar popular y la posición del propio gobierno que recién entonces (a pesar de tener hartos argumentos legales para impedir esto) esta entidad decide fallar en contra de la inscripción de Sendero Luminoso como partido político.

¿Qué es lo que pasa con las autoridades? Me pregunto ¿No existe acaso un pequeño sentido común? ¿Qué hubiera pasado si ninguno de estos tres factores hubiese ejercido su presión respectiva? ¿Tendríamos a Sendero Luminoso hoy MOVADEF disfrutando de su inscripción y triunfo ante la sacrosanta “democracia”? todo parece indicar que si. Si eso es democracia, entonces, yo no soy ni quiero ser jamás un “demócrata”.

Pero esta historia aún parece no terminar, puesto que los terroristas del pasado demócratas de hoy van a apelar dicho fallo del JNE y, por lo visto, no darán su brazo a torcer solo por la decisión de una institución, así que la “lucha” contra estas pestes aún no ha terminado y que no se piense que se les ha vencido, pues no es así, ellos piensan atacar, y lo harán.

La habitual de la pendenciería del “último momento”

Las intenciones de este grupo son consabidas, al menos, por autoridades y medio de comunicación desde el año 2009 ¿Qué pasó, entonces? ¿Por qué ponerse alertas recién ahora que estuvieron por poco de lograr su objetivo? ¿Por qué los medios de comunicación se alarmaron y rasgaron las vestiduras solo cuando las papas quemaron y no antes con toda la influencia que poseen y que cuando quieren hacen uso?

Los medios se rasgan las vestiduras

La reacción de estas empresas fue de un cucufatismo sorprendente, quisieron, intentaron portar en el estandarte de la “libertad” y la “democracia” y hacerle frente a los esbirros de Sendero Luminoso hoy MOVADEF, sin embargo, en su desesperación, en su arrebato quedaron ellos por los suelos, mostrándose intransigentes, beligerantes, tontos y retrógrados al atacar a sus representantes solo postulando los números de muertos, su accionar terrorista, su brutalidad y todo lo ya conocido, llegando en muchísimos casos a sacarlos de sus estudios después de haberlos invitado, cortando la entrevista ante la imposibilidad de poder “razonar” con dichas gentes. Eso, obviamente, fue un punto para los terroristas, de eso que no quepa la menor duda, ellos lo saben, pero los demócratas, los liberaloides, los caviares, los rojoides aburguesados no se dan cuenta y con ello, permiten el avance de esta manera de pensar tan deforme.

Los políticos de ayer y hoy

Y ¿donde quedaron los partidos políticos? Ahora que es responsabilidad de ellos atacar las ideas de Sendero Luminoso hoy MOVADEF con propuestas ideológicas, con nuevos postulados que puedan revertir su avance, simplemente, no la hay, porque no tiene qué decir, porque la derecha sigue siendo la misma atrofiada al conservadurismo que solo repulsa y la izquierda se ve repleta de mentes frescas más atraídas por la moda que por una seria convicción cuyas ideas se ven resumidas en breves slogans incendiarios que se derrumban con solo chistar los dedos. Ya en los 80´s cuando SL actuaba impunemente, ambos sectores del espectro político nacional se dedicaron a achacarse la culpa los unos a los otros, a solidarizarse con los deudos de la violencia terrorista y nunca se ocuparon de dar una BATALLA FRONTAL en el plano de las ideas a esta organización, ni tampoco crearon una férrea oposición a su proyecto político, no, nunca lo hicieron con lo “cojones” que situaciones como esta demandan. Y NO ME VENGAN A DECIR QUE HACER “MARCHITAS POR LA PAZ” DESDE LA BURGUESA LIMA ES OPONERSE O HACERLE FRENTE AL TERRORISMO, eso es solo la ILUSIÓN DE TONTOS QUE NO TIENEN ARGUMENTOS PARA RECONOCER SU CULPA O LAS FALTAS DE LAS DOCTRINAS QUE DICEN SEGUIR Y CREER.

