Herejía

domingo, 29 de noviembre de 2009

A modo de remembranza

No recuerdo cuando fue la ocasión en que mis padres (que en ese entonces andaban con el rollo de ser Testigos de Jehová) siendo yo todavía un bebé decidieron que no me bautizarían.

Podrá sonarles extraño pero, si, así sucedió. Ambos, en una sabiduría inmensa decidieron que su único hijo no recibiera aquél precepto innegable dentro de la cultura cristiana: El Bautismo. Según ellos, porque dejarían a mi criterio el tipo de religión o dogma que debía seguir. Visto años después y a mis actuales 24 años, no dejo de agradecer al señor (jajajaja) el hecho que no me hayan echado esa agua en mi trinchuda frente.

Pero ¿Qué encierran dentro de sí rituales como el bautismo y la comunión? Nunca me sometí a ninguno de ellos, así que debo suponer que cuando muera (lo que no se cuando será, joder) y teniendo en cuenta mi personalidad, mis actos, etc. supongo que iré directo al purgatorio o al infierno; aunque viéndolo bien quizás esté mejor en el segundo (jajaja)

Salvo mi madre y mi abuela, el resto de mis allegados fueron católicos. En ese entonces no entendía bien que demonios quería decir ser Testigo de Jehová, católico, evangélico y demás sonsera. Lo que si recuerdo es que muchas veces mi mamá no me permitió entrar a una iglesia católica. Yo moría por entrar, no tanto por escuchar el sermón de aquél “predicador de la muerte” al contrario, era mi deseo de observador y deleitar mi vista con toda la ornamentación de tan ostentosos templos.

Cuando mis primos hicieron su primera comunión yo no fui, por las razones arriba expuestas, tan solo asistía a las reuniones con motivo de estas, como quien dice al “After party”. Algunas de mis tías me preguntaban si es que esta dulzura quería hacer la primera comunión. Yo siempre decía que “no” pero no si a esas edad lo decía por decir o porque en verdad no lo deseaba. Pero debo admitir que un poco de envidia me daba que a mis primos les hiciera toda esa ceremonia, aunque eso de comer la ostia siempre me pareció una asquerosidad total. NEVER!!!!

Breve Explicación malsana

Pero, ¿Qué es el bautismo y la primera comunión?

En sentido estricto, el
bautismo cristiano es: un rito de iniciación y purificación. Simbólicamente implica el renacimiento a la vida divina, aquél que perdona el pecado original (Adán, Eva y la serpiente más “cool” de la historia”, YEAH!!) Así mismo, este es necesario para salvación del alma. Verdad, lo olvidaba, es uno de los tres sacramentos de iniciación dentro del dogma católico. Cabe señalar que, por lo general, el bautismo se da en los niños recién nacidos o infantes.




Mientras que la
primera comunión es: (si es que no he interpretado mal)la preparación para recibir el cuerpo y la sangre de Cristo (o sea la hostia –qué asco- y vino –eso si suena tentador-) Para eso es necesario que los niños lleven un curso de preparación llamado “Catequesis”. Para aquellos que hacen la primera comunión es necesario hacer previamente el bautismo y la confirmación. Ahora bien, la Catequesis tiene la finalidad de dar los conocimientos y facilitar la “apertura del corazón” lo cual dura alrededor de un año.




Bueno, debo admitir que ahora se un poco más de estas cuestiones de las que sabía muy someramente, las mismas que entiendo con mucha más claridad, para así poder atacarlas o criticarlas con mayor fundamento que antes.

En discordia con el mundo moderno

Creo que todos estos ritos están siempre ligados a los mandamientos establecidos en la Biblia y sobre todo al resumen que Jesús hizo de ellos en dos, pues ellos marcan el tipo de conducta de un cristiano promedio.

Al respecto, Fernando Savater escribió un libro muy interesante (sería bueno le eche una nueva ojeada) llamado “Los Diez Mandamientos en el Siglo XXI”. Es un tratado muy interesante sobre la utilidad de estas máximas dentro del mundo cristiano, no laico. Desde el punto de vista del autor, estos ya no son compatibles con el estilo de vida de la presente centuria.

Resultan ser arcaicos por una simple razón: Dichos mandamientos fueron creados y ordenados para un tiempo y grupo determinado, cosa que con la ascensión del cristianismo a religión del Estado Romano, esto se impuso a sangre y fuego por todo el mundo romano, para luego llegar de manera violenta a las naciones paganas.

Ustedes se preguntarán ¿Qué coño tiene que ver eso con el bautismo y la comunión? Creo que tiene que ver mucho pues, estos ritos suponen la formación del hombre cristiano cuya moral y accionar se basa en estos mandatos. En tal, si estos pierden vigencia, valor o sustancia en esta época, los rituales que tienen como base tácita estas normas pierden su sentido de ser, lo que los relegaría a ser como esos edificios abandonados, presentables por fuera, cuya estructura interna muestra inestabilidad en sus bases haciéndola inhabitable y peor aún, difícil de demoler para volver a construir.

Eso es lo que pasa con el cristianismo del siglo XXI. HA PERDIDO VALOR COMO DOGMA Y COMO PROMESA.




La promesa de vivir una vida ascética, dedicada para salvar el alma y así obtener el pase al Reino de los Cielos ha caído en decadencia por una promesa nada cristiana pero no por eso menos asquerosa: la promesa de vivir la vida apresurado, alocado, de hacer lo que a uno le plazca, del exceso. Eso no es producto de un Dios pagano, eso es producto del nuevo señor del mundo. El Dios del Libre Mercado y del Consumo Extremo. Ese es el nuevo dogma y los medios masivos sus sumos sacerdotes.

