Generación y Decadencia (parte I)

sábado, 24 de mayo de 2008

Cuando camino por las calles de Lima no puedo evitar sentir un cierto asco de todo cuanto veo en derredor. Hace poco que se realizó la famosa cumbre del ACL-UE y la capital peruana se ciñó bajo una serie de remodelaciones y reconstrucciones para lucir un mejor de la ahora “Lima, La horrible”.

A pesar de vivir en esta ciudad por casi 23 años hay algo en ella que todavía me parece repugnante y estresante. No se si será su plomizo y combustionado cielo, o quizás sus abrumadas calles en las que muchas veces uno no puedo ni siquiera pasar sin codear a tanta gente, o a lo mejor los micros, combis, cousters y ticos que perturban una conversación, malogran los tímpanos, o crean los infiernos invivibles que son las pistas de esta otrora Ciudad de Los Reyes.

No Illusions

Yo pertenezco a una generación frustrada, sin símbolos de identidad tangibles, despojado de las alegrías espontáneas y hasta banales de algún espectáculo de masas, Mi generación nunca ha visto en su vida a la selección de fútbol llegar a un mundial, tampoco hemos visto un gobierno decente que en verdad haya hecho algo productivo por el país. Mi generación es aquella que creció con las noticias de los cochebombas, los atentados terroristas pero, que de algún modo lo veía lejano, no como algo real. Muchos en la infancia jugaban a los terroristas (en mi barrio lo hacíamos y como si fuera poco, el chico que siempre era el “terruco” tenía rasgos menos occidentales). Somos la generación de la educación mediocre de los 90, somos la generación cuya comprensión de lectura es la peor de Latinoamérica. Una generación que creció con la violencia a flor de piel en los dibujos animados, aquella que no tiene ídolos para sentir propio y se refugia en la extranjería que tan bien se nos ha dado seguir y vanagloriar siempre.

Lima es decadente, como su gente, como yo, como tu, que eres o bordeas mi mismas edad entre los 20 más o menos. Esa palabra no quiere decir que seamos malos o nuestros valores negativos, tan solo que la sociedad que habitamos ha perdido muchas cosas que antes la hacían mucho mejor (sabiendo que lo antiguo también tuvo sus fallas).

Ni de inga ni de mandinga

Una de ellas es el racismo. Es verdad que en el pasado existió, pero téngase en cuenta el contexto de la época donde era algo visto con naturalidad. Sin embargo que después de tantas reivindicaciones y cambio de pensar en pleno siglo XXI se siga generando esto es símbolo de lo obstruido que estamos en cuanto a la ética y la moral. Así, el blanco cholea y negrea, el cholo negrea y blanquea y negro cholea y blanquea. Aquí no hay que pobre negrito ni pobre el cholito, es un constante feedback de racismo puro, que sigue siendo aceptado más no aceptado en público.

Filisteos pos modernos

Cuando pienso en Dios, no, me equivoco, no en Dios, él no tiene la culpa. Reformulando. Cuando pienso en la religión, por lo menos en el Perú, me doy cuenta que hay mucha desidia respecto a esta, sobre todo en los jóvenes, es decir, en la gente que comulga con mi edad.

Todos, o mejor dicho la mayoría, dicen creer en Dios, ser católicos pero ninguna practica, ninguno de ellos ha leído por iniciativa propia la Biblia, tampoco saben mucho acerca de la historia del pueblo elegido por el Dios cristiano y judío. Quizás, y como ha sucedido a lo largo de la historia del catolicismo en el Perú, este ha sobrevivido por tradición más que por convicción.

Cada vez se puede ver más un pensamiento laico o seudo laico camuflado con el dicho que uno vive la religión a su manera. Yo, personalmente, creo en Dios, pero lo cuestiono, no soy católico ni de ninguna secta y veo la vida haciendo una mezcla entre mi propia concepción de lo ético y moral, mi creencia en la doctrina de Jesús de Nazaret junto con la de otros tantos pensadores y demás. Es una visión mezclada, entre ellas la cristiana.

No es que los jóvenes no tengan en qué creer, me parece que ahora creemos más en nuestra propia fuerza motriz, que la letra de una canción pueda significar más que un libro “sagrado” o que una buena historia pueda ayudar a reflexionar acerca de N cosas. Pero por otro lado, en el Perú el cristiano (como dije antes) sobrevive por costumbre y eso lo reviste de una fina carcasa, muy adornada y pomposa que detrás de ella no es más que decadente como huesos de fariseos.

Cholitud rescatada

Esto, de manera alguna u otra ha hecho que muchas personas se interesan por conocer nuevos ritos, pero también por conocer la forma de pensar de los antiguos peruanos, de cómo entendían la vida, la muerte y los valores que los caracterizaban. No es el Inkarri vuelva como prometió, es que la “promesa” de la religión occidental se muestra nula en la práctica de un mundo capitalista donde los nuevos valores son el consumo, estar a la moda, cuanto tienes tanto vales. Muchos, buscando una “promesa” distinta optan por otro tipo de fe o rebuscan en las concepciones de los hombres peruanos del pasado.

Esto es particularmente interesante pues de algún modo y otro lo andino, lo que tiene que ver con el Perú pre-hispánico está comenzando a formar parte de la identidad nacional, a tener el valor que perdió hace más de 400 años.

Distintas expresiones han tomado lo andino para juntarlo con lo moderno y hacerlo algo muy peruano del siglo XXI. Una de ellas es la música, bandas como la Sarita, Micky Gonsalez, Flor de Loto y hasta en el sonido más underground como el Black Metal se ha hecho presente en bandas como Illapa, cuya lírica trata de temas mitológicos del antiguo Perú. Así mismo, en la gastronomía, la cocina Novoandina es el nuevo boom en muchas mesas de cinco tenedores a nivel mundial, aunque en nuestro país todavía sigue siendo un estilo que no baja al llano. El mismo mercado, el capital, se ha dado cuenta que lo andino, los temas de nuestras culturas autóctonas genera muchas ganancias. Por ejemplo, antes era imposible ver un polo llamativo con un diseño andino pues era considerado de mal gusto; ahora eso ha cambiado y es visto con ojos diferentes. Así mismo ocurre en la cerámica decorativa.

Epílogo Primero

El Perú, dominio anterior de Incas, Huaris, Puquinas, Chimus y Chavins es hoy por hoy una nación que busca encontrar su identidad. Es el momento cuando por fin podemos pensar por nosotros mismos. Es verdad, atacados por los mass media que tratan de decirnos cómo pensar, cómo reaccionar, pero ahora los jóvenes nos revelamos, quizás no a la manera en que se hacía en los 60 o en los 80, pero concientes que nuestro país en buena medida es “una mierda” a pesar de poseer tantas riqueza, potencia y capacidad para no ser un país desarrollado, pero si no reconocemos primero nuestras taras genéricas como sociedad no podremos aspirar a ser algo mejor a lo que ahora nos encontramos.

Si existe decadencia no es porque los jóvenes la hayamos creado, queremos cambiarla, pero muchas veces no sabemos “cómo” porque hemos crecido y vivido en medio de la debacle de nuestros valores como gran comunidad.

Pero, es menester reconocer el papel que nos toca jugar como fuerza potencialmente revolucionaria (en el sentido amplio y no sectario de la palabra) para generar esa transformación tan ansiada y dejar en cenizas del pasado esa frustración que a la mayoría de mi generación embarga, no como un sentimiento espontáneo, todo lo contrario, como parte de nuestras funcionalidades………

Misántropo

miércoles, 21 de mayo de 2008

Las puertas del cielo pocas veces se han abierto para los mortales, quizás porque estas, en verdad, nunca hayan existido. Tal vez al escuchar una música profana y pagana mi alma no se corrompa, porque dichos demonios y dioses nunca han sido lo que las personas creen o creyeron que son.