Una intención lasciva II

Pero ¿qué hay detrás de los postulados del MOVADEF más allá que su amnistía y “reconciliación nacional”? Es simple a ojos de buen entendedor:

Sendero Luminoso hoy MOVADEF reivindica la teoría primigenia del comunismo inventada por el judío Marx, continuada por seguidores el ruso Lenin y el chino Mao, de quienes los terroristas peruanos dicen ser herederos directos; sumado a ello, SL hoy MOVADEF se adscribe a las tesis de su mentor ideológico Guzmán al reafirmarse en el “pensamiento Gonzalo” y reconocerlo como la “Cuarta Espada” del movimiento comunista mundial, es decir que sus postulados son las superación “científica” del comunismo de Marx – Lenin - Mao y ¿qué era, en qué consistía el pensamiento Gonzalo? Una interpretación de la historia del Perú y del mundo según la cual la violencia era el agente de cambio fundamental para el establecimiento de un nuevo orden político, económico y social en el Perú, donde el ser ciudadano pierde su condición como tal al estar supeditado a los designios del Estado dirigido por partido en representación de los campesinos y trabajadores liderados por una figura mesiánica como Guzmán Reynoso quien era poseedor de la verdad absoluta y, dentro de esa verdad absoluta, la intención consciente de provocar muertes y genocidios eran factores esenciales de su “lucha”, en tal sentido, era necesario inducir al Estado a cometer genocidios para que el campesinado, harto de dicha situación se plegara a su causa.

La interpretación senderista o de MOVADEF del Perú sigue regida por unos cánones que no solo ya han demostrado ser caducos a lo largo de la historia y definitivamente, fracasados e inviables, sino que, toma como modelos sociedades como la Rusia Stalinista y la China maoísta, donde el culto a la personalidad, donde el control férreo y sesgado de la sociedad donde todo se sometía a un control totalitario y, donde la vida, dependía de términos como “enemigo de clase” o “revisionistas” que les costó la vida, en solo esos dos países durante dichos períodos, a unos 40 millones de personas y como ejemplo queda lo siguiente: si Sendero Luminoso hoy MOVADEF trató con tremenda vesania, brutalidad y encono a la población por la cual decía luchar, me pregunto ¿cómo hubieran actuado de haber logrado triunfar y hacerse con el poder en el Perú? Es algo tan de sentido común y que, sin embargo, enmarca una reflexión tan profunda y cuestiones tan horrendas, que dejan la piel de gallina.

Sociedades infestadas por esa plaga roja llamada “comunismo”, “socialismo” que trajo la pobreza, la hambruna, la quiebra de dichos países donde se instaló y que, en sus versiones más extremas como la Rusia de Stalin, la China de Mao, algunos muchos países de Europa Oriental, la Camboya polpotiana la vida privada, el tener un pensamiento de vida, sueños, aspiraciones y metas personales eran, en sí mismos, traiciones contra el partido, enemigos de la “revolución” que debían ser extirpados dado que su “veneno” eran tan poderos que era capaz de colarse con suma rapidez en el resto de la sociedad automatizada por una idea tan antinatural como el comunismo y su igualitarismo depredador y genocida. Ese es el modelo que Sendero Luminoso hoy MOVADEF (MOVADEATH, bromean sarcásticamente en las redes sociales) defiende, del cual no claudicó antes y no claudica hoy, esa es la vida que nos ofrecen hoy presentándose como (ese dicho tan trillado, pero tan cierto) ovejas siendo ellos unos lobos.

Somos

Por eso es que hoy, sin importar los colores y matices políticos que uno pueda tener es menester luchar contra esta amenaza que hoy solo han cambiado sus métodos más no sus ideas e intenciones que siguen siendo las mismas y, que han comprendido que la lucha armada no es ya “la forma” de lucha para hacerse con el poder sino por medio de la vía legal para lo cual vienen desarrollando una estrategia sencilla pero eficaz que, poco a poco, a paso lento (porque saben ser pacientes) vienen cimentando, vienen engañando a la juventud que no vivió dicha época que hoy, salen libremente a pedir por el respeto de los derechos humanos de esos que respetaron ni las vidas ni derechos humanos de 40 mil peruanos, que consideran que Guzmán fue un luchador social, que su cárcel es injusta, que ya es hora que salga de prisión. La ley creada por los hombres estipula que aunque uno desconozca de la ley este desconocimiento no lo exime de culpa a la hora de la comisión de un delito; del mismo modo, el hecho de no haber vivido el período de la subversión no nos exime de no saber y reflexionar al respecto. En tal, estos muchachos, estos defensores de los “derechos fundamentales” de estos criminales son tan responsables como ellos y, el hecho que, nuevamente, la sociedad civil y los políticos se hagan de la vista gorda ante este hecho los hace igual de responsables en dejarlos avanzar y asentarse, como cuando en los ochenta su tibieza impulsó el avance desmedido de la violencia.