Antinatural

Con toda honestidad, el cristianismo es un sistema anormal, que va en contra de los instintos del ser humano al tratar de suprimirlos y querer hacer de las personas una especie de ovejas llenas de pensamientos buenos, sectorizando al bien y el mal, sin entender primero que ambos son partes de la naturaleza humana. No diré que es una religión genocida (aunque lo es) pero, seamos sinceros, qué religión no lo ha sido. Como dicen ellos, que lance la primera piedra aqué que esté libre de pecado.

Muchos me dirán que ese es mi único fundamento para estar en contra del cristianismo, pero les digo que ese solo precepto encierra muchas cosas que son desglosables una por una, la mayor prueba la pueden ver en sus sociedades actuales, lo hipócritas que son los cristianos, todos rasgándose las vestiduras cuando comentas algo sobre su dios, pero luego míralos los fines de semana embriagándose hasta decir basta, drogándose, o andando faltando el respeto mujer ajena, como vulgares erecciones andantes que se desplazan por las calles, yendo a las iglesias a pedir el perdón de sus pecados y una vez puesto un pie fuera de esta, rajando a espaldas de la vecina, el espíritu de venganza que se prodigan descaradamente y la aversión o mofa para todo aquello que no cuadre con lo que desde infantes se les ha enseñado .

Religión para los hipócritas, los ignorantes de espíritu y los débiles que buscan la respuesta a su miseria en la vida eterna.




Un Fundamento para discernir

Recuerdo que en muchas de mis lecturas topé con José Carlos Mariátegui, quien exponiendo su punto de vista socialista sobre la situación del Perú en los años 20 del siglo XX argumentaba sobre la religión al decir que esta en el indio (indígena) no representaba nada, tan solo había sido una transmisión cultural que se fusionó con el paganismo andino, y que en el mejor de los casos, el cristianismo resultaba ser para esta gente un dogma no de fe, sino de costumbre y tradición.

Lo que el Gran Amauta quiso decir es que el cristianismo no tenía ningún asidero mágico-religioso en el hombre del ande, que se mantenía vivo a raíz de que los padres eran cristianos, entonces los hijos y los hijos de estos debían serlo también sin necesidad de entender esta fe ni cuestionarla.

Siento que las palabras de Mariátegui vale la pena expandirlas mucho más haciendo un poco de reflexionar en el presente y en un aspecto más global y me pregunto ¿Por qué a pesar de que las escalas de valores tradicionales del cristianismo se han devaluado a meros formalismos, por qué esta religión aún conserva tantos adeptos?

Una respuesta fácil sería aquella que diga que es porque es la religión verdadera (eso si que me hace reír a carcajadas) pero para alguien que trate de buscar otra explicación podría argüir la siguiente: Que el cristianismo ha perdido su sentido como promesa de una mejor vida, que se ha sentado en las faldas del poder y como tal, su sentido espiritual ha perdido el valor no así su sentido de subsistencia y acomodo a los cambios que la historia reclama. De esta manera, la Iglesia ha llevado su discurso de salvación a la mera retórica.




En ese sentido, la Iglesia ha entendido que es mejor tener cristianos a “media caña” contados por millones que tener fieles verdaderos pero contaditos con la mano. De este modo, y volviendo a Mariátegui, esta religión dejaría en esencia ser lo que es para volverse más que todo una costumbre, una tradición, y el ejemplo lo podemos en los seres de hoy llamados así mismos “cristianos”.




Herético

Para finalizar con esta especie de ensayo, no me queda sino agregar que cada vez conozco más gente de libre pensar, sin las restricciones y complejos propios de los “cristianos” que hacen que uno sienta que vale la pena estar en contra de la corriente (de manera consecuente, claro está) y que a pesar que los ignorantes te vean como alguien digno de mofa (lo que para el hombre consecuente no significa nada) ser persistente en lo que uno cree es como la sangre que nutre el espíritu para seguir adelante en esta lucha.


ETERNOS HAILS!!!!!!

2 Blasfemias:

Proletario dijo...

Amigo MorteM que gusto me da leer tu blog. Este muy interesante el tema que estas tocando. Creo que hay muchísimos cristianos “de buena ley” que mas que seguro tienen un pasaje directo al infierno; mucho mas que nosotros, pobres mortales con nuestros excesos mundanos y pecaminosos, poblados de simpleza carnal, algún que otro excesito de alcohol, sexo y alguna que otras cosillas, joder! No creo que con eso desestabilicemos la energía cósmica del universo, de ultima hacemos un Feng shui y asunto arreglado.

Saludos MorteM

Le Revenant dijo...

Saludos ALMOGAVAR, es bueno leer un comentario tuyo. Pues si, también pienso que esos cristianos están más corrompidos y putrefactos que muchos de los que hemos ya roto lazos con dicho credo, esa falsa moral decadente que no es sino una falacia.....En fin, nosotros tenemos nuestras taras y excesos, pero es parte de la naturaleza del animal humano y no las negamos como ellos si se empeñan en hacerlo, negando parte de su naturaleza, por eso digo que dicho sistema es una abominación a la esencia del ser humano.

Eternos saludos gran ALMOGAVAR, espero tener prontas noticias tuyas y leer más de los artículos de tus blogs.

ETERNOS HAILS FROM PERU - LIMAHELL!!!


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