Hoy me siento un misántropo, no porque haya sufrido un gran daño, sino porque el mundo y los humanos me parecen desdeñables, yo incluido. No si hable por toda la totalidad de mi ser o por el contrario, exprese una pequeña porción de mi que siempre se ha sentido, no anárquica, los anarcos apestan, si no mas bien desidiosa, ociosa, vulgar, extrema, violenta, inicua, profana, atea, impura, sangrienta y tormentosa, todo al mismo tiempo y con la misma intensidad.

Es verdad, a lo mejor muchos que conosco me dirán, es una desviación del burgués, o que el “fasccio” o el fachismo se apodera de mí. Nada más alejado de la realidad. No.

Me gusta sonreír, me inquieta la manera como las cosas funcionan o dejan de funcionar, viven y mueren, detesto la perfección pues esta es solo la aspiración mediocre de mentes abstraídas con vanalidades de la vida consumista occidental. Siempre la risa de un infante produce un cierto alivio para los tormentos de mi estrepitoso, o el beso profundo y sincero de la mujer que amas.

Pero ahora, no inspira decir cosas tiernas, y puedes reprenderlo, si tiene en gana, pero tengo mi lado de misántropo, ese que detesta a la humanidad por su inmundicia y decadencia, por su retroceso más que por su progreso.

Cuando niño, me fascinaban las historias de los romanos y de los Incas. En ese entonces y hasta entrada la adolescencia anhelaba vivir en aquellos pueblos. Pero ahora no. Esas civilizaciones si bien crearon también derramaron la sangre por sus tierras y fueron brutales y opresores nefastos con su población. No es que me guste el siglo XXI, pero comparado con lo de antes, este parece ser un lugar mucho más vivible, sin por ellos dejar de ser un panteón para la civilización humana.

Escucho algo de música y no encuentro razón para la chiclosa y espantosa música de amor que sueltan a cantaros las emisoras de radio. En todo caso, las letras de amor de los años 40 y 50, incluso los 60, eran mucho mejores, con más sentimiento y sentido que la basura nauseabunda que hoy se escucha. Sumado a eso, otra peste es el reggaeton, no entiendo como las tías se mueven al compás de ese esperpento musical cuando en sus “letras” (si cabe ese término) las mujeres son puestas como meros objetos para llegar a una segura eyaculación, Qué idiotas, por el amor de Dios o del mismo Lucifer (si es que existen, claro)

No es que sea cerrado, es que no entiendo la naturaleza del hombre de hoy, parece, por momentos todo tan superfluo, el mero placer por el placer, la mera diversión estúpida.

Muchas de las personas que conozco piensan en colectivo, el bien social, el bien familiar y toda esa sarta de santurronerías que hasta ahora con ningún sistema ni formula se ha podido alcanzar. Por el contrario, la sociedad se ha desvinculado cada vez de sus raíces, y la familia, al modo ortodoxo se ha quebrado y su decadencia es más que evidente. El mundo, como se muestra ahora es una cascarón en una etapa de transición, las sociedades cambian para bien o para mal, pero ya no evolucionan, el hombre ha dejado esta matriz y solo se espera de él, de nosotros el cambio que, dicho sea de paso, ahora no es más que para empeorar.

No creo en el mundo de hoy, creo en las personas, en algunas personas de hoy, que tienen no necesariamente un espíritu de cambio y de lucha, en determinados momentos es bueno luchar, en otros, solo esperar, depende la realidad, y otros que si tienen una noción de algo diferente, como sea, ambos tipos de personas son las pocas concientes que creo existen ahora, no solo de palabra, también de acción. Individual y colectivo, van de la mano, no puedes cambiar lo general si no modificas primero lo particular, no veo otro tipo de lógica.

Como sea, la misantropía consiste en el desprecio de la humanidad como especie, en sus actos y demás, pero esta palabra puede también envolver una necesidad de crítica dura contra aquello a lo que uno corresponde y, por imposición o autodecisión, pertenece. No se en cual de estos dos grupos me encuentre en realidad, pero si se que mi personalidad lleva marcada esa palabra desde que tengo uso de la razón mundana y algo más……

Cumbres e Izquierdas

lunes, 19 de mayo de 2008

El Perú ha sido escenario de las Cumbres ALC – UE y las de los Pueblos. Ambas, desde posiciones antagónicas tratan de buscar soluciones a diversos problemas pero muchas de estas muestran sus sesgos políticos mientras el movimiento juvenil peruano busca consolidar sus posiciones para generar un movimiento social unificado coherente a las demandas del mundo moderno desde posturas progresistas
En la semana que acaba de pasar el Perú acaba de estar en el ojo público de todo el mundo, primero que todo por la V Cumbre de América Latina y el Caribe con la Unión Europea, más conocida como ALC-UE, y por otro lado, la mal denominada Cumbre de los Pueblos.

Ambas, la oficial y la no oficial (en ese orden) tienen objetivos muy distintos, pero ambos trataron desde diversos puntos de vista tocar temas claves, la pobreza, el hambre, el desarrollo de los países del “tercer mundo” y el cada vez creciente problema del medio ambiente.

Hay una duda que me salta a la vista en ambas reuniones ¿qué nivel de representatividad han tenido ambas? El ALC-UE por su parte ha traído consigo a un grupo de neoliberales con sus medidas para implementar el desarrollo que se nota incompatible a nuestra sociedad, pero eso no quiere decir que algunas medidas no sean de utilidad para nuestro país. Por otro lado, la Cumbre de los Pueblos, a la que remotamente pude asistir y que estuve al tanto por los medios de comunicación me pareció un espacio abierto para las diversas propuestas de izquierda en el Perú. Lo que le ha quitado credibilidad política e ideológica es que está haya estado vinculada al bloque chavizta, es cierto que Hugo Chávez no asistió, pero lo hizo Evo Morales, y por allí se voceó que Rafael Correa lo haría también.

Tradicional izquierda cabeza (c)hueca

Mirando y escuchando lo que los grupos de esa izquierda underground decían uno se puede dar cuenta que de algún modo u otro esta cumbre ha tomado las banderas del chavismo como el nuevo portador del estandarte de la revolución en América Latina, y por que no (pensarán ellos) del mundo. La Universidad Nacional de Ingeniería se llenó de muchas voces del ayer, enclaustradas en viejas consignas e idea de los años 70, cuando la radicalidad del mundo todavía estaba en boga.

No es que la izquierda peruana sea acéfala, lo que pasa es su cabeza está chueca. El mundo ya ha cambiado, la radicalidad en el modo de lucha violenta ha terminado, a la gente le produce rechazo escuchar de lucha armada, o de los malos neoliberales y los buenos izquierdistas. Ese discurso, por más verdades que pueda tener dentro de sí (claro, segmentando la propaganda fanática de los hechos reales) no es de gusto para las masas que están sumidas en las cotidianidades de la vida, querer superarse, tener que llevar a la mesa todos los días y demás.

Será por eso que muchos asistieron por la falta promesa que iría Maradona a meterse una pichanguita con las gastadas estrellas de antaño del fútbol peruano que a oír lo que estos grupos tenía que ofrecer.

Déjenme decirles que yo lo oí. Les cuento.

Fue mientras hacía la cola para entrar al recinto de la UNI (una mierda, si me permiten la lisura, porque al final no permitieron el ingreso), escuché a más de uno decirle al de al lado o al policía que no dejaba pasar lo poco que le interesaba escuchar a estos “partiduchos” ni a los chavistas, “yo vengo a ver el partido nada más, el resto no me interesa”. Esa es la verdad del asunto. Y si muestro otra imagen sería esta. La del típico vociferante (creo que era del grupete de Antauro Humala) hablando incoherencias que en esa familia son el pan de cada día, lo curioso o lo tragicómico, como quieran calificarlo, es que nadie le escuchaba, ninguna persona vi acercarse a escuchar lo que aquél sujeto, chato, vestido de uniforme militar decía.

Esa, sumada a los comentarios de las personas en la cola es lo que significa la izquierda continuista en el Perú. NADA.

