La Mentira Zurda (No apologético)

domingo, 18 de julio de 2010

Este post tiene unas semanas tostándose en los variables ánimos de mi mente y no responde a un ánimo apologético ni mucho menos, sino al simple hecho de revelar lo que el mainstream intelectual se niega o no quiere recordar y de paso servir como un buen golpe en la cara para todos aquellos que se creen seguidores de una ideología humanista e igualitarista.


¿Por qué?

La idea de escribir estas líneas nace por dos hechos sucedidos en mi país, no hace mucho.

El primero tiene que ver con la posible salida de cientos de terroristas comunistas de las cárceles del país tras haber cumplido las condenas que los tribunales civiles impusieron y que, a pesar de los años de privación de su libertad no han dado el brazo a torcer respecto a sus retorcidas y atrofiantes ideas. Así mismo el hecho de ver dentro de la sociedad civil un considerable número de organizaciones amantes de los derechos humanos de terroristas y represoras de aquellos militares que, malo que bueno, defendieron al país de esa peste llamada “comunismo”; así mismo como a cientos de jóvenes “izquierdistas”, “progres”, “rojoides”, “revolucionarios” lectores de Marx, Lenin y Mao que hablan del pueblo, de los cambios sociales, de la revolución desde su depa en un distrito burgués de Lima, mientras llevan la vida normal en universidades para niños bien (cuyos papis andan en aberrantes ONG`s), mientras se van a sendos raves, pubs y discos bailando como monos, mientras se empilan con un poco de hierba para sonar más intelectuales, más políticoides antes sus “camaradas”.

El segundo es un tanto reciente y tiene que ver con el hecho que el Jurado Nacional de Elecciones ha negado la inscripción a un grupo autodenominado INCA por tener abiertas simpatías por el fascismo y, sobre todo, por el Nacional Socialismo Hitlerista.

Sin embargo, yo me cuestiono esta decisión, no porque esté a favor o no (eso es tema aparte) sino porque por qué hay esta marginación contra un grupo que no tiene en sus espaldas la muerte de ningún nacional y, sin embargo, si permiten que el nuevo movimiento político, abiertamente vinculado por Sendero Luminoso, con la venia del genocida de Abimael Guzmán, que tiene en sus espaldas la muerte de 70 mil peruanos a lo largo de 20 horrendos años, se reorganice, recolecte firmas impunemente por las calles y participe en la vida política y electoral del país.

¿No es acaso un contrasentido? ¿No debería ser al revés? O, en todo caso ¿no sería justo, así como con INCA, denegar la inscripción de este nuevo movimiento senderista?

¿En qué país vives? Eso debes preguntarte. ¿Quién es más culpable? ¿Un sujeto allá en Tacna que promulga el antichilenismo y declara abierta admiración por Adolf Hitler o una banda de zurdos miserables que se encargaron de desangrar al país y enfrentar a hermanos contra hermanos?

Si tienes algo de noción de la historia, sabrás la respuesta.

La Verdadera Amenaza

En el Perú está claro que las ideas zurdas no han traído nada positivo al país, desde sus inicios anduvieron más pendientes en quien era más rojo, más marxista, más leninista, más maoísta que plantear verdaderos idearios políticos. En otras palabras, se convirtieron en políticos parasitarios y cuando llegaron los años 80 y al fin se decidieron a dejar su añejísimo sectarismo una pandilla de retrasados continuaba pensando que solo la lucha armada haría posible el comunismo, cuando el mundo se encontraba en pleno viraje dejando de lado idearios y sueños de igualdad por medio de las armas. Aún así, zurdos legales hicieron poco o nada para aportar al desarrollo del país, y de eso nadie con dos dedos de frente lo puede negar.


Desde entonces y hasta la actualidad, las tendencias zurdas se han vuelto a desligar unas de otras, a autobloquearse, comenzando un proceso degradante de involución.

Sin embargo, y con la caída del régimen de Alberto Fujimori, otro grupo de zurdos han tomado posesión en un nuevo frente, los “Derechos Humanos”, de tal manera que se han avocado a la defensa irrestricta de las libertades y “derechos” de comprobados terroristas, poniéndolos como pobres víctimas, mientras que los genocidas y perpetradores de grandes masacres serían los miembros de las fuerzas armadas que aprendieron a combatir a un enemigo para el que el entrenamiento militar no les había preparado.

Ellos son los que ahora, de manera paulatina están tomando puestos más allá de sus mediocres ONG`s, aquellos que acusan a cualquier de autoritario, fascista, capitalista, liberal o montesinista, ellos son la escoria que hoy deja que la gente de Guzmán y Sendero Luminoso se re integren a la vida política e impiden que un agitador fascista (que, seguramente, nunca llegará a más) lo haga de la misma manera.

Seguramente, muchos se dirán “Oye, pero el es seguidor de Hitler, no podemos permitir eso” y puede como que no puedan tener razón, pero les pregunto algo ¿qué nos ha hecho ese tipo de ideología en un país como el Perú? Nada, porque nunca cuajó ¿Qué nos hicieron los comunistas, zurdos y seudo progres? Atraso, asesinatos y discusiones sin sentido.

Otros se dirán ¿pero cómo podemos permitir entrar en política a un grupo que admira a un sujeto que asesino a 6 millones de judíos, 20 millones de rusos y uno tantos miles de franceses, italianos y estado unidenses? Eso también es válido y he aquí la respuesta.

Haciendo Memoria

Es sabido que los ahora llamados “defensores de los Derechos Humanos” de terroristas tienen una convicción ideológica bien definida hacia el comunismo, el socialismo, ese sistema que fuera inventado por un judío rebelde llamado Karl Marx a mediados del siglo XIX y que pasaría menudamente desapercibido, o mejor dicho incubando su odio y resentimiento social hasta los primeros años del siglo XX cuando se hiciera con el poder en Rusia. A partir de entonces que el comunismo, el socialismo se volvería ya no en una idea “libertaria” en contra de la opresión, si no en política real y fáctica.

Lo anacrónico de sus medidas y lo draconiano del pensamientos de sus dirigente llevarían a innumerables genocidios que en la actualidad se pueden contabilizar: 105,368,000 de víctimas, no hablo de heridos, traumatizados, damnificados, NO, estamos hablando de MUERTOS, gente que fue asesinada sin mayor reparo por pensar diferente, por decir lo que piensa, pero esos fueron la minoría pues la mayoría de estos fallecidos perdieron la vida salvajemente solo por vivir en aquellos regímenes preocupados en ser más “rojos” que otros que en el bienestar de sus pueblos.


De tal manera, aquí hay un breve recuento numérico y geográfico de las barbaries cometidas por esta ideología parasitaria y poco consecuente en el mundo moderno.

1. Unión Soviética- 62 millones de personas muertas desde la llegada al poder de los bolcheviques en 1917 hasta 1987.

2. China – 35 millones de muertos desde que el genocida de Mao Tse Tung triunfó sobre las fuerza nacionalistas en 1949 hasta 1987, aunque es sabido que los asesinatos siguen en la actualidad pero, en menor medida (ahora ya no se ventila tanto puesto que este país posee una “economía de mercado”)

3. Camboya – 2 millones de muertos cuando los comunistas del Khmer Rojo liderados por el inefable de Pol Pot se hacen del poder en 1975 enviando a los campos en masa a las personas de las urbes. Esto duró hasta 1979.

4. Corea del Norte – 1 millón 600 mil personas muertas desde que los comunistas apoyados por soviéticos y chinos se hicieron con el poder en la parte norte de la península de Corea en 1948. En la actualidad, el régimen zurdo de este país diezmando a su población en cuanta oposición encuentre.

5. Vietnam del Norte – 1 millón 600 muertos a consecuencia de su régimen genocida.

6. Yugoslavia – 1 millón 70 mil muertos desde 1945 cuando Tito se hace con el poder, apoyado por los zurdos soviéticos. El genocidio duró hasta 1987.