Ideario sobre un partido (político)

domingo, 22 de enero de 2012

¿Vale la pena militar en alguna agrupación política? No se el resto de países pero, definitivamente, en el Perú “no way”, y esta razón no se sustenta en el descrédito de dichas organizaciones ni tampoco en argumentos más sosos como esbozar un rechazo a la política y su inmundicia. Nada más lejano de la realidad.

El problema con los partidos políticos en este país no es el descrédito, esta es solo una causa de algo mucho mayor como, por ejemplo, la carencia de una doctrina, de una creencia que conglomere a cierto tipo de personas; al no existir este competente, estos “partidos” devienen en meras agrupaciones de “amigos”, donde el clientelismo y los favoritismo devienen en agrupaciones felonas, sin rumbo, sin norte, sin consistencia y, en tal, sin un ideario que las permite crecer y mucho menos ser una propuesta verdadera surgida de un entendimiento coherente de la realidad local.

Algunos factores para el derrumbe de los viejos partidos

Esta crisis, dentro de factores externos identificables podría tener diversas causas; entre ellas, la eventual caída de los bloques antagónicos que caracterizaron la “Guerra Fría” donde el capitalismo terminó por imponerse a su rival, el comunismo, lo cual tuvo un verdadero influjo en la caída de muchos partidos alrededor del mundo, nueva era que se resumió bajo la frase el “fin de las ideologías”.

A nivel local, la época del terrorismo encabezada por el Partido Comunista del Perú Sendero Luminoso demostró lo frágil del sistema partidario en el Perú que llevó a sus primeros esbozos de decadencia y los cuáles se agravaron con dos cismas político – económicos durante la segunda mitad de los años 80´s como la intentona de estatización de la Banca y la hiperinflación que no hizo sino producir un sentimiento de defraudo ante los partidos políticos y lo que ello representaba.

Este descontento, en buena medida, quedaría demostrado con la elección del primer “outsider” (alguien sin background político alguno) en llegar a la presidencia del Perú, Alberto Fujimori Fujimori, en cuyo régimen sería de vital importancia el resquebrajamiento de la vieja partidocracia bajo un sin número de elementos y tretas que terminaron por socavar los cimientos ideológicos de dichas organizaciones que devinieron en nuevas agrupaciones que surgieron de manera coyuntural (generalmente, para procesos electorales) carentes de una base programática y doctrinaria que, para subsistir tuvieron que canjear y alquilar cargos partidarios para así `poder sobrevivir, engrosando sus filas que veían en la política una extensión de sus particulares intereses.

El resto ya es historia conocido: transfuguismo, clientelismo, otorongo no come a otorongo, etc, etc , etc.

Pero ¿qué necesita un partido, agrupación, movimiento político que como tal pueda cohesionar, agrupar personas, no solo de manera coyuntural, sino que tenga la capacidad de mover a un número de seguidores fuera de estos procesos? Un partido de masas, quizás, pero para ello, un partido que irradie algo más que una mera consecución de frustraciones hábilmente canalizadas en circunstancias específicas.

EL PARTIDO

La doctrina

Toda organización que aspire a ser un “partido político” debe, primero que todo, alinearse a una doctrina determinada, fija, bien estructurada, lo bastante capaz para reconocer sus habilidades y debilidades, que sepa en qué ocasiones ser radical y en cuáles otras resultar moderada, porque la virtud del pensamiento humano radica no en colocarse en los extremos de acción sino teniendo una plena conciencia de cuando actuar y cuando marchar (esto no tiene nada que ver con el centro político que se encuentra a la deriva en cuanto a ideologías).

Una doctrina que sea inviolable para sus miembros pero que esté acorde a los cambios sociales, políticos y económicos del mundo y nación donde ha forjado su aparición. Estas no son contradicciones, en lo absoluto, puesto que uno puede ser un fascista, un comunista, un neoliberal si tiene la conciencia plena que la aplicación de la doctrina al pie de la letra al cambio de la sociedad han demostrado ser acciones infructíferas pues todo cambio viene y depende de muchos factores. Si bien, la doctrina, la ideología son el norte que guía y motiva las ideas y acciones, la misma doctrina como esencia demanda que en determinados momentos, la realidad demanda adaptar, re orientar conceptos o aplicar medidas provenientes de otros campos doctrinarios en vías a realizar el gran objetivo de transformación que sostiene la ideología del “partido”.

