La forma abstracta de una mente trastocada

martes, 17 de abril de 2012


¿Acaso el mundo espera a por mi?

Qué sensación de desamparo esta que me alberga. Hay noches que habitan la negritud de la oscuridad y se expanden por todo mí ser, son de esos oscuros encuentros con la nada que reside en el interior, esa que siempre buscamos negar pero sabemos de manera inherente que está allí.

Estoy parado, estoy sentado sobre un ordenador ¿acaso el mundo espera por mi? ¿Hay un cielo abierto en medio de las nubes que aguarda en una lista mi llegada para firmar alguna letra que ratifique que no debo estar más por acá? ¿O es que acaso deberé esperar a que la tierra se abra debajo de la suela de mis zapatos y dejarme caer en los más hondo del sin sabor de la vida, a un centro sin sentido que me diga que aquí o allá todo será lo mismo, que existe un vacio crepitante que me mata el alma y frustra mi sexo?


Calles grises, personas grises

No puedo caminar por estas calles grises cuando todos a mi alrededor me parecen de una especie distinta a la mía; me siento tan humano que no puedo soportar mi propio espíritu de saber a la gran mayoría como cualquier ser menos un humano; no lo se, no se, no entiendo. Es entonces cuando pienso que la vida, existir es una falacia, una mentira, solo una chispa de algo que no estoy destinado a comprender por más que busque en libros o medite acerca de ello. Entonces la opción me sabe como “dejarlo irse y ya” pero no estoy seguro de ello, no suelo dejar las cosas que no entiendo, que me martirizan los sentidos, la vida me martiriza, quizás por eso no la deje escaparse de mi vista.


Joel y los días


Inútil es tratar de congeniar con la banalidad de los días transcurrir, estoy obsesionado con ello, con los días, las horas, los meses, los años porque, al final de cuentas, si me pongo simplista, la vida son solo días, meses, años, ideas y actos, nada más, visto desde esa perspectiva no es mucho lo que se gana, tampoco es poco lo que se pierde. No se.

La no importancia de ser Joel

Mi espíritu sea purificado, eso quisiera, eso anhelaría. Cómo duele tantas veces ser yo mismo, cómo perturba tener la característica emocional que me representa, no podría agradecer por ello como tampoco lo haría por el sol hijo de puta que cae sobre mi espalda, que me recuerda con cada abrir y cerrar de ojos lo tortuosa que puede volverse una sensación, un acto, un episodio, una emoción que brota, que se respira en el aire, que se expande y que ahora se para imponente para darte esa cachetada de vida de esas que ellos te dijeron antes te tocaría.

Yo recuerdo que antes sonreía menos pero me sentía mejor, ahora que sonrío más pero siento que me falta tanto, que deseo tanto, que anhelo mucho y tengo poco, pero ¿qué es todo ello? Ya no lo se. Es que siento que mis formas se han modificado, muchas veces pienso que ha sido para peor, otras varias que no, que han sido para avanzar y ser mejor que yo, y muchísimas otras no se si ha sido algunas de las dos.


Una vieja y mal-sana compañera

Depresión constante me alberga desde años que no puedo identificar, no busco el refugio sobre alguien que me lo pueda dar, la idea es deshacerme de mi mismo en mis formas obtusas. No puedo congraciar con nadie mientras no congracie conmigo, poco a poco como diría Noel, todo se puede, pero cómo duele lograrlo, como te cuesta llegar a ello, cuán desgarrador puede ser al alma mía conseguirlo, a cuántos y cuántas debería dejar atrás para ser yo quien en verdad todo mi ser conspira por ser. Esa es otra interrogante que aún no puedo conocer, pero y solo quizás si entender.