7. Rumania – 430 mil muertos entre 1948 a 1987.

8. Etiopía – 700 mil muertos entre 1974 a 1987.

9. Afganistán – 225 mil muertos a consecuencia de la invasión zurda de los soviéticos al país entre 1978 a 1987.

10. Bulgaria – 220 mil muertos como consecuencia de la llegada del Ejército Rojo en 1944 y la instalación del régimen comunista, hasta 1987.

11. Mozambique – 195 mil muertos entre 1975 y 1987.

12. Angola – 120 mil muertos desde la guerra civil y la instalación del régimen comunista en 1975 hasta 1987.

13. Albania – 100 mil muertos como consecuencia de la llegada del Ejército Rojo en 1944 y la instalación del régimen comunista hasta 1987.

14. Mongolia – 90 mil muertos desde 1926 hasta 1987 tiempo en que duró el régimen comunista.

15. Cuba – 70 mil muertos desde 1959 hasta 2000.

16. Alemania Oriental – 70 mil muertos desde 1946 hasta 1987.

17. Checoslovaquia – 65 mil muertos desde 1948 hasta 1987.

18. Laos – 55 mil muertos desde 1975 a 1987 aunque posteriormente, los asesinatos continúan en menor medida.

19. Hungría – 27 mil muertos desde 1948 a 1987 tiempo que duró el régimen comunista.

20. Polonia – 25 mil muerto desde 1948 hasta 1987 tiempo que duró el régimen comunista.

21. Nicaragua – 5 mil muertos de 1979 a 1987 tiempo que estuvo en el poder el régimen zurdo sandinista.

22. Perú – 45 mil muertos entre 1980 y 2000 como consecuencia de la acción terrorista del Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso y del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru.


Sumado a ello, y como nota al pie, cabe señalar que ninguno de estos países que estuvieron bajo el dominio de la peste comunista logró progresar socialmente, tampoco convertirse en un país económicamente estable; a comparación de los regímenes en Italia y Alemania que lograron emplear, tecnificar y desarrollar la economía y la sociedad en que se establecieron.


Y esto no es mi particular visión es UN HECHO HISTORICO COMPROBADO.


¿Lapsus Historicus?

Viendo todas estas cifras, me pregunto ¿tienen la capacidad moral de tachar con el dedo de fascistas o nazis estas personas cuya ideología lleva sobre sus espaldas la muerte de más de 100 millones de personas? Creo que NO.

Comparado con los comunistas, los nazis resultan ser unos infantes de teta ante las masacres, matanzas y vejaciones que los insulsos seguidores del martillo y la hoz han realizado una vez que se han enquistado en el control de los países (aunque el caso peruano es una excepción a la regla, pero es un claro ejemplo de lo que pasaría si lograban hacerse con el poder).

Sin embargo, queda la duda ¿Por qué hay este temor hacia el fascismo, hacia el nazismo? ¿Por qué son vistos como los cucos de la historia moderna mientras que la ideología zurda sigue siendo aceptada a pesar de sus grandes matanzas y desgracias?

La respuesta es sencilla.

El fascismo, el nazismo son temidos de manera general (muchos no saben qué es pero se escarapelan, aún así) porque, como bien saben algunos, la gran industria cultural está dominada por esa gente llamada “judíos”. No está demás decir, que el judaísmo ha convivido de la mano con el comunismo (baste ver a muchos de sus altos exponentes) son ellos los que controlan los grandes medios masivos de comunicación, los que tienen muchos hilos de la economía mundial, son ellos quienes después de 1945 hicieron todo lo posible para que en el imaginario mundial faccios y nazis sean los más crueles seres que hubieran pisado la tierra, a sabiendas que regímenes comunistas y capitalistas como los Estados Unidos e Inglaterra o Bélgica eran igual y aún más genocidas. Y está claro que los judíos tienen dentro de su idiosincrasia una especial habilidad para verse a sí mismos las víctimas de la historia.




Ending


Así que tú, amante de los derechos humanos, defensor de terroristas, que permitiste que los grandes genocidas de este país tengan el derecho a hacer vida pública nuevamente, que ves el país desde tu burgués casita en la Molina, San Isidro y , seguramente, Miraflores (Barranco y Surco, también) que andas a lo más IN en la ropa, que te gusta ser el mejor en los pubs y discos de dichas zonas y que crees que la hierbita santa te hace más “progre”, te digo que antes de tildar a alguien de skin, faccio, nazi o neo nazi, mires a tu alrededor, a ese patético grupete de “amix” que tienes en la PUCP, USIL o la U de Lima (y otras), veas lo que hablan y medites un poco antes de ladrar, pues deberás captar que tu ideología es la más genocida, inhumana y violentadora de los derechos humanos que haya existido en la historia, zurdo apestoso!


El Método de Alain

martes, 29 de junio de 2010


Esto ha sido todo un descubrimiento para mí.

Alain de Benoist es un pensador filosófico y político francés que se encuentra al margen de las ideologías imperantes, ni derechas, izquierdas o falaces social democracias.

Criticado por la izquierda como derechista, denominado como neo fascista y criticado por los liberales.

A pesar de tales calificativos, lo único necesario es escucharle hablar de manera muy miscelánica para entender que los apelativos increpados por ambos lados del “mainstream” político no son sino absurdas patrañas ante la satisfacción de saberse un pensador independiente.

Puede que Chomsky sea el pensador más lúcido de la oficialidad de la izquierda internacional, pero De Benoist es el más underground de los pensadores actuales, quizás el menos correcto, el menos conocido, el menos escuchado, pero sin duda, el más sincero.

La no creencia en el igualitarismo (lo que no quiere decir que esté en contra de la igualdad) y la promulgación de cultura de las diferencias, de las diversidades culturales hacen, a mi parecer, una postura mucho más coherente.

Es increíble escuchar decir que la sociedad mundial no es pluricultural, sino pluriétnica (cosas muy distintas) siendo esta una sociedad monocultural donde se trata de homogenizar y asemejar a todos.

Por eso, quiero compartir estos 6 videos en los que la televisión española hace una extensa entrevista a este gran pensador underground. Espero la disfruten y reflexionen sobre algunas ideas.


















La Idiosincrasia del “Mal Menor”



¿Desde cuando, desde qué años los peruanos no van a las urnas para dar su voto a un candidato para el que muchas veces se considera el peor de todos, al que muchos juegan un yan-ken-po mental para decidirse por una u otra opción que sienten no es la más óptima, pero, dadas las condiciones, es lo que queda por elegir?

Bajo esta premisa, los peruanos resultan los más el viejo dicho “Más vale ladrón conocido que ladrón por conocer”. A primera vista parece algo bastante risible, y lo es, pero demuestra la idiosincrasia política y social que el ciudadano de a pie tiene respecto a la representatividad por parte de sus autoridades, la desconfianza y apatía en relación a este tema.

Las nuevas generaciones, como he escrito en post anteriores, adolecen de una falta de compromiso e interés por los sucesos de su sociedad, adoleciendo de la más grande apatía y desidia. Ya saben lo que viene, sociedad consumista, valores alienados, preocupaciones banales.

Sin embargo, hay otro punto que podemos agregar a estos factores generales: la falta de representatividad, la orfandad respecto a “en quién se puede creer” con una clase política desprestigiada, partidos políticos que están copados de una gerontocracia que no renueva rostros, ni tampoco cuenta con cuadros de jóvenes activos. Y esto, creo, no pasa únicamente en el Perú.

Síntomas

El caso peruano tiene todo esto, pero tiene otras particularidades que derivaron en lo que llamo la “Idiosincrasia del Mal Menor”.

La primera de ellas fue la aparición de los grupos subversivos a principios y mediados de los 80 como Sendero Luminoso y el MRTA respectivamente, quienes por más de quince años desataron una guerra genocida con una respuesta de similar magnitud por parte de las fuerzas de seguridad del Estado.