Esperanza en la Nueva Juventud

Les cuento, yo formo parte de un grupo de jóvenes concientes y plurales llamado JUDEH, Juventud por los Derechos Humanos, soy relativamente nuevo y me parece que quienes lo integran son chicos de esa otra cara de la izquierda, que trae nuevos bríos y esperanzas primero para el grupo político y luego para el país tratando de entender el pasado abrupto, sin olvidar el legado de la violencia política y por otro lado, la necesidad de reestructurar un pensamiento social y progresista moderno, adecuado a la realidad nacional y mundial que el siglo XXI demanda.

Había pactada una reunión con diversos colectivos de jóvenes, todos de ala izquierdista, sería interesante escucharlos. Y así fue.

Entre estos colectivos también se encontraban algunas juventudes partidarias como los de el partido nacionalista o la juventud comunista del PCP, tal vez los bastiones más conservadores y ortodoxos de las agrupaciones presentes allí y con tradiciones algo verticales.

Cuando las organizaciones y colectivos hicieron una breve presentación sobre sus ideas y aspiraciones en este evento, muchos de los expositores usaron términos interesantes, como sectarismo, la manera como llegar a la población y no cerrarse solo en los colectivos, la revaloración ideológica y dejar atrás fórmulas atrasadas para el mundo de hoy.

Eso da la idea que dentro de las juventudes independientes de izquierda hay en verdad un sentimiento de frescura y de renovación que es lo que se necesita para formar en verdad un oposición moderna, consecuente y tradicionalmente progresista.

En la reunión se podía percibir ese aroma de esperanza para realizar una unión duradera para crear un movimiento social sólido que pueda hacer frente a las desavenencias del Estado y de las muchas empresas que pasan por encima a muchas poblaciones. Y no solo quedarse en hacer frente a…. sino también de formular una agenda de debate y la postulación de políticas que puedan dar soluciones a los problemas que ocasiona nuestra idiosincrasia, así nuestra diversidad cultural, ambiental, ecológica, lo que, desde mi punto de vista ha hecho que el capitalismo fracase en la sierra y la selva de nuestro país porque los modos de producción (con todo lo que ello implica) son incompatibles con estas realidades sociales y económicas, que en el Perú, dicho sea de paso, son muchas.

Viejas consignas muertas

En el mundo de hoy (y esto es muy personal) hablar de estatizar, nacionalizar son cosas que no pueden producir algún beneficio, mucho menos al endeble e ineficiente Estado peruano que no es capaz de controlar la corrupción, muchos menos está en la capacidad de fungir como administrador de empresas. No es como dicen los liberales que el Estado es un mal empresario, creo que hay países, incluso capitalistas que han sabido manejar grandes empresas. Lo que sucede que la ineptitud de nuestra administración y funcionarios hacen de la maquinaría estatal laxa, lenta y muy, pero muy corrupta.

En tanto, que otra vieja consigna, que es la de lucha armada como medio para llegar al poder, se hace ahora una pantomima que muchas veces produce risa o aversión, pero muy pocas veces adhesión. Eso terminó lo radicalizó Sendero y a la vez estigmatizó dicho discurso. La gente es muy reacia a cualquier discurso violentista. No es que no haya espíritu de cambio, pero la población en general se ha dado cuenta que hay mejores medios que la violencia para generar una transformación real.

Es verdad que el Humalismo ha demostrado que puede despertar los odios de la población marginada, a la que el Estado no llega desde hace muchos años, décadas e incluso siglos, a aquellos quienes han sido tratados despectivamente como “cholos” “serranos” “indios” y demás. Allí es donde esta perorata ha llegado a exacerbar el resentimiento de esta mayoría. De modo que el discurso violentista bien articulado puede generar la movilización de masas incautas hacia un abismo ideológico.

A modo de Epílogo

Muy aparte de si ambas cumbres tengan un impacto en el Perú (pues creo que más acogida y buena vista por parte de la población ha tenido el ALC-UE) me parece que la oficial es la que dará resultados más rápidos, si óptimos o no, es posible que muchos sean positivos y otros no.

En tanto que a las tendencias nuevas de izquierda les queda un reto muy grande pues, para promover el cambio, primero deben cambiar ellos mismo, y ya lo están haciendo, pero la vieja guardia aunque muy underground sigue teniendo mucha acogida en sus espacios muy cerrada a innovar sus posturas (eso no es revisionismo, como dirán) el problema está en si deslindar con estos o por otro lado, tratar de convencerlos de los nuevos aires en la izquierda.

Pero (siempre existe un pero con esta gente) como dicen las madres, “a un niño puedes hacerlo cambiar, en un jóven existe el cambio pero es difícil, en cambio el viejo no cambia ya”

Sea como sea, espero que de este caldo de cultivo se forme un verdadero movimiento social propio del Perú, tomando lo mejor de fuera (como lo sugería Mariátegui) y crear las condiciones para revolucionar la política, nuestros espacios de acción y por últimos las estructuras de nuestra sociedad que tanto lo necesita y lo clama desde que nuestra insufrible República se formó.

VIVA EL MOVIMIENTO SOCIAL!!!!!!

El Delirio de los Amantes

martes, 6 de mayo de 2008

El siguiente escrito no trata de un comentario racional, sino por el contrario, tal vez hablaré con el hígado, lo que de alguna manera restará imparcialidad a lo siguiente:

Hace poco vi en el programa de Beto Ortiz y Aldo Miyashiro, “Enemigos Íntimos” en el que se presentó un reportaje sobre una pareja de enamorados, por la pinta parecían no llegar a los 20.

Hasta allí todo simulaba estar bien. Pero resulta que este par decidió la altruista decisión de quitarse la vida. “Bien”, pensé. A lo mejor sus familias los presionan mucho, “quizás, es posible” sin embargo eso no justifica la acción. En el nombre de un amor difícil de concretar, no, tampoco. La razón es que los padres de la chica acaban de separarse y por eso los “enamorados” decidieron poner fin a sus vidas ingiriendo una poción mortal de veneno suficiente para acabar con sus vidas en cuestión de segundos.

Beto Ortiz, sarcásticamente (y con razón) los llamó los Romeo y Julieta del Cono Norte, ese apelativo no les podría caer mejor. Sin embargo, hay muchas diferencias entre los amantes de la obra de Shakespeare y estos insulsos representantes peruanos.

Primero que todo porque no se concibe, o mejor dicho, no concibo, que alguien decida quitarse la vida por el problema de otro (en el caso de chico), es decir, creo que en la historia de los suicidios, nadie ha optado por terminar con su vida si el problema no lo atañe a uno directamente. No creo a nadie tan tonto ¿o acaso si?

Segundo, que al ver a la pareja y oír declamar su amor más que un feeling sentimental lo que se nota es aferro, tal vez cada uno sea un escape para el otro, pero ese no es un tema en el que entraré porque no es de mi interés debatir sobre aquello, pero es un aspecto que debe tomarse en cuenta.

Sin embargo, mientras relataban la historia de su fracasado suicidio no noté en ningún momento alguna reflexión al respecto. Es verdad que al final, tras haber ingerido la pócima letal, se dieron cuenta que era mejor desistir de la idea, pero no ahondaron en contar por qué cambiaron de parecer, lo que me hace creer que poco racionalizaron las consecuencia de sus actos, como si hubiese sido un impulso que llevaron a cabo sin meditarlo.

¿El delirio o el amor?

El doctor Maestre en el reportaje dijo algo que a mí me parece muy cierto en el caso de esta particular relación. Que ambos más que sentir amor sufren de “delirio” que se cuando una idea “se sale” de la norma establecida por el grupo social al que pertenece.

Teóricamente, el delirio debe cumplir ciertos requisitos como tener una idea fuertemente sostenida pero con fundamentos lógicos inadecuados. Así mismo, esta idea debe ser incorregible con la experiencia o demostración de su imposibilidad. Esta misma debe ser inadecuada para el contexto cultural del sujeto que la sostiene.