La hermandad

Necesario es tener en cuenta que este tipo de partidos necesitan funcionar externa e internamente como una hermandad que se vea demostrada y fortalecida desde los cuadros principales del mismo, es decir, que las cabeza visibles del movimiento deben ser en la teoría y la práctica como uno solo, es allí donde se cimenta la fuerza del partido, en cuadros fuertes, que sean los rectores de la ideología del mismo a los correligionarios.

A lo anterior, el sentimiento de hermandad, es el primer paso para construir la mística del militante, el elemento vital para que este se mantenga dentro de las filas del partido y sea no solo un miembro más sino una propaganda andante de la ideología del partido.

Y, pues ¿cómo se genera esta mística de tal manera que no pueda ser contrarrestada, combatida ni destruida por factores internos y externos al militante del partido?

El sentido de pertenencia

Como se mencionó, demostrando que dicha organización funciona como una hermandad ya se tiene un primer paso.

El acoger a los nuevos miembros como iguales (aunque no necesariamente lo sean) es un segundo paso. Lo siguiente es hacerlo sentir parte de algo y para ello, las reuniones, la comunicación permanente, el trato de a iguales, los distintivos y esas cosas pequeñas de hecho pero grandes de significado interno en cada miembro (términos que definan una distinción del resto y que a la vez los hagan sentirse formar parte de algo propio) marcarán la diferencia, porque antes de tener una mente predispuesta al adoctrinamiento es necesario hacer que sus sentimiento, que su corazón se unan en alegría y comunión con el partido, es entonces que dicha mente, ya favorable al partido estará condicionada, inevitablemente, a escuchar y aceptar el pensamiento del partido hasta hacerlo parte de su vida, de sus pensamiento, de sus acciones, inclusive, parte de su vida diaria.

La mística

Todo partido que se haya respetado en el mundo es y debe estar consciente que su existencia se debe solo a su militancia sustentada en su ideario. Así mismo, todo partido político de doctrina sabe que debe tener un espíritu casi religioso, donde el paradigma ofrecido por la doctrina, irradiada a través de los líderes, debe tener la misma carga “cuasi” mesiánica que las ideas religiosas; y es aquí donde la racionalidad que debería caracterizar a la práctica de la política entra a tallar en lo subjetivo, en lo sensorial, en lo emotivo, porque un partido sin doctrina es un partido sin cabeza, porque un partido sin mística es un partido sin corazón.

Y eso es, pues. El partido debe ser un ente racional y a la vez emocional, donde el pragmatismo debe funcionar en torno al cauce de los hechos políticos en determinadas situaciones.

El adoctrinamiento

Solo entonces viene la enseñanza consciente de la doctrina del partido (esto no quiere decir que en los momentos previos antes descritos no se hable o discuta sobre ella y su relación con la realidad, simplemente, se van dando pequeños esbozos, pinceladas para que la mente del individuo esté totalmente dispuesta a aceptar la doctrina posteriormente) con los puntos programáticos expuestos con más profundidad, mezclando la lógica, los subjetivo y su aplicación a la realidad. De esta manera, la militancia rebaza el plano subjetivo de la fe para dar paso a una “conciencia” místico - racional de la realidad nacional que comparte un conocimiento doctrinario, político, social y económico de lo que le rodea sumado a una mística según la cuál esa es una verdad, la verdad que puede generar el cambio y la transformación.

La enseñanza de la historia

Al respecto, la historia del siglo XX nos da los mejores ejemplos de lo expuesto arriba al nombrar a agrupaciones como diversos partidos comunistas, el fascismo italiano, el nazismo alemán, la Unión Revolucionaria en el Perú, así como el APRA quienes impregnaron a sus seguidores de un dinamismo que lindó con el fanatismo, que llenó de una voluntad vehemente en creer en sus postulados como “la verdad” que movería el cambio y que, de una u otra manera (sin juzgar para bien o para mal) lo hizo en determinados momentos de la historia de los países donde surgieron. Y, a pesar que, ideológicamente son los movimientos mencionados arriba poco afines, si los caracteriza, el sentido de pertenencia, esos detalles, gestos que los diferenciaban; por ejemplo, los comunistas con su martillo y la hoz, el puño derecho cerrado en alto, términos como “camaradas”; el fascismo italiano con sus camisas negras; los nazis alemanes con el saludo del brazo derecho extendido, el grito Sieg heil, la banda roja con la esvástica sobre el antebrazo; así como la UR peruana y sus ritos liderazgo mesiánico; o el APRA con su distintivo de “compañero”, el pañuelo blanco, etc.