El segundo factor interno fue la hiperinflación y la estatización de la Banca durante el primer gobierno de Alan García.

La tercera es ascensión al poder de Alberto Fujimori producto del desprestigio de la clase política tradicional y la aparición de los actuales actores políticos.

La consecuencia del primero y el segundo caso fue que la gente llegó a la nueva década cansada de la subversión, con una idea que la clase dirigente no era capaz de inmovilizar a los subversivos, que no había un “mea culpa” al respecto; sumado a ello las penuria de la vida diaria cuando el dinero abundaba pero todo costaba tanto que hacía falta miles de soles para comprar un kilo de arroz o una bolsa de pan.

Deméritos políticos

Todo esto llevó a un hartazgo social que desembocó en la radicalización de la sociedad respecto a las personas que las representan. En ese sentido, Fujimori, un tipo desconocido, sin un background político, sin un antecedente partidario, un tipo normal, un “profe” que se mostraba como un civil lejos de esa aristocracia política decidido a hacer el trabajo que otros no tuvieron las ganas de hacer.

Una vez que la intensidad terrorista bajara exponencialmente, la sociedad peruana estaba lista para entrar al olvido, al anquilosamiento político, a la inmersión dentro de los problemas cotidianos, mientras la nueva clase política, tristes reflejos de personajes como Fujimori o Ricardo Belmont saltaban a la palestra con más cháchara que propuestas. En tal, fue una consecuencia lógica que terminado el Fujimorato y bloqueado el desarrollo de los antiguos partidos de masas con base ideológica, el escenario político se hallara tan huérfano como la población terminado el gobierno del APRA a finales de los 80.

Esto provocó que las opciones políticas, iniciado el nuevo milenio, más que propuestas se vuelvan modas de campañas y elecciones, cogiéndose de algunas heridas abiertas en ciertos sectores, de algunos miedos, de alguna cara sonriente y carismática que, una vez terminado los comicios pierden presencia, impacto y demuestran que tan solo fueron agrupaciones efímeras, sin base alguna, sin planteamientos serios, sin trabajo que las consolide.

¿Yan-ken-Po?

Eso tiene que ver mucho con la Idiosincrasia del Mal Menor y esta no refleja en otro lado que en las elecciones.

Todos los peruanos sienten que no están representados. Aquí dos ejemplos, muy frescos aún en la memoria colectiva.

Elecciones presidenciales 2001. Llegan a la segunda vuelta Alan García por al APRA y Alejandro Toledo por Perú Posible. Si bien Toledo se hizo con un nombre tras la marcha de los Cuatro Suyos, su estela se había apagado notablemente tras ello y tras superar a Lourdes Flores en las preferencias, un gran número de electores prefirieron votar por este personajillo que por García, pues todos temían que, una vez más, nos llenara de colas y precios disparados por todos lados. Al final Toledo ganó, y gobernó medianamente “bien”.

Elecciones presidenciales 2006. A segunda vuelta llegan nuevamente, Alan García por el APRA y Ollanta Humala por el Partido Nacionalista. Los medios se había encargado de hacer un carga montón contra este ex comandante, acusándolo de tener vínculos con Hugo Chávez, que llevaría al país a la ruina. El pánico crispó a toda la población que preferían a un García a quien ya conocían (y al que la gran mayoría no terminaba de aceptar) que al vapuleado Humala. El resultado, pues que García el próximo año termina su mandato.

El panorama para las próximas elecciones no es muy diferente. Basta hacer unas cuantas preguntas a cualquier persona, sin importar edad para darse cuenta que no encuentran en los hasta ahora probables candidatos alguien que los pueda representar, y me atrevo a decir que sucederá que en las dos últimas elecciones pasadas.

Un atisbo general

¿Qué se puede hacer para contrarrestar esto? Creo que dos o tres cosas.

La clase política debe re inventarse desde dentro, permitir y dar cabida a la formación de nuevos cuadros, jóvenes en su mayoría, así como la formación de nuevas agrupaciones que vayan mucho más allá de los planteamientos y debates típicos, los mismo que logren tocar en las inquietudes no de la gente adulta, sino de los jóvenes. Solo así podremos esperar procesos electorales de calidad con opciones diversas, variadas pero a la vez con seriedad y con una amplia visión, representada por personas que lo ameriten.

¡Ah, Los Periodistas! Son varios, pero sirven para bien poco

domingo, 6 de junio de 2010


El día a día

No hay un solo día, en cualquier rincón del país, en el que abrir un diario, encender la radio o mirar el noticiero de las 10 y no se encuentre uno con una andanada brutal de noticias sin mucho sentido, de poca importancia, carentes de explicación.

No puedo evitar preguntarme ¿así estaría yo de haber conseguido entrar a un medio de comunicación? Es decir, redactando notas al azar, escribiendo sobre el farandulero de moda y su nuevo ropa “exclusiva”, sobre el pelotero que más goles anotó, sobre la balacera del día de ayer. Informes fugaces que al día siguiente nadie recordará porque en verdad a nadie le suelen interesar pasado el morbo y comenzado el nuevo día.

Es verdad, el avance tecnológico ha repercutido en los modos de hacer y difundir la información, cada vez más ágil, veloz, como nunca antes visto en la historia de la humanidad. En otras palabras, hay mucha más información a la mano.

Pero la cantidad no implica, necesariamente, calidad. Y es allí donde el flujo actual de información palidece, languidece, convirtiéndose indecente.

¿Periodista (s)? ¿Yo?

Cuando escogí esta carrera, el periodismo, lo hice de una manera bastante utópica. Yo soñaba (y sigo soñando, debo admitir) con ser articulista, columnista, escribir ensayos y hacer algo de literatura; así como hacer audiovisuales que fue otra de las pasiones que descubrí en el transcurso de la carrera, especialidad para la que creo tener bastante pasta y futuro.

En blogs anteriores hice mención que la juventud estaba enferma de desidia, escapismo y falta de compromiso; del mismo modo, el periodista peruano, en la actualidad, sufre de una dolencia que se ha vuelto una pose en él: la soberbia.

La soberbia se manifiesta en el periodista que transita por los medios de comunicación. Reluce en él esa pose altiva del que cree conocer mucho, y sin embargo entender poco o nada de lo que escribe. Aún recuerdo esa pedantería con la que muchos “colegas” que se encontraban en medios miraban a los que no, como si fueran la “elite” cuando en verdad son simples obreros del jefe del canal, radio, diario o revista.

Por experiencia y por cuentos de algunos conocidos, comprendí que muchos circulan en el ámbito periodístico por pura monería, por pura pose, por no dejar de sentirse importantes; gente de hartos contactos, sujetos bien nombrados, muchachones que no aman su profesión sino tan solo la impronta que esta les significa.

El Neo Periodista

El periodista de ahora está en un nivel al que el intelectualismo del “Intelectual Grumoso” nunca podría llegar porque no tienen la arrogancia ni la pose soberbia del primero. Son seres parecidos (en ciertos aspectos) pero diametralmente distintos.

Yo les llamo los “Neo Periodistas”, pero hago un paréntesis para decir que no todos los actuales amigos de la información, merecen este calificativo. Aquellos que merecen el título con todas sus letras son pocos, sin embargo, estos personajillos cada día son más y se esparcen como la plaga volviéndose el “mainstream” periodístico del mañana.

El “Neo Periodista” es un sujeto de conocimientos empíricos y algo de teoría fundida en las aulas universitarias. No se puede decir que es un profesional cuya calidad para redactar y plantear sus notas sea la correcta dado que está imbuido de la mediocre inmediatez frugal de los medios actuales. Se preocupa más por terminar que por entregar un producto de calidad.