El delirio no se diagnostica por la convicción de la idea sino por la manera extravagante con la que se llega a esa convicción. En este caso, que la separación de los padres de la mujer llevó a la pareja de pensar o determinar que lo mejor era terminar con sus vidas. Y si analizamos los puntos arriba mencionados, para este argumento se manejó una lógica inadecuada pues el abismo familiar de la chica arrastró al hombre también; no muestran capacidad de reflexión después del suicidio fallido; además, el suicidio en la sociedad cristiano occidental no está aceptado por ser considerada como una profanación, pues el único que puede quitar la vida a un ser humano es Dios, el único que decide cuanto uno vivirá y cuando su vida terminará.

Tanto en la psicología como en la psiquiatría, el delirio es una especie de antesala para la psicosis, un síntoma propio de esta enfermedad. En ese sentido y de acuerdo a sus clasificaciones, el delirio determinado por el doctor Fernando Maestre podría encasillarse dentro de lo que se conoce como “delirio defensivo” es decir “el mecanismo de defensa que se activa lo hace por depreciación, manifestando la persona con su conducta la necesidad de alejarse de los otros, buscando protección y ocultarse”.

En este caso, los amantes delirantes buscaron refugio en el otro para escapar de sus problemas de casa, la separación de sus padres. En base a esto, y es una opinión personal, esa relación no construye sino funciona como un soporte para los problemas del otro, no busca necesariamente la solución del mismo, sino que crea un falso vínculo que llaman “amor” por medio del aferro y la sublimación del ser “amado”.

De ser así, la relación no conlleva a un ambiente sano pero si mórbido porque han hallado satisfacción al contemplar situaciones desagradables o dramáticas como es el caso del suicidio como único modo para acabar con sus sufrimientos. Esto sucede cuando una persona no goza de buena salud o juicio, en este contexto, la separación de los padres de la chica son una buena razón para ello.

Responsabilidad del Mass Media

Desde otro punto de vista, la noticia de un suicidio por razones vinculadas al amor siempre va a obtener titulares por parte de la prensa peruana que siempre está ansiosa por sangre y si a eso se mezcla el amor de dos jóvenes inconsecuentes, mucho mejor.

Eso si hubieran concretado su acto, pero no lo hicieron, y de todos modos es noticia, por el mismo hecho que no murieron e incluso más al saber que la fuerte dosis que ingirieron no los mató en instantes, ellos dicen que es el amor, pero eso no lo creo.

Es verdad que estos temas, en los diarios y noticieros capitalinos abundan siendo tratados como mera carne de cañón para entretener al vulgo ávido de morbo, sangre y violencia, pero pocas veces se orienta o se aconseja sobre estos actos. Claro, la solución no es tocarlos a la manera cristiana, sino empezar por una perspectiva laica y consecuente con la sociedad juvenil actual. En este sentido los medios de comunicación como grandes interventores en nuestra comunidad tienen una responsabilidad que deben afrontar pues, no solo deben remitirse a presentar y describir ¿por qué lo hizo? ¿Quién lo hizo? ¿Cómo lo hizo? Se hace necesaria una interpretación por parte de los medios para temas como estos, si tenemos en cuenta que las cifras de suicidios en Lima son muy grandes y es probable que vaya en aumento.

Ahora, si estas noticias deberían tomarse en cuenta en el contexto actual del periodismo nacional, creo que no, porque no son abordadas con la importancia que merecen (a pesar de no ser un tema de coyuntura nacional) En este punto entran en debate muchos puntos vitales para el periodismo, la libertad de información y difusión ¿Hasta qué punto es necesario mostrar al público estas noticias si de alguna manera no existe la orientación debida? ¿Qué es más importante, la primicia, la noticia o la salud de un público que no necesita ser bombardeado de incesante información sino de análisis e interpretación?

Falaz Reflexión

Beto Ortiz, al igual que yo, se mostró fastidiado por la actitud tonta de estas dos personas, porque resulta una acción idílica y carente de lógica, que no conlleva a nada, sino al escape cobarde de una realidad que puede ser modificada y mejorada.

La vida no es un jardín de rosas y que bueno que sea así, porque de lo contrario sería tediosa, monótona y aburrida, en ese caso, si valdría la pena no existir, porque todo estaría predicho y no habría nada por qué luchar.

Los seres humanos muchas veces tenemos períodos oscuros en los que la vida nos pone a prueba para conocer nuestra resistencia moral y de voluntad. El escape a través de la muerte no es la solución a un problema frustrante como si el dolor del mundo te cayera en las espaldas y el amor es tan bello que no se puede manchar su esencia con un cuento tan antiguo, burdo y desfasado como el suicidio por el ser amado. Eso no es amor. Solo estupidez en pleno siglo XXI donde la globalización junto a su consecuente era de la información, se supone, nos quitaría ciertas ideas ya obsoletas, carentes de sentido en nuestra sociedad contemporánea de hoy.

Niebla Magenta del cuarto de la sin razón y el desazón

martes, 29 de abril de 2008

Surcando la montaña negra, abrazando el solo espejo de la reflexión autómata, no es fácil entender el claro oscuro de un mente obcecada y obstinada que se niega a admitir tara en la sin razón de su absurdo ejemplar.

Allá, donde la niebla podía, poderosa, destruir todo mal cual se cruzase mortal, ahora no sino el gas de un bálsamo de odio y resentimiento barato que se condensa con púrpuras proclamas con olor a orgullo y prejuicio, con la visión sesgada, no ve ni de día, mucho menos de noche, sería mejor que un cuervo viniese a destemplarle.

Si la verdad se encuentra en el amor, es posible que la verdad sea algo confusa, así como lo es el amor, y que la intransigencia se encuentra en el aferro. No es amor. Versión barata de un sentimiento mal versado, tergiversado, con poca sustancia y mucho desdén, donde la palabra de autoridad es el dogma y la desobediencia vengada con el cutre hedor de acciones de niños malcriados.

Brilla y brilla. Un hombre espermáticamente amoroso y sincero: Ya sonó la puerta y no trajo, está de más decirlo, un buen talante para curar la depresión, no se entiende mucho, pero está bien, porque no es necesario entender, solo sentir, expresar y ser uno mismo. No es el cielo no sea celeste y el pasto verde, es sentir el cielo celeste y la composición armoniosa de su color y el verdor abundante e hiperbólico natural de una especie que clama por un poco de paz, lejos de cualquier capricho violento e inconsistente de su alma.

No hacia mucho tiempo que los grandes amores parecían cosas del pasado. En la eras clásicas y medievales, e incluso “Casablanca”. Así como la historia simulaba que el sol nunca se ponía en el Imperio español, parecía que nuestro amor no caería, o no se pondría en la puesta del sol. La esperanza siempre fue un atributo, pero el hastío caló hondo en el corazón de los seres. El mundo se mueve por efectos de la física y qué diablos más, pero en verdad el espíritu humano y su amor son más grandes que toda ley mundana.

I GIVE YOU EVERYTHING…………………………….corea alguna canción sin estación que la oiga sonar.

Se oyen los ecos de lo que fue y también ese estruendoso bramido que no admite que alguna vez alguien le amó con la vida entera y se olvida que le regalaron la cosa más preciada ser viviente sobre la tierra, su vida entera. Pero no espera efectos metafísicos y programáticos, pues las taras del orgullo y necedad calaron hondo hasta atravesar su sinapsis como esa bala maldita que obstruye el paso al aire fresco, dejando seco toda posibilidad de salvación y redención a su cerebro, y algo más……quizás.

Escupe si eso deseas hacer. Que esputar no sea la costumbre del ocaso porque de tanto y tanto puede caerle en su cara y darse cuenta que todo el bramido sordo no sirvió más que para matarla. No te sientas menor, sabes que el fondo lo di todo por ti y no lo supiste así ver y reconocer, se escucha que el viento le sopla al sol falleciente con algo de furia, pero lleno sentimientos.
Bueno, ya se hace tarde, y la puesta del sol trae bellos recuerdos, ya pasan de las cinco con treinta, es la hora propicia para recordar, algo nostálgico, algo impaciente, algo esperanzado. Los contratiempos, tempestades y demencias del ayer pueden ser una bella sonrisa hoy, sin tan solo ese solo yaciente se dignara a escuchar y dejar de bramar sin más.