E, inclusive, podemos citar al Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso quien llevó a paroxismos mesiánicos y genocidas los postulados arriba señalados. Salvando las distancias y el asco hacia esa organización terrorista, si es importante destacar el componente místico, religioso, de sujeción, de despersonalización, de fe ciega y vehemente, de entrega total hacia lo que ellos creían “justo” (este término, obviamente, está entre comillas para dar énfasis y marcar sarcasmo respecto a dicha palabra) Esto no lo destaco yo, solamente; todos los estudiosos del tema del terrorismo en el Perú y de SL (llamados “senderólogos•) destacan que este fue uno de los factores primordiales para que la organización terrorista pudiera lograr poner en jaque al Perú por 20 años. Incluso, un ex presidente de la nación, el aprista Alan García Pérez, remarcó dicha convicción implícita a todo militante senderista.

Por eso, un partido necesita generar en sus miembros el sentimiento que pertenecen a algo más grande que ellos mismos, que sea más grande que sus vidas mismas, que su devoción se equipare a la que sienten por Dios, por su madre, por su familia, que esté a ese nivel de sublimación donde el individuo es capaz de hacer y dar todo por aquello que considera superior a sí mismo.

El liderazgo y la lealtad

Todo partido, siendo este de masas o no, necesita de una dirección y por tal de un liderazgo que debe generar un número determinado de figuras principales que sean aquellos quienes representan y van delante de la escala partidaria por ser ellos, precisamente, responsables de la doctrina y el accionar político del partido. Toda organización cuenta con ello.

Sin embargo, el liderazgo debe estar sustentando si bien en una dirección debe estar resumido en un líder cuya visión, carisma, capacidad de convocatoria sea aquél motivo que genere en la militancia y consolide la mística del correligionario, que sea aquél que sea capaz de arengar e insuflar el espíritu partidario en los miembros del mismo, que sea aquél o aquellos que, justamente, expandan el denominado sentimiento de hermandad y pertenencia a niveles de misticismo mezclando lo racional (la doctrina) con lo emocional (los sentimientos), lo cuál garantizará, en buena medida, la unión y armonía del movimiento.

Por eso, un liderazgo fuerte, vehemente y cohesionado se verá reflejado en la disciplina del partido, en la fe ciega hacia su doctrina que harán posible la lealtad hacia la organización, su estructura, su idea, su acción, sus líderes. Porque es la lealtad, una vez consumados los pasos anteriores, el componente principal tras ello pues, no termina en el adoctrinamiento y el misticismo la tarea del partido, sino recién empieza una tarea delicada sutil pero directa, al mismo tiempo, que es el hecho de mantener unida a la militancia, que los eventuales problemas que pudieran surgir en su seno sean destruidos por medio de postulados tanto lógicos como irracionales, que es, al destruir la disidencia de unos, al dejarla por los suelos donde el resto de partidarios sentirá que su convicción, que su fe es la indicada y cual fiel con un santo, esta, simplemente, se intensificará. Y es allí, donde el rosto del líder o líderes debe servir como ejemplo y como guía.

Ejemplos del fortalecimiento del liderazgo y la lealtad nos dan las críticas y autocríticas que hicieron, por resaltar algunos los comunistas rusos al siempre poner como modelo la vida de Lenin, las diferentes posturas que Haya De La Torre hacía tomar a su militancia para al final siempre dejar en claro la verdad de la doctrina del aprismo, la vehemencia del nazismo y el fascismo italiano en remarcar sin temor a dudas que ellos eran la verdad única para luego socavar, mezclando argumentos racionales e irracionales, la ideas y acciones de pensamientos antagónicos a ellos. La consecuencia fue solo una: el fortalecimiento dentro del movimiento.

La pregunta ¿qué hacer?

Y esta tarea es la más difícil ¿cómo infundir un espíritu religioso, devoto hacia un partido político en el mundo pos moderno del siglo XXI con la Globalización a cuestas, el consumismo degradante y la era de la información que es un bien y un mal, al mismo tiempo? ¿Cómo comprometer, involucrar a las personas, en este caso, la juventud, sin que su militancia corresponda a la moda, a la mera y simple inquietud? Es una cuestión difícil de dilucidar, sin embargo, es cierto que las preferencias, las aspiraciones humanas más elementales pueden servir como punta de lanza.