No se puede negar que el “Neo Periodista” sea un hombre que no conoce de actualidad, pues lo es, y está al tanto de todo, su capacidad radica en que sabe de todo un poco respecto a la información del día a día. No les quitemos méritos. Sin embargo ¿Qué se puede esperar del “Neo Periodista” cuando conoce tanto de presente sin poder procesarlo, sin poder explicarlo, cuando ignora todo sobre el pasado? ¿O es que la actividad del periodista ha sido siempre la de informar y nada más?

¿Alguien tiene la culpa?

Recuerdo que hasta hace poco los diarios y las revistas (quizás aún lo sigan siendo) eran el bastión de una información extendida, completa, detallada y explicada de las cosas, de los sucesos con verdaderos recuentos y datos que ayudaban a complementar lo sucedido. Hoy eso ya no sucede.

Las razones podrían encontrarse en los nuevos medios de hacer y difundir la información, sobre todo de la decisión de los directivos de dichos medios respecto al tipo de información que desean difundir. Es allí donde nacen los “Neo Periodistas” y su fecha de nacimiento la encontramos en los años 90 cuando la prensa se vulgarizó hasta el extremo de banalizarse.


Pero ¿es el Neo Periodista un simple fenómeno surgido de la mediocridad de la enseñanza universitaria? Pues NO. Pensar que el Neo Periodista es un fenómeno explicable por las decisiones políticas y los cambios tecnológicos no explica este fenómeno. Falta un elemento más.

Hay otro factor que, obviarlo, sería imprudente: me refiero al hecho que los medios de comunicación en pos de aminorar costos, de entrar en la competencia y los contenidos ligeros para que mucha más gente los pueda leer, han decidido bajar la calidad de las redacciones al llenar dichas salas de principiantes que, en la mayoría de casos, no conocen el medio, no conocen la técnica y son influenciados por un entorno en el que la rapidez cuenta más que la veracidad y “objetividad”.


Es otro hecho que los medios prefieren cada vez más a practicantes por simples razones: carecen de experiencia (y por tal moldeables a las necesidades mercantiles del medio), escasos de calidad como periodistas, no tienen la conciencia para juzgar la línea del diario (cuando estos son medios modistas) y sobre todo, son baratos pues, en muchos casos cuestan menos de lo que la ley establece como el “sueldo mínimo” y en otras, simplemente, no cuestan nada, bloqueando el ingreso y desarrollo para los periodistas que tienen el talento, la capacidad y las ideas para proponer cosas nuevas, enfoques distintos, necesarios para atraer el interés real de los lectores.

A modo de remate

Por tal razón, puede concluirse expresando lo siguiente: mientras los periodistas (antiguos o jóvenes) son una especie en decadencia, el neo periodista es una raza decadente por naturaleza, y no soy fatalista cuando digo que lo más probable es que la primera se encuentre por un amplísimo tiempo relegada (no quiero pensar que llegue a ser extinta), subyugada, relegada ante la comercialización desmedida que ha invadido a los medios de comunicación. En ese sentido, y mientras esto se mantenga inamovible, la segunda se convertirá el “mainstream” lleno de periodistas escasos de nociones, incapaces de analizar lo que escriben, lo que emiten y, sin embargo, con la arrogancia y la pose boba del que sabe lo que acontece en el día a día informativo mientras desconoce las causas y probables consecuencias de ello.

Decir que depende del neo periodista dar el viro a la situación sería iluso, utópico, pues esto no pasará (no se puede esperar que la casta entronizada por los dueños haga un mea culpa cuando tiene todas las condiciones a su favor para asentarse); no sucede lo mismo con los periodistas que deben mantener, por decirlo así, firme la resistencia (que sería lo único que pueden hacer) y cuando hablo de resistencia me refiero al hecho de propugnar abiertamente por una revaloración del periodismo y su relación con los medios de comunicación. Así mismo, dependerá que los directores y empresarios comprendan la situación en la que han colocado a esta profesión y sepan compensar la calidad, la veracidad, el respeto junto a los intereses propios del medio.

Es una tarea que comprende a ambos lados, más, y reitero, esto tomará varias décadas hasta poder cristalizarse. A pesar de ello, podemos hacer la diferencia usando los medios alternativos para marcar la diferencia. Uno de ellos son los blogs, donde la libertad que brinda la basta red permite y admite que la calidad, análisis y enfoques distintos desde las canteras del periodismo puedan mantenerse y desarrollar de manera underground, independiente.

Y eso ya es un buen comienzo.


Vergonzoso Sendero hacia la Legalidad

domingo, 30 de mayo de 2010

Previa

Los lectores recurrentes de este blog saben que la línea del mismo no se basa en lo coyuntural, tampoco en lo mediático que, en el caso de la información, resulta siendo como la “moda”, pasajera, banal, olvidable, desechable.

Sin embargo, creo que es menester tocar el siguiente tema dada su importancia y, por qué no, la indignación que debe producir para todo peruano digno de considerarse así.

¿Terrorismo en la legalidad?

Me refiero a uno de los temas que, en lo personal, siempre me ha apasionado, al cual considero de suma importancia para el proceso peruano: estoy hablando de Sendero Luminoso y su recorrido con miras a consolidarse como un movimiento político dentro de la “legalidad” de la democracia seudo neoliberal que gobierna al Perú.

La noticia se desprende del hecho que 128 apelaciones de probados senderistas (hoy encarcelados) han sido remitidas a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) entre los años 1998 a 2004 las que ahora el Estado peruano debe revisar.

Estado Mediocre

A pesar de ello, esto no es indignante (qué se puede esperar de sujetos que formaron parte de una organización genocida y que no deparó en hacer todo lo posible por desangrar y destruir la vida de miles de peruanos que nada tenían que ver con su “revolución” mesiánica) indignante resulta la respuesta del Poder Judicial y de la Policía Nacional.

La primera es el mismo disco rayado de magistrado y demás: “respeto al debido proceso”. Bajo esa excusa, digna representante de la mediocridad nacional, el Estado parece no ser independiente, tampoco democrático, sino un ente adormilado, enfermo de desidia y una irresponsable despreocupación.

¿No existen acaso mecanismos dentro del marco jurídico que impida a esta gente salir de prisión, o, en el mejor de los casos, evitar que se agrupen nuevamente en el tipo de organización que fuera?

Entiendo que muchos podrán decir (asumo que los izquierdistas nostálgicos y grumosos, sin sentido reflexivo) que eso implicaría un patrocinio abierto a al represión y la violación a los derechos civiles. Pero yo les pregunto ¿Sendero luminoso respetó los derechos civiles y la vida de las poblaciones rurales de la sierra cuando desató su barbarie genocida? La respuesta es obvia. No. Pero me pongo en su pensamiento y atino a deducir sus obvios pensamientos: “pero el Estado también cometió matanzas” la respuesta es también muy obvia, SI, pero eso lo tocaré más adelante.

La segunda, referida a la respuesta de las fuerzas de seguridad, en este caso la Policía Nacional del Perú (PNP), más que indígnate, es para sentir pena y bastante cólera. Resulta inconcebible que el organismo que lideró el operativo de inteligencia y de captura de la cúpula de SL, la Dirección Contra el Terrorismo (DIRCOTE) no se encuentre en la capacidad logística ni operativo de hacer seguimiento y control de estas personas, de lo contrario ¿cómo se explica que Sendero actúe tan campante con miras a un movimiento político dentro del marco de partidos políticos?

Pero esto no es reciente, tiene sus raíces en el primer gobierno de Fujimori, quienes al no ser informados del la captura de Guzmán, y sobre todo que no haya sido realizada esta por el ejército; Montesinos y compañía condenaron al oscurantismo a la DIRCOTE, mandando a sus principales oficiales a puestos burocráticos, restando fondos para un organismo de tamaña importancia, una política que no modificó el gobierno de transición del fallecido Valentín Paniagua, que no mereció revisión por parte de Alejandro Toledo y mucho menos por el APRA.

¿Uso político pre electoral?