¿Debe o no debe transmitirse el juicio a Fujimori por canal 7?

miércoles, 16 de abril de 2008

Se que en uno de los primeros post que publiqué en relación al juicio a Fujimori, Martin Rivas y la lucha política de 20 años expresé el deseo o casi el pedido que este fuera televisado por el canal del Estado para que el público pudiese seguir con detenimiento este caso, cuya trascendencia histórica es innegable.

La razón de este post es para rectificar esa postura. Creo que no es posible (pero si factible) que se transmita el juicio al ex presidente, no por razones de señal o programación de canal estatal (que debería ser más que todo televisión pública, pero eso es otro tema) Todo lo contrario. Creo que no es conveniente transmitir este proceso en señal abierta por la simple razón que no hay alguien que guíe o explique lo que allí sucede.

Con esto, mi intención no es la de desmerecer la capacidad intelectual de la población. Pero tengamos en cuenta ciertas cosas.

Los 90 fueron años políticamente interesantes, donde el populismo llegó a niveles increíbles. Es verdad que en la siempre insoportable capital, cuyos habitantes creen que Lima es el Perú y el interior del país anexos que deben sostener su civilización, la mayoría conoce las artimañas y trucos de politiquería barata de los que se valió el ingeniero para gobernar y mantener sosegada a los sectores populares que eran en el poder su soporte y en tanto que ahora son su fuerza motriz y militante.

Eso sucede en nuestra capital. Pero en el interior la situación es distinta. Sépase que el soporte vital y el mayor hacia el fujimorismo y lo que significó proviene del interior del país. En ese contexto y teniendo en cuenta que las barreras económicas del cable en las regiones no se han acortado como sucede en Lima, la transmisión de este juicio no haría más que ayudar a la defensa del ex presidente.

Y eso lo sabe su abogado de cabecera César Nakasaki, quienes ahora están a favor de la transmisión a nivel nacional porque este proceso no solo les sirve para demostrar que su defendido es inocente, sino como un medio de propaganda política en el cual “el chinito” queda como un ser caído en mala suerte siendo juzgado por cosas que él no sabía, la culpa siempre fue de Montesinos quien por lo bajo solucionaba los problemas sucios mientras este personaje se dedicaba a solucionar los problemas del país. Y claro, preparar los cimientos para lo que serán las elecciones para el 2011, donde claramente los fujimorista quieren llevarse el gran pedazo de la torta del poder, y por supuesto, otorgarle la impunidad a su líder.

No me parece raro que en la país pase esto, siempre hemos sido una sociedad con marcados rasgo autoritarios. No podemos negar que dentro de la mentalidad del peruano ha estado y sigue estando esa mentalidad que un tipo duro en el poder solucionará las cosas y pondrá orden donde haya desorden social, político o de cualquier índole. Es verdad que la mayoría vio en Fujimori esas cualidades y no dudó en respaldarlo. Sumado a eso los regalitos efímeros que este daba a los sectores populares, ejemplo sean esos colegios que se inauguraban a modo descomunal pero que al poco tiempo se caían e incluso muchos no contaban con un solo profesor.

Esa tradición autoritaria que hemos conservado y la seguimos generando ha llevado a otro fenómeno que está ligado al anterior: El caudillismo. Este existió desde que la República peruana tiene vida, desde los militares incompetentes que no hicieron mas que saquear las arcas de la nación, hasta los civiles como Piérola. En el siglo XX la situación no fue diferente, solo que finalizó su constitución en diversos “partidillos” que se formaban en torno a la figura o acción de un solo hombre, ejemplos claros (aparte de Piérola) están Sanchez Cerro, el partido Odriista de Manuel A. Odría por mencionar algunos. Incluso, tras el desastroso primer gobierno de Alan García (1985-1990) este número de partidos caudillistas, curacales, basados en la imagen de una sola persona aumentaron.

Sumado a esto que el discurso político articulado se había perdido. La población había terminado hastiada de los pensamientos y las doctrinas políticas, pero esto estaba complementado con el hecho que los partidos políticos parecían no renovarse. Así lo percibió la población y cuando llegó el momento de elegir decidieron por alguien nuevo, un rostro distinto, que decía lo que la gente, en ese momento, quería escuchar; que habría un cambio en el país, que la gente nueva haría lo que los “políticos tradicionales” no habían logrado hasta ahora (nótese que el término “políticos tradicionales” ya lo usaba Fujimori en la campaña presidencial del 90. Es un error atribuirle esta a Ollante Humala, dicho sea de paso, otro caudillo) Este nuevo discurso, sin mucho contenido de fondo, es verdad, pero con mucha audacia fue uno de los factores que posibilitaron que Kenya Fujimori llegara al sillón presidencial.

Desde el principio del gobierno la imagen del “chinito” fue engrandecida, aduciendo que este era un hombre capaz, que no le temblaba la mano a la hora de tomar decisiones importar para reactivar el país, para luchar y vencer al terrorismo. Este mito fue complementado con la idea que era un gobierno para los más pobres donde, ciertamente, caló muy fuerte a pesar que dicha ayuda tenía un fin de político muy marcado y trascendental para el gobierno.

En un partido caudillista no es de sorprender que tras la huída del líder dicho movimiento se fraccione, entre en disputas de contenido y/o por último desaparezca. Todo esto (salvo lo último) ha sucedido en el movimiento fujimorista: surgieron las escisiones, disputas de poder, quién secundaría al jefe y que el nivel de aceptación entre la población cayera considerablemente. Todo esto sucedió. Sin embargo, y dado que el Perú es un país de gente un poco extraña, cuando el caudillo llega a Chile, el movimiento se vuelve a cimentar bajo la promesa (con matices religiosos, dicho sea de paso) de que pronto regresaría al Perú para decir “su verdad”, como la promesa de la venida del hijo del hombre para volver a imponer el orden y la paz que durante su mandato todos los peruanos disfrutamos.

Esto es un síntoma penoso en nuestro país, y no hace más que demostrar que tal vez nos falte mucho para tornarnos en una sociedad democrática, pues la democracia y su juego no es que cualquiera hable lo que quiera, la libertad de expresión y todas esas cosas. Sino, y esto es algo muy personal, de saber diferenciar entre lo bueno y lo malo, reconocer la virtud, los errores de dicho líder, de aprender de los errores del pasado, de no dejarnos endulzar con discursos llenos de formas bonitas bien condimentadas con todo eso que al peruano le gusta escuchar para luego ir a votar totalmente banalizado, por el contrario, saber diferenciar esa incosistencia de fondo y exigir una verdadera plataforma de ideas estructuradas y coherentes.

Por eso, creo que el Perú no está preparado ver en señal abierta el juicio al ex presidente, de suceder esto debería haber un panel especializado que guiara y explique lo que se está hablando, interpretando. Pero surgiría otro dilema, desde mi punto de vista, si se interpreta a favor de quien (pues interpretar representa una valoración a favor o en contra de algo) Si lo hacemos en contra de Fujimori, entonces se dirá que se quiere parcializar a la opinión pública y desmerecer a la persona de Fujimori; y si por el contrario se hace la interpretación pro Fujimori entonces la prensa, las ONG`s, víctimas de los excesos del gobierno y buena parte de la sociedad civil diría que el gobierno está en alianza con el fujimorismo.

Entonces, es un problema complicado y no creo que se pueda ser imparcial en este respecto, o a lo mejor me esté equivocando. Podemos ver también que el canal 5 “Panamericana Televisión”, si el canal de Genaro, transmite unas cuantas horas el proceso mientras un par de presentadores trata de explicar (más no interpretar) lo que sucede, pero más allá de eso no pueden porque no son las personas indicadas y porque es una postura dificil, políticamente, la que los medios que lo hagan deben asumir. Claro, en el cable lo transmite Canal N, es verdad que todas las sesiones completas, pero se quedan allí en la simple transmisión. En tal, el espectador queda a diestra para caer en confusiones porque, seamos sinceros, es un juicio tedioso, anquilosante a muchas veces y los testimonios son tan diversos que uno no sabe a quién creer.