Una pluma descontenta

Hacía mucho que no escribía algo, hacía mucho que no me dejaba llevar por las inquietudes de mi espíritu. Si, suelo lastimarme a mi mismo a nivel emocional, tengo la idea masoquista que de ese modo podré entenderme mejor, que solo así podré aspirar ser alguien mejor que yo mismo sin buscar a otros como modelos, porque no hay nada peor que querer ser alguien que no seas tu mismo (preferiría suicidarme a que esto sucediera), sin embargo, eso es algo complicado, inclusive para mi, un ser humano cuya naturaleza es ambivalente, buscar el conocimiento la autosuperación a raíz de ello tiene un costo emocional, de la autodestrucción (dada la sociedad en la que habito) te pasa factura cuando menos lo esperas o cuando más vulnerable estás, como yo en estos tiempos, en estos momentos donde todo parece no afectarme, cuando mi indiferencia atorrante es la muestra que estoy susceptible a nada y a todo, cuando mi depresión es una manifestación de esto y aquello. No me duele dejar a nadie atrás, es parte de la vida, como si me duele hacerles sentir mal por ello, porque en el fondo no es que quiera, pero es que debo hacerlo, así que me voy porque siento que ya se acabó, que ya acabaron conmigo o que ya acabé con ellos.

Noches inútiles

Hay noches en que me he dormido deseándole la muerte a mucha gente, no puedo decir lo contrario, pero luego me pongo a pensar que eso es tan egoísta y maricón, entonces, recapacito y prefiero deseármela a mi mismo en vez que a otro. Morir no es tan malo supongo, no me da miedo morir, mas si como habría de morir, el dolor previo al final me tiene en vilo, me trauma, me quiebra la voz. Soy cobarde, lo se, pero a pesar de ello, de esa cobardía y amariconamiento no he dejado de ir y supongo que será lo mismo cuando esa mano negra se acerque a mi para advertirme que solo me queda unos minutos antes de desvanecer mi espíritu de esta tierra matinal y llena de sin sabores y olores a amor y ternura. Pero supongo que en el fondo, aunque mi naturaleza sea triste, nostálgica, solitaria, ambivalente, alterada y dulce, no deseo sino cumplir mi ciclo y luego ser nada.

Esta es una noche que no quiero recordar, es cuando un ordenador se vuelve mi confesor, un Word mi penitencia, un post de absolución, que diera yo por tener un confesor en carne y hueso, pero siento que lo que alguien pudiera decirme es tan insuficiente que yo mismo lo habría dicho mejor, las buenas intenciones en ese plano para mi no importan si no tienen la fuerza para hacerme pensar lo contrario.

Hay noches que no puedo entender lo que escribo, solo lo escribo.

Alain de Benoist y la Nueva Izquierda

domingo, 15 de abril de 2012


El siguiente es un documento videográfico basado en las anotaciones de Alain de Benoist, un pensador francés a quien el que escribe se considera un seguidor y admirador por considerarlo un tipo lúcido y acorde con lo que el autor de este blog dice creer.

Lo que se muestra a continuación trata sobre lo que podríamos llamar la “Nueva Izquierda” la cuál es la que impera en la actualidad sobre el orbe latinoamericano, aquella que se presume ser anti imperialista, vanguardistas, contestaría, pluralista y demás banderas que hoy todos intentan alzar, pero que, contrariamente, tienen su origen en el imperio estadounidense como un nuevo flujo de las ideas de izquierda que se gastaron tras la decepción de la revolución bolchevique de 1917.

A esto se suma una, en mi criterio, bastante sesuda descripción del nacimiento de los Estados Unidos, de su esencia sin cultura, sin identidad, que esta “identidad” se crea a través de un fin material, conocido como el “american way of life”, aquél que no crea una identidad, sino más bien una necesidad de sentir la existencia en cada persona que habita dicha “nación”.

En consecuencia se puede argumentar que la izquierda moderna es un producto del capitalismo norteamericano y, por tal, esta no pretende cambiar nada, ni mucho menos ¡qué ocurrencia! todo lo contrario, se está exportando sutilmente, un estilo de vida que, precisamente, atenta contra la identidad cultural de los pueblos al no tener, en el sentido estricto (los Estados Unidos) una cultura definida siendo solamente un territorio sustentado en la mera aglomeración de gente de todas partes del mundo sin mayor definición y/o en consecuencia, al negar el pasado, se niega la historia y su relación con el pasado, el presente y futuro, terminando por ser esta nación una constante sucesión de hechos presentes que no conducen a algo más profundo y trascendental.