Ahora, es muy probable que esta repentina liberación de Lori Berenson (MRTA) y del caso de miembros de SL tenga un cariz político, sobre todo porque estamos a puertas de las elecciones presidenciales, y se podría plantear de la siguiente manera: Primero; en el gobierno pasado se promulgaron algunas leyes que bajo ciertas circunstancias se permitía la liberación de los acusados por terrorismo: esto ha servido para que algunos personajillos y esbirros del gobierno actual salgan a criticar dicha ley, lo que repercute en cierto candidato presidencial que ya fue presidente. Segundo; Los fujimoristas representados por Keiko Fujimori ya se manifestaron ante estos hechos y tendrán una plataforma para hacer campaña (el viejo cuento que ellos acabaron con el terrorismo y pacificaron el país). Tercero; Alan García quiere volver a ser presidente en 2016 y para ello le conviene que en 2011 el partido del “Chinito” se haga con el poder. A partir de esas tres premisas pueden empezar a hilvanar y sacar conclusiones.


Movimiento por la Amnistía…… ¿de terroristas?

El mentado “Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales” patrocinado por el abogado de Abimael Guzmán, Alfredo Crespo y dirigido desde la Base Naval, dice querer buscar la reconciliación política de los años de la guerra interna, así como plantear la elaboración de una nueva Constitución, revisar algunos contratos con grandes transnacionales y el cambio del modelo neoliberal.

Sin embargo, es el parecer del escritor – editor de este blog, que estas propuestas no son más que meras formalidades. Cuando lo que se busca es la liberación progresiva de los dirigentes y mandos senderistas en prisión. Esa es su finalidad, no otra. Si muchos creen que Sendero Luminoso puede actuar en la legalidad, que ha olvidado su vocación terrorista solo baste recordar que en el juicio televisado en 2005 puño en alto hacían vivas y arengas a su llamada “GUERRA POPULAR”.

Sendero no ha cambiado, tan solo ha replanteado su estrategia de lucha, y para ello usarán las armas legales para lograr sus fines. Y hasta el momento han dado grandes pasos.

Haciendo memoria
Un artículo sobre Sendero nunca está completo sin un breve recordatorio de lo que fue.

Para quienes no lo saben el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso surge cuando el histórico Partido Comunista del Perú, escinde a mediados de los 60 debido a las facciones surgidas en su interior. De este conflicto surgen el Partido Comunista del Perú – Unidad (tendencia soviética) y el Partido Comunista del Perú – Bandera Roja (tendencia China Maoísta). Dentro Bandera Roja surge la disputa que conlleva a otra división en 1967 en la que aparecen el Partido Comunista – Patria Roja y el Partido Comunista – Bandera. Bandera Roja vuelva a tener diferencias ideológicas, sobre todo en si la lucha armada debía o no realizarse en el Perú; es así como en 1970, un pequeño grupo, dirigido por el profesor de filosofía de la universidad San Cristóbal de Huamanga, Abimael Guzmán Reynoso, forma el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso.

La intención de Sendero siempre fue clara, sentar las bases para desarrollar la lucha armada desde las concepciones maoístas de la “Guerra Popular” o “Guerra Prolongada” desarrolladas por el líder chino Mao Tse Tung durante los años de la revolución china. Jamás estuvo dentro de sus postulados participar de la vida política regular, pues la despreciaban, mostrando repudio por las agrupaciones de izquierda que lo hacían tildándolas de “reaccionarias” o “revisionistas”.

En tal, Sendero siempre tuvo un carácter clandestino. Su acción se centró en el ámbito rural usando a sus militantes, mayormente profesores para crear sus núcleos dentro de su visión de la lucha armada que desatarían a partir de mayo de 1980.

Las fuerzas de seguridad del Estado no estaban preparadas para el tipo de conflicto que Sendero le planteaba al Perú de entonces, en cuyos manuales contra subversivos se tenía la idea de la guerrilla clásica, uniformada, con campamentos en las afueras de las ciudades, etc. En este caso, SL era un enemigo camuflado dentro de la población, que no daba la cara, que aparecía y desaparecía sin el menor aviso. Era el preludio para una constante violación a los derechos humanos por parte de ambos bandos: en el caso de los terroristas porque era su intención desangrar a la población que decían defender, y del Estado puesto que no se encontraba en la capacidad de entender la estrategia militar del enemigo (aprendizaje que llevaría tiempo) sumado a ello que las fuerzas policiales y militares entraron a las zonas afectados por la subversión no como fuerzas de amigas sino como ejércitos de ocupación, y bajo esa concepción actuaron como siempre lo han hecho este tipo de fuerzas: despotismo, violaciones, ultrajes, atropellos y matanzas.

El proyecto senderista nunca cuajó, ni siquiera en sus inicios en la sociedad peruana urbana, dado que el país salía de doce años de dictadura militar para en 1980 dar paso al gobierno civil y con ello una nueva era de estabilidad política. No se había creado una condición pre revolucionaria que pudiera siquiera hacer pensar que de crearse una insurrección podría contar con el apoyo civil requerido.

Caso contrario sucedió en el ámbito rural de la sierra central del Perú, donde la miseria, el hambre y el olvido por parte del Estado y la sociedad civil es tan añejo como la existencia del Perú mismo. Es aquí donde el discurso revanchista, inflamado cala teniendo mucha acogida en sus inicios, hecho que luego cambiaría cuando los pobladores de estas regiones se dieran cuenta del carácter despiadado y genocida de Sendero Luminoso, quitándole a Guzmán y compañía su base social por excelencia, el campesinado.

Pero siempre es necesario recordar que fue el Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso quien tomó la decisión de iniciar la Lucha Armada (este tema merece un post aparte)

Epílogo teñido de rojo

Este hace memoria se hace conveniente al saber que el nuevo “Movimiento por la Amnistía y Derechos Fundamentales” de Sendero Luminoso, se encuentra en la actualidad recolectando firmas para establecerse como un partido legal, cuyas miras son participar en los comisiones municipales y regionales (aunque estimo que también presidenciales).

Lo más notorio es que se sabe que han obtenido mil 500 rúbricas en uno de los distritos más azotados por el flagelo senderista: Villa el Salvador. Resulta impresionante y hasta deja con la boca abierta que en dicho distrito hayan obtenido tal cantidad de firmas.


Es de suponer estas mil 500 personas sean jóvenes desinformados, varados, de poca monta que poco o nada saben del pasado.

Este hecho valida aquél dicho “aquél país que de la historia está condenado a repetirla” y ya sabemos que el Perú es una nación de mente débil, de memoria defectuosa y de recuerdos vagos pero ¿será nuestro olvido tan grande como para permitir que Sendero Luminoso renazca después del abismo al que nos condujo?

Es una pregunta que depende de cada uno, en tanto la toma de conciencia y la acción conjunta de la sociedad civil en contra del olvido y la barbarie podrá responder.

P.D. Aquí les dejo un reportaje emitido por Panorama que trata sobre la salida de algunos condenados por terrorismo.




El Intelectual Grumoso

jueves, 27 de mayo de 2010

Comenzar de Cero

Cuando el ser humano dejó de andar de un lugar a otro, siempre errante, siempre cambiante, siempre indomable, los parámetros del conocimiento se revolucionaron. La civilización, las ciudades, las jerarquías reinantes y sus estratos condujeron a la inevitable desvinculación del hombre en su relación con la Naturaleza.

Con ello, las formas del pensamiento previas a la revolución neolítica quedaron de a pocos en el pasado, muy abstractas y extrañas para el nuevo modo de vida, producción y sociedad que surgía en las recién levantadas “ciudades”.

Alrededor de estos nuevos núcleos humanos de poder, producción y socialización surgió (dentro de las élites gobernantes) grupos de personas que se dedicaban a la comprensión de la realidad, del ser humano, de la naturaleza, e incluso del espacio; reflexionando sobre esto con la finalidad de dar una respuesta para aquello que les rodeaba.