No me queda para terminar decir que en lo que a mí respecta la culpabilidad de este señor es más que evidente, lo creo de manera militante y debemos aprender de este episodio de nuestra historia para no cometer el mismo error, pero eso no es solo el rollo o el floro de los que gobiernan y administran el poder, sino de la población en general, porque los excesos los aprobamos tácitamente, así como con nuestro particular desentendimiento permitimos que Sendero Luminoso se extendiera causando tanto daño y horror. PARA QUE NO SE REPITA……….

Teoría y Práctica del Rock

jueves, 3 de abril de 2008

En principio, teorizar y estructurar (en el sentido estricto de la palabra) algo tan subjetivo como el rock es, por no decirlo menos, una estupidez. Por tal, el nombre del título de este post no responde más que a un juego de palabras.

Lo que si se puede hacer es rastrearlo, segmentarlo, escucharlo, disfrutarlo lo que conduce al entendimiento o comprensión del mismo y que, en muchos casos, deriva también en su adopción, es decir, haciendo y creando “puro rock”

No es mi intención abarcar los dos primeros ámbitos (rastreo y segmentación) pues tomaría mucho trabajo y una extensión de nombres y fechas que puede llegar a marear en el caso del primero, en tanto que el segundo requeriría de definir épocas, géneros, artistas, estilos, lo que haría muy extenso este post. Así que me lo reservo para otro tipo de fines. Solo me concentraré en los tres últimos, puesto que son parten de mi experiencia como un fanático crítico del género mezclado con reacciones y experiencias de otras personas.

Es verdad que desde los orígenes de la civilización misma el ser humano ha encontrado en la música no solo el arte sino también un incentivo místico para agarrar coraje para salir a cazar a un animal que triplicaba (o incluso más) su tamaño promedio o para entrar en una unión colectiva de equipo necesaria para ir a la guerra y traer la tan ansiada victoria. Pero mientras fue transcurriendo el curso de la historia, los sonidos se fueron, si cabe el término, perfeccionando y embelleciendo dando. Es verdad que siempre fue accesible al público en general, pero de algún modo y hasta ahora las clases altas y las populares estaban divididas entre otras cosas por el tipo de melodías que escuchaban.

El siglo XX fue tal vez ese período en que muchas cosas se masificaron de manera desmesurada y la música con sus distintas tendencias y vertientes no escapó a este proceso inicial que luego se pronunciaría más hasta llamarse lo que hoy conocemos como “globalización”

Es bien sabido que el rock como lo conocemos tiene muchas influencias, entre ellas la más nítida el blues, música folk y el gospel estadounidense dando el salto a la escena en los años 50 para luego acentuarse en los años 60 y por fin posicionarse en los 70 hacia delante.

Pues bueno, escuchar una canción de rock por primera vez a veces no puede resultar lo que queremos. En mi caso, tal vez no fue lo más óptimo, no es que fuera algo desagradable, no me pareció molesto, pero tampoco me pegó mucho, que digamos. La banda no vale la pena escucharla, puesto que ahora si la disfruto. En muchos casos es cuestión de suerte o cosas del azar que suele ser tan caprichoso.

Para muchos “oídos curiosos”, como alguna vez escuché por allí (la verdad no recuerdo a quién) el rock podría ser un amplio campo de experimentación por la gran variedad de sonidos y corrientes que tiene dentro de sí, incluso muchas de estas forman verdaderas comunidades sobre las que giran en torno a un pensamiento específico.


A veces, definir que estilo o género toma mucho tiempo. En mi caso, me tomó, teniendo en cuenta que lo escucho de manera persistente desde 1998, unos 7 años. Por definición me considero grunge, aunque la palabra se reduzca a un par de grupos (nada más alejado de la realidad). Debo decir que en ese tiempo y hasta ahora (porque definirte como grunge, punk o metal no trae como factor implícito que solo te remitas a escuchar ese tipo de música, aunque muchos lo hacen, pero es cuestión de gustos) he escuchado de todo, desde el un metal que estuvo de moda por los años 98 y 2002, el punk que por razones diversas me aburre en estética musical y sonoridad, por el metal más extremo y sinfónico, hasta el sintetismo de la música industrial o los acordes bizarros del noise rock y todo lo que deriva de él. Y claro el rock clásico de los 60 y 70, pero por favor, no me pregunten de los 80 que salvo el noise el buen metal y el grunge subte me parece totalmente asqueroso, musicalmente hablando, claro.

La experiencia de tu “primera vez con el rock” depende mucho de tu disposición. No se puede escuchar rock si uno no lo desea, no es que lo debas planificar ni tampoco que debes estar contento. El sustento de ser del rock, más que sexo, las mujeres y otras puterías radica en la ira, la depresión al borde de la insanía y la tristeza. Por tal, las emociones extremas son propicias para meterte en ese mundillo tan lleno de excesos de emociones y conmociones.
Por otro lado, disfrutar del rock implica muchas cosas. Una de las primeras es algo muy universal y primitivo al mismo tiempo. Y es que la música, como lenguaje universal, no requiere (en muchos casos) de entender la letra, la sola melodía puede estimular el oído mandando los impulsos al cerebro para que este en un tiempo casi incontable genere esa empatía sónica que nos prende haciendo que la escuchemos una y otra vez o busquemos más y más.

Muchas veces he escuchado, a gente mayor por lo general, que los chicos de ahora que escuchan “esa música” (en tono despectivo) son unos “alienados” puesto que le gusta la canción “X” pero no saben o no entienden lo que dicen. Pero yo digo, y con esto respondo de manera formal a los que plantean ese argumento: ¿acaso el reggaeton en la mayoría de sus letras no pone a la mujer como un objeto para mero uso de manoseo y penetración únicamente denigrándolas por completo y, sin embargo, no son las mismas mujeres adictas a este género las que bailan y corean esas frases sin saber el trasfondo de las mismas? Valoraciones aparte que me parece esta música “indeseable” alguien dice algo sobre la anestesia mental de estas mujeres. Pues casi nunca se dice nada al respecto. Por tal, dejen a los chicos que disfruten de los sonidos, la música y en especial es para sentirlo vibrar dentro de uno mismo. Aunque, claro, lo ideal es que uno disfrute la melodía sabiendo lo que el tipo o tipa detrás del micrófono dice y creo que la mayoría lo sabe. Es más, cuando no se entiende, con la tecnología en Internet se puede encontrar la letra en su idioma original y traducido a la lengua madre de uno mismo. En ese sentido, ese argumento va quedando un poco desfasado aunque sigue siendo usado por muchos.

Hay algo interesante en el rock que hasta donde he podido notar no tienen otros ritmos, en especial los tropicales como los de América Latina. Y es que en cuanto a los movimientos, es decir, la manera como se baila, este no tiene pasos que la enmarquen o la etiqueten, es totalmente lo opuesto. Uno puede moverse al ritmo que su cuerpo lo mande, porque, al final de cuentas, en el rock lo que manda es el cerebro liberado a hacer lo que y como le plazca al son de la música. En ese sentido, puedo decir que el rock es más libre que los armónicos pero estructurados que los “pasitos de baile”. O incluso, si no te la gana, no bailes, porque el rock, a diferencia de la música tropical no está arquetipada para ser disfrutada, sino también escuchada (que es muy diferente a ser oída). Y tenlo por seguro, sino quieres bailar, nadie te mirará como un bicho raro o como alguien antisocial.