La doctrina en relación con las aspiraciones universales

Los partidos de masas, saliendo del plano místico, siempre han aspirado a cosas muy simples y que, al mismo tiempo, son las más complicadas de realizar sea cual sea la ideología. Estas podrían resumirse en “justicia, equidad y bienestar social”.

Es allí donde los partidos de hoy en el Perú han fracasado, porque toda doctrina que se respete aspira a un cambio verdadero y todo cambio proviene y depende de las necesidades y subjetividades universales a todo individuo. El problema con la partidocracia peruana es eso, que se han llenado de partidos sin un ideal, sin una aspiración común a todos (nuevamente, entramos al plano subjetivo) esto se puede manifestar en diversas vertientes, izquierda, derecha, etc, pero responde a ensoñaciones singulares al subconsciente humano y es, precisamente allí, donde los nuevos partidos que surjan bajo banderas doctrinarias serias deben apuntalar.

El reto de hoy en adelante

Para muchos, es de suponer que esto sonará siniestro, hasta fanático, cosa que no lo es, creo haber escrito nada que los partidos serios no hayan desarrollado. Pero la realidad del Perú es otra, donde en el mundo “desarrollado” los partidos dejaron de ser de masas para volverse de cuadros, en este país eso ha demostrado ser aún no practicable y, por el contrario, demanda de organizaciones que sean capaces de comprometer a una población desidiosa, apática hacia temas políticos siendo esta la tarea, como espacio político de la sociedad, de los partidos; de decirle a esa juventud “estúpida” que si quieren un mejor gobierno, que si quieren mejores representantes, que si quieren ser escuchados, que si ya es hora de leyes que representen en verdad los deseos y anhelos de la nación es IMPRESCINDIBLE que se comprometan y preocupen de la política todo el tiempo, no solo cuando llega la hora de elegir en ese jueguito infantil de la democracia llamada “votación”, “elecciones”.

Esa es pues, la tarea de las organizaciones políticas de hoy, pero ellos han claudicado, han dejado su función en el vacío porque la nueva clase política, de derecha y de izquierda, ha perdido su rumbo, su norte en su afán carroñero por seguir subsistiendo y viviendo de la política; que esto, pues, no sea un factor que desanime a la gente de “mi generación” ni a la que viene detrás de nosotros, sino todo lo contrario; que sea el motor para ser parte de esa sociedad hoy copada por viejos políticos jurásicos y bribones politicoides que nos ven como las ovejas, siempre bien arreadas que somos, porque lo hemos permitido ¿lo seguiremos permitiendo?

No a la revocatoria (Seis razones egoístas por las cuales no botar a la “Tía Bacán”)

jueves, 12 de enero de 2012



Esa palabrita

En los últimos días se ha puesto de moda una palabrita poco usada y bastante peculiar en el habla común de los limeños; “revocatoria”. Creo que la mayoría (excepto yo, por supuesto – risas-) de los habitantes de esta capital triste del Perú desconocía el significado de la misma, pero como siempre los medios y otros factores, políticos y demás se encargaron de hacerlo conocido para todo el mundo (como pierden su sabor las cosas cuando, de ser algo degustado por pocos, se vuelve la comidilla de las masas. Nunca me gustará este cuento de la globalización. Más risas)

La revocatoria, para los limeños, va acompañada
de un nombre que se ha vuelto en una serie de bromas, chistes, así como también de pasiones furibundas y encontradas: me refiero a la actual alcaldesa de Lima, Susana Villarán, conocida amablemente como La Tía Bacán, La Tía Regia y por unos de modo despectivo, pero no exento de comicidad (tan típica de la criollada capitalina) Susana Villaharagán, Susana Caviarán o “El Chanfle” Villarán.

¿Por qué querer “revocar”?