Este proceso se dio antes y después de los antiguos griegos. Pero ¿por qué marco un antes y un después de ellos? Porque es a partir de allí que el pensamiento “mítico-mágico” deja de ser la razón única para explicar todo lo que concierne a la humanidad en general, dando paso al pensamiento filosófico que dio una interpretación “lógica” a la razón de ser de todo cuanto habita en la Tierra.

Este proceso se desarrollaría a lo largo de todo el mundo antiguo, teniendo un gran estanque en el milenio que duró el “Oscurantismo” que fue la Edad Media y patrocinado por la Iglesia Católica, abierta enemiga del progreso científico e intelectual de la humanidad en dicho período.

Fue a raíz del Renacimiento que comenzó una nueva época para el pensamiento humano, las artes; el conocimiento se hizo libre de restricciones, y es así como se empiezan a formar nuevos núcleos de personas que explicaban la realidad, los procesos sociales desde cierta perspectiva; pero hasta entonces todos estos provenían de los estratos altos de la sociedad de entonces.


En teoría, el intelectual es aquella persona que hace de su actividad la reflexión crítica de la realidad. Esto se encuentra vinculado con las artes, las letras, así como también proponer ideas, filosofar, contraponer principios contrarios para llegar a un resultado objetivo, entre muchas otras.

El devenir de los siglos, incluso la primera mitad del siglo XX, estuvieron dominados por una serie de intelectuales que hicieron vida pública proponiendo cambios en sus sociedades, sus entornos, en el mundo. Eran personas que no solo se encargaban de conocer la historia, los hechos del pasado, los personajes de los mismos, sino que planteaban soluciones, alternativas.

Veneno Inoculado

La sociedad de la información, el mundo posmoderno y la globalización harían pensar a cualquiera que el conocimiento estaría en las manos de todos, sin distinguir estatus sociales ni poder adquisitivo; y en cierto modo eso ha sucedido, pero (siempre debe haber un pero en este “MANIFIESTO BIZANTINO”) si bien la información y el conocimiento se han masificado como nunca antes, esta no es aprovechada como se debe. Esto, entre otros factores debilitó el accionar de los intelectuales en sus respectivas sociedades pues, ya no fungían como interpretes de la realidad, tampoco como pensadores.


La sociedad se vació, se quedó nula, pues no estaba preparada (ahora tampoco) para esa avalancha de información con que es bombardeada por los medios masivos (sobre todo internet, la gran autopista de la información) al no estar cultural ni mentalmente capacitada para segmentarla, procesarla y acoplarla. El proceso es veloz, es decir, que todo entra por la vista, se acumula en el cerebro, dando paso a más y más información sin que esta sea analizada pues no hay tiempo y tampoco es necesario si nos ponemos a ver la calidad de información que los medios habituales suelen comunicar.


La cultura actual es la que hemos heredado aquella generación nacida en los años 80. Una juventud bastante arisca al razonamiento del entorno que le rodea, bastante escapista respecto a los asuntos de su comunidad, de su sociedad, llenos de un mutismo cerebral que pocas veces se ha visto en los períodos de mayor bonanza y frivolidad (como la “Belle Epoque” europea de pos guerra) como si un aletargamiento hubiese estado incubándose desde hacía décadas, desde hacía siglos.

¿Por qué? porque…….

Pregunto ¿por qué sucede esto a la juventud actual?

La respuesta es simple: la sociedad consumista que es la consecuencia más frívola y perniciosa de la sociedad de la información y la globalización desde el punto de vista del mercado. La primera es un instrumento de la segunda para ampliar su radio de acción, la industria cultural que ha fomentado los moldes para una nueva comunidad, cuyos valores depende ahora más que nunca del que tiene más, de la necesidad de gasto en cosas innecesarias, lo que, sin duda, ha modificado el estilo de vida de las personas, sobre todo de los jóvenes que son siempre el público al que la sociedad de consumo pretende captar; con ello la manera de racionalizar y entender las cosas minimizando estos actos a meras conjeturaciones del momento, quitando todo el aspecto reflexivo que implicaba el simple acto de pensar respecto a…..


En una cultura como aquella, el intelectual, en el sentido estricto de la palabra, ha perdido cabida. En tal, no resulta extraño que hoy por hoy existan muchos escritores con mucho que escribir pero con poco que decir, con historias simples, de la vida cotidiana sin nada trascendental, meras historias de niños pijos con ciertos clímax en sus vidas. Pero pensadores de nuestra generación, NO LOS HAY.

Existe la vieja guardia de intelectuales, los más jóvenes surgidos en los años 80, uno que otro en los 90 y el resto de décadas anteriores, una vez conocidos por medio mundo, ahora relegados a los círculos académicos, de intelectualones modernos o a los ávidos espacios universitarios.

Sin embargo, hay una especie rara a la que no se le puede llamar “intelectual” pero que hace el esfuerzo, mantiene el feeling, posee la pose y hasta se introduce en los gustos de la vieja guardia; lo le llamo “el Intelectual Grumoso”.

El “Intelectual Grumoso”

El Intelectual Grumoso es un tipo como pocos, habitan entre la juventud del siglo XXI, su mente se expande por las redes del conocimiento, es un de los que ha sabido utilizar lo que la tecnología le ha puesto a la mano, un sujeto con un espíritu ávido de conocimiento, un pensador de los nuevos tiempos.

Este tipo de intelectual ha marcado una considerable distancia del “mainstream” del conocimiento para ir por sus propios cauces en busca del conocimiento real, conocer los hechos que han acaecido en su sociedad, aquello que la han marcado, así como en el mundo. De gustos alejados de la cultura pop se muestra un conocedor de esto y aquello. Un conversador habilidoso, un expositor interesante, un debatidor vehemente, concienzudo. Un loco perteneciente a la minoría de uno.


Tiene todos los requisitos previos para ser considerado un verdadero “intelectual”, salvo uno. La capacidad de proponer y crear algo más allá de la voluminosa crítica de esto y aquello.

El Intelectual Grumoso sufre de la enfermedad del siglo XXI: la desidia, la apatía, el escapismo; y son estos elementos los que nublan e impiden desarrollar la capacidad reflexiva de estas personas.

Solo basta montar conversaciones para darse cuenta que crítica mordaz y lúcida es lo que abunda, lo que reluce, lo que impresiona y le hacen a uno sentirse como en aquellas tertulias de antaño donde la crema y nata de pensadores, artistas y literatos se reunían para tomar, conversar, debatir, polemizar.

Pero la desazón es grande cuando la capacidad de propuesta, soluciones, alternativas se esfuman, o mejor dicho no hacen su aparición rampante.

Dentro de los intelectuales grumosos se pueden diferenciar dos tipos:

El Consciente, aquél que posee conciencia social, la actitud crítica y la dialéctica de entender y racionalizar los problemas, los hechos, las implicancias de lo que sucede y sin embargo deja sus ideas para los relatos, para los manuscritos y nada más, incapaz de hacerlas realidad o plasmarlas en acciones concretas; El Escapista, aquél que tiene el conocimiento, el que señala, el que critica sin plantear nada, el que vive su mundo sumergido en lecturas, concentrado en saber más y más sin tener cuando o para qué usar dicho conocimiento.

¿Sin futuro?

Desde mi punto de vista, la generación actual, a la que el redactor de este post pertenece, no está en la capacidad de montar un cambio pues ha perdido la facultad para proponerlo. A lo mejor se puede esbozar un panorama más alentador, pero la enfermedad que padecemos nos condena, se hace crónica, deviene de fuerzas que saben como mantenernos aletargados, siempre bostezando; una pandemia no social, peor aún, GENERACIONAL.