Este video viene muy a pelo a lo que se describe en el post anterior titulado “la moral dialéctica del burgués rebelde” y quizás podría tomarse como una continuación y/o segunda parte del mismo, pero me siento pequeño en relación a lo que el maestro Benoist argumenta de mucho mejor manera que yo.

Confío en que lo disfrutarán.













La moral dialéctica del burgués rebelde


Es cierto que el mundo moderno es una constante contradicción en el peor sentido posible, no por las contradicciones de clase o lo que sea, sino por las contradicciones que llevan a acciones erradas que nacen de ideas, posturas que no condicen con lo que dicen representar.

La modernidad, la pos modernidad que vivimos hoy se basa en la contradicción de la contradicción cuando su modelo imperante, el capitalismo neo liberal, entre otras cosas, se ha encargado de mantenerse vivo usando para ello otras ideas, supuestamente, diferentes a esta como las ideas de izquierda, el socialismo, el comunismo que, en la práctica demostraron ser una extensión de la primera. Es un hecho que ahora los postulados de la izquierda se han vuelto una moda, un trend, una parte de la industria cultural del neoliberalismo para adherirlo a su escala de valores/seudo valores.


Una dialéctica que se transforma de acuerdo a la conveniencia de cada uno

En ese ambiente/entorno se mueve la mayor parte de la juventud de hoy que, con mucha inocencia, se lanza a postular cosas en slogans cargadas con ideas reducidas al máximo, que no dan cabida a una mayor introspección al respecto, donde todo es digno de un post, de un estado en facebook, de una foto “chida” en la red social, de un grupo de muchachos fervorosos por querer cambiar el mundo desde sus asientos frente a un ordenador que mami o papi le compraron.

La dialéctica oportunista de estas personas sobresale por tener un discurso, una perorata que maneja y se desenvuelve en la doble moral. Cuando la moda social demanda cierta actitud de boca para afuera pero en los hechos, en el día a día se muestra como una aberrante contradicción que atenta contra todo aquello que dicen creer. Una dialéctica que varia no por condiciones objetivas sino en base a la conveniencia y comodidad de cada sujeto.

Moralina

Ok, nunca he rechazado que tuve un pasado vinculado con los pensamientos de la izquierda, para mi es parte de un proceso de aprendizaje, de la juventud, de las ganas de hacer algo (ganas que no han sucumbido, pero se han canalizado hacia otras formas) pero eso cambió ya hace unos buenos años. ¿Cuando empezó todo ello? Precisamente, al darme cuenta de las actitudes contradictorias de las personas que se ufanaban de poseer dicha ideología. Creo ser un tipo que piensa que lo que uno dice se debe contrastar con lo que hace en la vida diaria y esto no sucedía con las personas a las que se hace relación ¿por qué? criticar al capitalismo, denunciar lo abominable del neoliberalismo es entendible, pero no se puede andar diciendo esto y aquello mientras se vive los días como un niñato burgués que existe aún del amor y caridad de tus papis, a expensas de ellos; no se puede criticar este sistema teniendo todos los vicios de los pijos burgueses como andar de farra cada vez que el instinto lo mande, andar ebrio hasta morir, drogarse sin medida ni respeto alguno; no puedes hablar de un nuevo orden cuando vives consumiendo sin ninguna noción y total desparpajo todos los productos comerciables y culturales de esa gran estantería que el sistema actual.