Pero ¿por qué quieren revocar a una señora de tan apacible rostro? No entraré a dar mi opinión al respecto, pues solo “repetiré” (me siento como los caviares, repitiendo todo lo que sus amigos en las brutales ONG´s les dicen o sus profes de universidad apelan) lo que siempre escucho respecto a la señora en cuestión:

El argumento más difundido es que la alcaldesa “no hace nada” (creo que si ha hecho algo, mas no lo fundamental y vital para la ciudad), que es una “inútil”, “incompetente” (bien, en dicho punto si concuerdo), muchos lo sustentan en que las calles se sienten más inseguras (una sensación real, pero si bien Villarán tiene que ver con ello, no es su “pato”, totalmente) que el tráfico sigue mucho peor que con la administración metropolitana anterior (eso también es cierto), que no se ven obras (lo cual es relativo si jugamos a ser “objetivos”) entre otros bemoles.

Ahora si sabes qué es….

Se supone que el acto de la revocatoria consiste, básicamente, en que los electores puedan destituir por medio de un plebiscito a una autoridad. Esta es una figura legal que se contempla en muchas cartas magnas como la peruana, así que no hay nada de tirado de los pelos en esta intentona (aunque sea, por decirlo menos, de muy mal gusto). Sin embargo, la ley peruana, al menos, pide un requisito previo para que esta figura se pueda llevar a cabo y es que se presente el oficio requerido para la revocatoria y obtener un promedio de 400 mil firmas que dejen en claro que la acción revocatoria tenga lugar y, en ese asunto están metidos los responsables de esta cuestión, encabezados por un tal Marco Tulio Gutiérrez, un personajillo cuestionable de quien dice que desea sacar a la tía Susana porque sus medidas están afectando los intereses de económicos suyos y de sus amigos (aunque este diga todo lo contrario) y otros que dicen que es un ex rojillo que alguna vez militó en Izquierda Unida (ay, con estos rojoides; muy proletarios y revolucionarios, pero una vez que prueban el sabor del dinero, la empresa privada y “privilegios” del demoniaco sistema capitalista, muestran su verdadero rostro fariseo). En fin, son de la misma calaña.

Whatever!

Seis razones egoístas

En cualquier caso, la intención de quien escribe no es hacer apología a esta medida que, si bien es legal y totalmente justa y clara para quienes no se encuentren de acuerdo con la presente administración, no la comparto por criterios nada lúcidos, nada observacionales, mucho menos sociológicos, políticos, ni tampoco sociales pues, responden a una perspectiva, eminentemente, egoísta.

Estos “criterios” son los siguientes:

PRIMERO; no quiero que boten a Villarán porque no tendría nadie de quién burlarme. SEGUNDO; no quiero que boten a Villarán porque con cada salida ante cámaras la veo menos sonriente, menos feliz, luciendo seria, un tanto fastidiada. TERCERO; no quiero que boten a Villarán por la sencilla razón que no tendría como mofarme ni increparle a mi serie de conocidos y amistades caviares, con memoria y dignidad lo desatinada de su elección. CUARTO; no quiero que boten a Villarán porque ¿a quién le diría “El Chanfle Villarán”? “no way!”. QUINTO; no quiero que boten a Villarán porque si la gente la eligió, si las personas optaron por ella habiendo mejores alternativas entonces, que se la aguanten, “que se la mamen todita” a ver si así aprenden a elegir mejor a sus representantes. Y SEXTO; no quiero que boten a Villarán porque la revocatoria sería, más que una patada en el trasero, podría beneficiarla. Vamos! la va a seguir estropeando en el tiempo que le queda. Además, miren la historia del Perú, mandatarios mediocres y nefastos que tras un breve lapso de tiempo volvieron a gobernar con toda fuerza. Ese podría ser, también, el caso de la Tía Bacán y, teniendo en cuenta lo desmemoriado y sentimental que es el electorado peruano, esto bien podría pasar.

Así que por estas seis razones egoístas, LA REVOCATORIA NO VA!, jajajajajajaja


p.d. 1: me resulta muy chistoso cuando los niñatos dignos y con memoria se insuflan de enojo, indignación con todo este tema de expulsar del cargo a Villarán. Me pregunto cuál sería la reacción si esto le pasaría, en esa magnitud, a Castañeda o a Lourdes Flores de haber ganado esta. Seguramente y todos los que hoy se molestan y se sienten susceptiblemente tocados estarían haciendo colas prestos a firmar los kits de revocatoria. Estos niños rebeldosos, ¿Cuándo cambiarán?

p.d. 2: ALDITUS, siento no compartir tu iniciativa de revocar a la Tía Regia, pero es más divertido ver como todo se vuelve una completa tontería y cómo el paso del tiempo le da la razón a quienes, en su momento, se mostraron abiertamente en contra de dicha elección.


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