Obviamente que dentro de este grupo, quien escribe es un “Intelectual Grumoso”

Próximos Lanzamientos Bizantinezcos

martes, 25 de mayo de 2010

Estos son los próximos post a lanzarse:

1. El “Intelectual Grumoso”
2. Panegírico: ¿Racista o Segregacionista?
3. Editorial “Magitellus Infernal Zine II”
4. La trilogía de “Mafia”, con el primer lanzamiento de “Historia de la Mafia”, el segundo con “La Camorra Napolitana” y el último “Saviano y Gomorra”

Bancarrota rota

Resurgir de la "nada"

Saludos testosteroestrogenoicos,

Después de mucho tiempo (no ha pasado si no, exactamente un mes, pero siento que ha sido mucho más) que me vuelvo a conectar con este espacio y con ese pequeño círculo que son mis lectores asiduos.

Es bueno poder llegar del laburo, dejar toda la mala vibra de un trabajo estupidizador, las dolencias de los huesos que ahora más que nunca se hacen presentes para sentarme frente a mi ordenador sabiendo que quiero hacer algo, que quiero escribir, pero no lo quiero hacer ya en una tonta red social. Ya no. Hoy anhelo como nunca teclear unas líneas para este espacio.

Para los que me conocen en persona saben que suelo tener mis bajones emocionales, para los que me leen desde hace algún tiempo se habrán dado cuenta que soy un tipo que tiendo a alejarme por algún golpe a las emociones. Eso ha sucedido, otra vez. Sin embargo, debo decir, con mucho entusiasmo que ese alejamiento ha sido cortísimo en comparación al anterior.

Pero aquí estoy, con nuevas ideas, nuevas ánimos de escribir lo que me venga en gana, con el habitual hígado y sorna que caracteriza a “Manifiesto Bizantino”, no es nadar contra la corriente porque no optamos por ninguna corriente, simplemente estamos más allá de eso. Estamos en los extremos, somos radicales pensamiento y de acto.

Honestamente, hace un mes que no abro la web que contiene este blog, y veo con mucha alegría que hay un seguidor más. De antemano agradezco a esa persona y espero darle buenas lecturas, algunos colerones y otras tantas risas cachosonas (risas)
Me he percatado que ya necesito cambiar del blog, esta es una idea que la vengo elaborando hace ya un “tiempito” pero es momento de hacerla realidad, no es posible que no haya modificado dicho elemento a más de dos años.

Aprovecho estas líneas para reafirmarme en mi creencia de que los blogs no son juego y deben mantener una cierta periodicidad. Sigo viendo muchos espacios que aparecen, todos muy bien presentados, con una pompa sin igual pero al cabo de un tiempo pierden la continuidad sin más ni más. SER BLOGGER NO ES UN PASATIEMPO PARA NIÑATOS, ES UNA CONVICCION.

A todos aquellos que ven de este modo y para aquellos que solo son simples ecos de los medios masivos sin dar algo adicional les digo desde lo más profundo de mi corazón FUCK OFF AND DIE!!!


Manifiesto Bizantino stills alive

ETERNAL HAILZ!!!!


Acerca del Caudillismo en el Perú

domingo, 25 de abril de 2010

No hace mucho, revisando algunos diarios de lectura común me topé con un artículo que hablaba sobre el caudillismo, si, ese mal consecuencia de la crisis política que viene sufriendo el país desde décadas.

Sin embargo, haciendo un pequeño “flashback” al pasado republicano me doy con la “Oh, sorpresa” que este no es un problema reciente, sino es una “tara” (por decirlo de alguna manera) que se arrastra desde hace más de un siglo.

No es mi intención hacer un recuento histórico pero si mencionar a grandes rasgos algunos precedentes.

La Primera Ola: Viejos caudillos

Cuando el Primer Militarismo hacía lo que quería con el Estado como una granja, existía la figura del “caudillo militar” basado en la valentía en el campo de batalla, con un ejército personal que le vitoreaba cual conquistador milenario sin tener sus “seguidores” la más mínima idea si este personajillo contaba con algún plan económico, político o social. Ese era el Perú en la primera mitad y parte de la segunda del siglo XIX.

Con llegada del civilismo al poder, parecía que esta tradición atrofiante llegaría a su fin. Y es cierto, casi se logra hasta que estalló la guerra con Chile (1879) la misma que demostró lo frágil que era el Perú como nación, como Estado, como proyecto de desarrollo y democracia. Solo baste recordar aquella vieja anécdota en que un oficial chileno pregunta a sus soldados “¿por quién peleas, soldado?” a lo que estos respondían “Por Chile”. Cuando llega este al sector de los prisioneros peruanos formula la misma pregunta “¿Por quién pelea, soldado?” a lo que el peruano contesta “Por el general Miguel Iglesias” el oficial decide preguntar a otro soldado nacional y contesta “Yo peleo por el Taita Cáceres”. ESO ERA EL PERU (y sigue siendo)

Después de la guerra se erigió como gran héroe el dictador Nicolás de Piérola y este fue el primer caudillo civil del Perú, en base a él, a su figura se forjo un partido nacional el cual se mantuvo fuerte y vigente mientras su líder vivía. Una llegada la muerte del ex dictador, su agrupación ingresó a un periodo de franca decadencia, el mismo que terminó por eliminarlo del ruedo político.


Luego de Piérola se puede distinguir, claramente, la figura de dos caudillos que marcaron las décadas del 20 y 30 del siglo pasado. Me refiero a Augusto B. Leguía, quien gobernó de manera autoritaria la nación por once años y Luis M. Sánchez Cerro quien gobernaría por tres años hasta su asesinato en 1933, Bajo su figura se formaría la “Unión Revolucionaria” la misma que tras el magnicidio se disolvería al poco tiempo.


Otro caudillo sería el dictador Manuel A. Odría quien, con políticas se hizo con el poder durante ocho largos años, apoyado por un aparato represor eficaz a la hora de silenciar a posibles, potenciales y abiertos opositores al régimen. Creo el UNO (Unión Nacional Odriista) nada menos ególatra y reflejo vivo de la imagen que este militar tenía de si mismo) Sin embargo, este partido duro un poco más de una década en actividad hasta que la muerte de su líder y único cuadro de trascendencia falleciera. Como es de imaginarse, el destino de esta agrupación fue el mismo.


La segunda Ola: Caudillos “Demócratas”

El lector intuitivo podrá notar que la “Primera Ola” de caudillos han tenido una tradición autoritaria, acuartelada y dictatorial.

La “segunda ola” a la que llamo la de los “Caudillos Demócratas” tiene en sus bases a civiles que llegaron al poder o formaron parte de partidos de masas con una base ideológica cohesionada en su interpretación de la realidad nacional.

El primero de estos caudillos demócratas no es otro que el ya fallecido ex presidente Fernando Belaúnde Terry, quien gobernaría el Perú en dos ocasiones (1963-1968 y 1980-1985)

La historia parecía darle a su partido, Acción Popular, las bases para ser una organización de largo aliento, sustentada en cuadros de importancia capaces de tomar las riendas de la conducción partidaria en caso el líder y fundador no se encontrara.

Sin embargo, para los años 90 AP era una organización subyugada, había perdido llegada tras la derrota en su alianza con el Partido Popular Cristiano y el Movimiento Libertad en las elecciones presidenciales de 1990. Para cuando el Fujimorato había caído, AP se encontraba en franca decadencia que se acentuó más con la muerte del ex presidente Belaúnde. Su sucesor Valentín Paniagua le daría un breve auge hasta que la muerte tocaría otra vez a la puerta.

Es a partir de este momento que dicha organización entra en un período de decadencia dirigencial al no contar con cuadros cohesionados bajo un solo liderazgo, lo que ha conducido a luchas internas entre tres facciones muy marcadas: aquella liderada por el popular “Vitocho”, otra por Johny Lescano y otra por la autodenominada y nada santa Rosario Sasieta.

A pesar de ello, salga quien salga victorioso. AP parece estar llegando a lo que podríamos calificar como su último aliento, pues ninguno de los tres personajes tiene la estirpe política, ni la llegada para convocar ni unificar a un partido de masas. Simple como eso.