Más aún, disfrutarlo también incluye el hecho de sentirse identificado con una letra, un grupo social unidos por vínculos musicales, etc. Pueden ser tantas razones. Pero les explico esto: conocí a un tipo que escuchaba la música tropical comercial, es decir, que iba en la dirección que la sociedad de consumo impone en cada región por medio de sus productos musicales. Era uno más, musicalmente hablando en el Perú. A lo mejor lo escuchaba por inercia, porque era “la moda” en aquellos años de salseros jóvenes y letrillas pegadizas para niños y niñas carretones, un adolescente de los 90 en el Perú, no hay que agregar al respecto. Pero algo cambió. Por una parte de manera inconciente y otra de manera conciente se dio cuenta que esa música, esas letras no lo representaban, no hablaban para él, no le pertenecían y no se sentía parte de algo especial, es decir una experiencia musical colectiva especial, única. Encontró, entonces, en el rock aquello que él necesitaba saber para sentir que esa parte de su existencia no estaba hueca. Temas que abordaran los problemas entre padres e hijos, la ira, la cólera, la depresión, la euforia, o los deseos de alejarse de todo, esos momentos en que uno ama a todos el mundo sin excepción o eso en los que sin dudas destrozarías en cráneo de todo ser vivo sobre la Tierra y tantas cosas más. La identidad y el sentido de pertenencia a un grupo influyen de manera importante, pero también, la personalidad de cada individuo y su predisposición.

Claro, que esto no es un caso universal, ni sus consecuencias son las mismas, es solo una muestra que he podido observar en muchas personas, no necesariamente por la misma razón, pero si en sus repercusiones.

Otro ejemplo de esto pueden ser los recientemente famosos “emos” quienes, al menos en Lima, claro, han formado una verdadera comunidad muy unida, muy bien acoplada entre sus miembros, creando una cultura, si bien cerrada y a veces algo excluyente para lo “no emos”, muy interesa y compleja en sus maneras de ver el mundo, entender la música, tal vez como una extensión de sus sentimientos (se ven representados estética y líricamente en ella) y no son, como la mayoría dice, personas preocupadas en el look. Por el contrario, quieren demostrar que no son una moda y que el hecho de ser emo y adoptar su estilo de vida y música implica una manera de ver, entender y actuar sobre los hechos que suceden. Y todo esto se ha ido desarrollando en torno a la música, una nueva cultura, como en su momento lo han sido también la sicodelia, el punk, el metal y el grunge.

Partiendo de lo dicho anteriormente, entender o comprender el rock se convierte en el último paso. Esto no es difícil siempre y cuando creo yo se hayan cumplido ciertos requisitos. Lo que voy a decir es discutible en muchos aspectos, pero de todos modos quiero compartirlo: uno de ellos es que se debe sentir la música, no solo con los oídos sino también con el corazón, es decir con furia, amor, pasión, desenfreno, angustia, desesperación, vehemencia y veneración, sentimientos parecidos al que se tiene por una mujer o un hombre que nos trae locos, o por un líder político o religioso fundamentalista. El rock es así, violento, fundamentalista, extremista, es frío y caliente a la vez, no hay cabida para los paños tibios; otro requisito necesario es, lo que en jerga periodística le decimos “background”, o sea tener un conocimiento del tema que permita poder identificar y diferenciar los hechos o acontecimientos, en este caso haber escuchado un montón de bandas, sabiendo distinguir entre géneros, sonidos y demás; y por último (aunque pueden haber otros más) tener la mente abierta. Este es un punto muy importante y crítico para entender y comprender el rock porque muchos, y me incluyo hemos caído en este vicio por pensar tener la tonta idea de que lo yo escuchó es “recontra chévere o quemado” mientras lo que escucha el otro es una “basura” o “apesta”. Esa actitud lleva a muchos a encajonarse en un solo estilo o en un grupo de bandas y no exploran más allá. Esto ha fomentado un comportamiento parasitario entre quienes escuchan rock. Para ser sinceros, también he tenido muy marcados esos rasgos, cosa que por suerte he ido cambiando. El hecho de abrir la mente no solo implica el plano musical sino también el ámbito del respeto y de saber entender que lo que a ti te gusta puede serte bueno pero para mí u otra persona no nos gustará y viceversa. Es un acto de razón y de maduración musical en el sentido inductivo de la palabra.

Una vez hecho esto, se puede decir que uno puede entender y comprender el rock, pero esto no se da de la misma manera a como se entiende un fenómeno social o un hecho noticioso. Se acerca más bien, creo a la valoración que uno tiene cuando se mete a profundidad con un libro, todo un universo propio y a la vez tan comunal. La valoración es que tiene que ver tanto con preceptos subjetivos, sociales, económicos y culturales de cada individuo o grupo.

Entender o comprender al rock, creo, se basa en saber para qué fue hecho, el por qué escucho este tipo de música, por qué me identifico con ella, por qué las demás no me hacen sentir lo que esta si logra. De otro modo saber la importancia que tiene en nuestras vidas, de cómo nos afecta o nos influye en nuestras decisiones (suena algo improbable pero esto se da de manera la mayor parte de las ocasiones inconcientemente) los actos o las ideas que conforme pasa el tiempo con otros factores más importantes, vamos formulando y reformulando. Y por último, entender que es solo música, de no dejarnos absorber por la misma porque de ese modo esta perdería su valor como un ente socializador y de interiorizador a la vez, y de paso como distractor.

Al final de cuentas el rock se ha vuelto tan parte de la vida de la población mundial que no hay persona que no hay escuchado una rola super rockera. Pero eso es para el común de la gente que vive de acuerdo a los parámetros de la sociedad de consumo. Lo que vale es disfrutar la música sea cual fuera su estilo a acepción: si es chicha, cumbia, clásica, salsa o rock, eso en el fondo no interesa, pero es cierto también que cada una de ellas tiene sus propios códigos, formas y maneras de ser y moverse en sus comunidades. En este caso he hablado del rock porque creo es lo que más conozco en el plano musical, pero eso en realidad no importa, siente el rock penetrar tus poros y expandirse por tus venas e irrigar tu organismo con su sustancia extrema y colosal. Lo demás vendrá si solo. Si te dejas llevar….

Gris EmotioN

viernes, 28 de marzo de 2008

Ya han pasado muchos días desde la última que recuerdo en Lima. Fue el lunes pasado. Salía de la universidad con dirección a mi casa, en los últimos días el regreso a casa se ha vuelto un camino solitario y algo penos y tedioso de por sí.

La noche limeña en verano, como siempre, estaba húmeda y solo caminar unas cuantas cuadras ya me hacía transpirar. No recuerdo con exactitud qué calle estaba circulando, solo se que esta era paralela a Arnaldo Márquez. De pronto, siento unas pequeñas y menudas gotas caer sobre mi negro cabello, no pensaba posible, aunque ya había sucedido días atrás.

Extendiendo mi mano pude sentir la textura suave y movediza de su estructura. Me hizo recordar a aquellos tiempos cuando era una constante del día a día por un año y medio en mi vida. No pude evitar sentir algo de melancolía, tiempos que no volverán cuando todo parecía hermoso a pesar de la adversidad. Era lluvia. Y eso me traía bellos recuerdos en mi recientemente podrida memoria.

Consigo evocaba un sonido como la lluvia serrana, algo que me desconcertó pero me embargo de mucha jovialidad, aunque estos días no tienen para mí mucha felicidad sentimental, la imagen de cuando el torrente aguacero cae con fuerza y golpea sobre los techos de calaminas formando cauces sobre las pistas obligando a las personas a moverse con prisa o detenerse esperando que todo esto pase. Se volvió así esta Lima, la gente buscando el refugio adecuado en alguna tiendecilla, o sobre un techo largo que pudiera cubrirlos de esas gotas menudas pero potentes que amenazaban con empapar todo cuanto vieran al paso.

Siempre he escuchado que la lluvia te pone triste y el sol brinda alegría. Conmigo no se da el caso. Detesto el verano, si este se pudiera abolir, en verdad lo haría, pero supongo que lo necesito por fisiología. No me produce este alegría ni relax, todo lo contrario, me sofoca y me perturba los sentidos.

En cambio la lluvia, combinada con el invierno son de esas cosas milagrosas que llegan con todo su ímpetu para abrazarme con su bello y frío color a palidez celestial. Es una experiencia tremenda oler la tierra mojada después de la caída del aguacero. No entiendo que efecto tiene sobre mis sentidos, pero los estimula y me hace sensible, meditar y dejarme llevar por ese sonido intenso que penetra y absorbe toda voz, todo ruido, toda conversación. El cielo muestra su fuerza y su hermosura.