For example

Muchos ven en ciertas expresiones culturales como sociales rasgos de lo que podríamos llamar “manifestaciones contestarías”, por ejemplo, el rock, que sí, tuvo origen marginal por las raíces negras y obreras pero, esto no es una condición para que sea contrario al sistema; hasta donde se, esos negros querían la misma igualdad que los blancos y después de eso hacer el mismo dinero que estos pudieran hacer. Allí no hay nada de contestatario. Sumado a ello, si tenemos en cuenta estos inicios y la vinculamos con la fama y el éxito que esta parte de la cultura capitalista trajo a los exponentes de este género musical, esto desmiente cualquier raíz o pretensión reivindicadora, mucho menos contestaría.

La excusa de lo que no sucederá

He leído y escuchado a una variedad de personas citar viejos postulados del siglo XIX y del siglo XX de reconocidos pensadores o miembros de la cultura de dichos tiempos pero no entienden que estos son otros periodos, que la “cultura”, que la sociedad de hoy no se parecen en sus condiciones en nada a la de dichos años, todo lo anterior es caduco pensando que aún puede aplicarse en cuanto al presente respecta. El neoliberalismo, si, es una plaga, atenta contra la individualidad de las personas, atenta contra la identidad de los pueblos, desvirtúa el concepto de pertenencia para enfermarlo, pero de allí a creer que cogiendo, abrazando las “nuevas ideas” viejas vamos a conseguir un cambio a esta gran estructura, lo siento, pero es una ilusión ¿por qué? porque esas corrientes que hoy están boga, en boca de todos han sido absorbidas por la maquinaria cultural del neoliberalismo, han sido más inteligentes que los comunistas ortodoxos que todo cuanto no fuera semejante a ellos lo destruían; estos no, lo han adherido sin que nadie se de cuenta, sin que nadie se entere que ellos lo hicieron, y se lo metieron al inconsciente de las personas, en este caso de los jóvenes idealistas que, pensando cambiar el mundo, terminan formando parte de ese gran teatro que se ha vuelto el mundo para el capitalismo pos moderno el que, precisamente, al quedarse sin rivales, necesita mantener su estabilidad y hegemonía creando la supuestos antagonismos, sembrando el odio hacia si mismo, pero de una manera tan sutil que, si se ponen a pensar, no promulga un cambio (todas estas nuevas ideologías del pasado) sino que solo buscan reformar, modificar, cambiar un poquito ciertos puntos del mismo, para darle un rostro “más humano”, si no, ¿por qué creen que los nuevos rojos, que los progres, que los caviares, que centristas, que los anarco no se que cosa están a favor de un mundo plural, globalizado, sin fronteras, sin países que dividan, tan igual a lo que plantea la famosa “Aldea Global” base de la Globalización pos moderna neo liberal? Pues, seguramente, sin darse, porque son parte de un todo, pero cumpliendo diferentes roles que llevan, finalmente, al mismo objetivo, que no es otro que un mundo abstraído, sin identidad, sin capacidad para escoger por si mismo, donde lo único que le queda a los seres humanos, su identidad con la familia, con su grupo, con su comunidad, con su cultura viva y ancestral, con su nación, es desmembrado, desollado y ridiculizado. Si fueran contrarias entre si, ya sea el neoliberalismo y los muchachos acólitos a la nueva ideologías del pasado (izquierdistas, progres, caviares, derecho humanistas, anarcos no se qué, centristas, etc) por que hacen causa común por mellar todo esto ¿no les parece un tanto ilógico?


Nulidad como dogma

Y esto último no plantea una conspiración, sino la natural actitud del sistema para mantenerse vivo y sin caducidad. No nos extrañe por qué los líderes de las agrupaciones, organizaciones de la llamada izquierda provienen de las clases acomodadas, de la casta burguesa de este sistema, o de los esbirros aburguesados que juegan a la ser revolucionarios, defender al pueblo cuando lo único que hacen, como los partidos burgueses, es valerse del pueblo alzando las banderas de la reivindicación para llegar al poder y seguir dando vida a un sistema que necesita diversos rostros, diferentes nombres, otras formas que, finalmente, conducen a lo mismo, hacia si mismo.


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