Las garúas y en especial las lluvias son poco frecuentes en Lima, pero resulta un bonito evento que de cuando en cuando las nubes confabulen contra esta ciudad y decidan empaparla con un poco de frescura en un orbe donde lo que falta es más intimidad y más unión.

Las personas siempre andan por su lado y no se miran, como indiferentes, cada quien vive su vida sin importar que pase con el que viene al lado siquiera. No quiero ser idealista, pero esa vez, cuando cayó la lluvia creí por un momento que todo podría ser diferente, si nosotros así lo quisiéramos…

Remember in Time

jueves, 13 de marzo de 2008

Hoy, mientras ordenaba unas cosas en mi cuarto encontré una libreta a la que hace bastantes años no le tomaba ni la más mínima atención, es de la época cuando acababa la secundaria, es decir allá por el año 2002, son unos poemas, encontré unos ocho, pero solo les pondré unos cuantos, dado que la escritura es algo incipiente, entiéndame, tenía 16 o 17 años:

Poema 4
(La Alondra)

Verde los campos,
Celestes los cielos,
Azules sean los océanos,
Allí viene la alondra,
Querida por miles y miles,
Desciende con elegancia
Meneando sus alas,
Y más los campos, cielos y mares,
La ven descender y el aire respira
Su aroma repleto de ternura
Y candidez,
Más la vida le ríe y ella una risa
Le devuelve,
Hecha mujer la alondra es,
Emerge de los cielos
Y se acerca más,
Al caminar sus cabellos bailan
Y ondean al compás de su susurro,
Querida alondra, regresa,
Regresa para contemplar tu hermosura
Y pensar en tí



Poema 5

Caminos pedregosos no hay,
Virtudes regadas por doquier,
El viento limpio,
Las huellas impregnadas
Se quedan allí,
Recuerdo de los grandes hombres
Que ya no volverán, y
De los grandes amores
Que ya no ocurrirán.

Quedan las cenizas regadas también,
Producto del pensar constante
De esta humanidad,
Rosas en medio del camino hay,
Lo obstruyen aunque muy hermosas
Y olorosas estas son, pero llena de
Espinas y dolor, el hombre mismo.

Más allá todo parece brillar
Pero, cada espina brota
Una semilla, cayendo se
Hunden en la tierra muerta, y
Protegidas por la rosa grande
crecen fructíferamente
y estás, cada vez más rápido
llenaron el camino.

La soledad se pierde poco a poco
Y la desesperanza muere,
Muere con el deseo de vivir,
En el recuerdo están las huellas,
Las cenizas,
Los grandes amores,
Los grandes hombres y los
Grandes pensamientos regresan.

El Génesis del nuevo evangelio comenzó,
El alba despunta y otra vez
Se oculta para el ocaso, lo
Más hermosa oscuridad de lo divino,
Padre, no me dejes,
Madre, sígueme amando,
Mujer, encuéntrame,
Hijo, ojala estuvieras acá.

Padre, madre, mujer, hijo:
Que hermoso suena en el oído de quien
En verdad desea dichas cosas.



Poema 6

Ella se mece en el
Viento,
Cual paloma orgullosa
Y complacida de volar y amar
(Infinita por siempre,
Desnuda ante mis ojos)
Divina en armonía,
Falleciendo de pleitesía



Poema 8

El viento sopla con
El amanecer de una
Mañana nublosa,
La brisa del mar llega
Más allá de la costa,
El aire viene con fuerza,
Los paneles se alborotan
Y dan vueltas como ondas,
Las niñas
Se dirigen a sus escuelas,
Alegres y friolentas,
Los hombres al trabajo
Se aprestan,
Los hombres, a una muerte
Lenta se dirigen……

Titular Rebelde

martes, 4 de marzo de 2008

Un país que se debate entre la violencia, la mediocridad y una labor que debiera aspirar a revolucionar más que a comunicar.
El Perú, es un país rico, hermoso, variopinto, convulso y curioso. Esta nación se bate entre la riqueza de su naturaleza, su glorioso y hermoso histórico pasado, y las tormentas de su conflictivo presente.

Perú, es la acepción de la diversidad, de la gran tragedia de este teatro que es el mundo de los pueblos que, con el paso del tiempo se duermen sobre un banco repleto de oro. Es de admirar su destreza y su tristeza. Yo soy peruano; al igual que el indio, el negro, el mestizo, el blanco, el chino y el selvático. Todos formamos el inmenso mar humano que cuatro letras dignas adornan el drama de nuestra geografía.

En el Perú de hoy, no hay cabida para los tibios, se es frío o se es caliente; el Apocalipsis dice “a los tibios los vomitaré”; el país a los tibios y conformes los vomitará, vomitará con el único asomo de repudio que pueda dar: el olvido, la indiferencia, la alienación, el descuido y la destrucción.

Ser periodista en un país como el Perú, no es la mera titulación y el mero hecho de salir a las calles a reportar lo que pasa…… No.

El compromiso del periodista en el Perú, es todo un drama pues, cual guerrero Inca le toca conquistar y ordenar a su pueblo con la palabra y la pluma. Es un chasqui no de un autócrata emperador, es un mensajero, un súbdito y un vasallo de la más grande de las glorias: La Revolución Social.

Pero invasores salvajes, como la decidía, modismo y poses importadas, conversaciones bizantinas y draconianas felonerías abordan a los periodistas de ahora, a los insulsos estudiantes de esta profesión que viven para los cursos y no para contribuir, pues, a la instrucción de sus alicaídos cerebros.

Entender al Perú, es un poco conocer el mundo. La cultura que se encuentra no es nada desdeñable a la de otras naciones. Un europeo puede venir y no entender las maravillas que aquí se dieron, y que se siguen dando; su pragmático racionalismo no se lo permite. Pero, para el peruano, el desarrollo de su cultura y su tradición se encuentra en lo netamente irracional, y es, por ello, que se han podido cimentar sin la necesidad de haber conocido la ciencia, de no haber parido la escritura. Para el antiguo peruano esto no era necesario, porque su conocimiento está mucho más allá de lo lógico y lo racional.

Por eso, el periodista, debe ver a su oficio más que como un instrumento, un arma, que desea generar violencia, esa violencia que proviene de la toma de conciencia, del hartazgo hacia el aletargamiento mental en que se encuentran hoy las personas, desprovistas de toda mentalidad y llenos de mucha materialidad.

Pero cuidado con caer en tentaciones de poder, porque es mentira que nuestro oficio sea el cuarto poder. El periodismo que aspira a destruir y construir una nueva sociedad debe estar apartada de todo poder pues, en tanto más cerca de la casta dominante más sumisa, corrompida y superflua se vuelve el oficio de informar y orientar.

La misión no es la de dar a la gente lo que esta quiere, ni tampoco de darle lo que pensamos es necesario que sepan. El hecho está en mostrar la realidad, positiva y negativa pues, desvirtuarla hacia uno de estos polos genera sociedades ilusas, desprovistas de capacidad de discernir, sirviendo al poder (de manera indirecta tal vez) porque a lo que se encuentran en las altas esferas saben que un pueblo ignorante e iluso es de fácil moldeabilidad, pisotearlo y estos no protestará. Pero temen que el pueblo se instruya sepa cómo han sido las cosas en realidad pues a estos les será difícil reprimirlos y orientarlos para sus propios fines.

No es en vano decir que, como arma, el periodismo debe herir, pero debe herir a la mentira, a esa mentira que se cierne ahora como la única verdad, y que, es tarea nuestra, destaparla, destruirla y hundirla generando la verdadera revolución que desde hace tiempo nuestro país reclama.
N.A.: Este texto fue escrito a mediados de noviembre o diciembre del 2006 que por diversas razones tenía un título distinto. Me he tomado la molestía de hacer algunas correcciones y, del mismo modo agregar párrafos para hacer más coherente su entendimiento. Así mismo, el subtítulo de este escrito fue elaborado para fines de este blog.


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