El segundo personaje es la antigua lideresa absoluta de la alianza de partidos conservadores de derecha “Unidad Nacional” y hoy presidenta indiscutible del aún conservado Partido Popular Cristiano (PPC) Lourdes Flores Nano.

Flores Nano se hizo de un nombre al ser congresista durante toda la década del 90 del siglo pasado. Se ganó fama de haber puesto seria oposición y crítica abierta al régimen autoritario de Alberto Fujimori.

Ese imaginario le valió para consagrarse como heredera política del fundador del PPC Luis Bedoya Reyes, herencia que le permitió lanzarse en dos oportunidades, ambas fallidas, como candidata a las elecciones presidenciales del 2001 y 2006, en todas pasando a la segunda vuelta…pero hasta allí nomás.

Hoy por hoy, resulta un tanto difícil ver el futuro del PPC sin Lourdes Flores a la cabeza. Y es que uno se pone a buscar dentro de sus cuadros, “dirigentes”, la sorpresa es grande cuando se nota que salvo ella, no hay otra figura que, siquiera, tenga las aptitudes de continuar el legado de Bedoya Reyes y Flores Nano.

En tal sentido, se puede decir que la amplia figura de Lourdes indirecta (o quizás no) ha opacado y ha dejado sin espacio a una evolución política al resto de dirigentes de dicho partido.

Esto no hace más que recordar la vieja historia de otras tantas agrupaciones que tras el alejamiento, separación o muerte del líder o fundador no se pudieron mantener en pie, debido a la incapacidad de estas para poder cohesionarse y afianzarse en un interés político común, unión que si garantizaba la dirigencia carismática del máximo dirigente.

El tercer caudillo demócrata no es otro que el actual presidente Alan García Pérez cuyo estilo personalista y lleno de artimañas no solo para manejar el Estado, sino y sobre todo para dirigir su partido le valen, a mi juicio ese título.

Cuando el líder histórico del APRA, Víctor Raúl Haya De La Torres fallece en 1979 el APRA era (y sigue siendo) el partido mejor organizado del Perú, con cuadros formados desde la juventud, con una amalgama de dirigentes “históricos” y nuevos rostros como Alan García, Jorge Del Castillo, Agustín Mantilla o Luis Alva Castro que hacía a uno pensar que en el partido de la estrella de todo menos caudillos ni señores feudales.

Esta tendencia se mantendría indisoluble hasta la llegada de García a la presidencia en 1985. Fue allí cuando empieza a desarrollar su manera personalista y egocéntrica de dirigir a su partido, para ellos colocando a futuros rivales políticos en cargos de sumo riesgo, en cuyos errores se jugaban su destino político.

De tal manera, para cuando hubo finalizado su gobierno, la segunda figura más importante, como era Luis Alva Castro, fue aminorado entre las artimañas tejidas por García desde Palacio de Gobierno. El sabía que debilitando a sus rivales directos fortalecía su figura y con ella la del APRA, pero un APRA imposible de desligar de su nombre.

Tras su exilio y su vuelta el Perú en 2001 esta tendencia fue en ascenso, de tal manera que en la actualidad, figuras como Jorge Del Castillo o Mercedes Cabanillas resultan siendo piezas menores y de poca llegada con la población a pesar que tiene una base ideológica bien estructurada.

En el contexto actual, García entiende a la perfección que salvo él, ningún otro aprista puede ser presidente. Por eso, resulta un tanto risible ver a los “dirigentes” apristas como Nidia Vilchez, Mauricio Mulder y Jorge Del Castillo pelearse como locos por ser elegidos candidatos a las elecciones generales, cuando está claro que ninguno de ellos sucederá al popular “Caballo Loco” en el “Sillón de Pizarro”.

Alan sabe eso, y sabe de sobra que quien llegue a la candidatura va a salir trasquilado políticamente (un rival menos) y eso le dará un gran potencial para postular una vez más, intentar otra vez, darle una nueva empujadita a sus sueños megalómanos de ser presidente por tercera vez en el 2016. Nuestro querido presidente tiene esa fecha en mente. NO LO DUDEN.

Tercera Ola: Caudillos Populistas o “Outsiders”

La tercera ola de caudillos es una consecuencia de varios fenómenos, entre ellos cabe resaltar a los dos más importantes: la aparición del terrorismo a manos del Partido Comunista del Perú-Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) y el proceso de inflación y crisis económica que aquejó a la nació desde principios de la década de los 80 y que se acentuaría a partir de 1987 con la estatización de la Banca.

Estos factores provocaron el descrédito no solo del gobierno, sino de la clase política en general que se vio totalmente obsoleta para buscar soluciones a ambos problemas, mostrando una burocratización excesiva en todos sus procesos, lo que condujo a un distanciamiento entre los políticos y la población.

En ese clima apareció el Movimiento Libertad liderado por el escritor Mario Vargas Llosa quien planteaba propuestas de carácter neo liberal (tener en cuenta que el Perú fue uno de los último países de la región en adoptar este modelo de desarrollo pregonado por los Estado Unidos desde 1980) las mismas que garantizaban acabar con el sistema populista, la hiper inflación y la re inserción del Perú en la comunidad internacional tras la “banca rota”.

Pero Vargas Llosa no ganó.Quien se le adelantó en astucia y “criollada” fue un mediocre profesor de número de la Universidad Agraria La Molino, un chinito descendiente de japoneses sin plan de gobierno, sin un horizonte ideológico, es decir un tipo totalmente improvisado. Pero eso si, ducho en el arte de engatusar. Me refiero a Alberto Fujimori Fujimori.

Cuando este desconocido llegó a la presidencia, el equipo de tecnócratas de Vargas Llosa abandona al escritor para sumarse a las filas del fujimorismo sabiendo que en el plano ideológico y económico sería fácil de manejar. Y acertaron.

Lo que sigue es historia conocida, pero baste decir que en torno a la figura de Fujimori, sus supuestos logros, su capacidad de mando se crearon mitos de hombre infalible, imprescindible, formando un caudillo sin ninguna base ni propuesta, cuya mejor arma eran la manera de exaltar a la gente y generar empatía. Es así como se origina este tipo de caudillo.

En tal sentido, partidos como Cambio 90 o Si Cumple, que se han constituido en base a la figura sacrosanta de Fujimori, están destinados a perecer con la claudicación, alejamiento o muerte del líder ya que no plantean otra plataforma de luchar que no sea relacionada con la libertad de su único líder (hoy entre reja) y porque durante sus años de mandato se concentraron en hacer de sus “dirigentes” meros ecos de pensamiento atrofiado, útiles, únicamente, para endiosar la figura de ese “chinito”

Caudillos Pos Fujimori

No se confunda, lo que viene a continuación podría parecer una cuarta ola, pero no, es la continuación de la misma con caracteres menos despóticos pero igual de escasos de bases y propuestas concretas. Estas son las figuras políticas de la actualidad, herederas directas de la manera de hacer política que Fujimori inauguró.

Con estos personajes seré breve.

Luis Castañeda Lossio, aprendiz de político, alcalde de Lima, gran “Cutrero”, cuenta con un caudal político basado en las obras hechas en su gestión edil, hechos palpables pero nada profundos que pueda generar debate respecto a ciertos tópicos fundamentales de la sociedad peruana.

Es un hombre coyuntural, no posee capacidad reflexiva. En tanto que su partido es una oficina llena de asesores de imagen que no trabajan para fortalecer a su agrupación “Solidaridad Nacional” sino para mejorar y enaltecer la figura pequeña de Castañeda Lossio. En el fondo, es un político de poca monta.


El líder del Partido Nacionalista, Ollanta Humala, es aborrecida por medio Perú y es cierto que hay razones de sobra para hacerlo por su perorata barata y su afán casi paranoico de jugar a ser la eterna víctima de los “malosos” neo liberales.

Recordemos que en la campaña electoral de 2006 su discurso se baso en defensa contra las críticas y discursos que solo llamaban a exasperar los ánimos de aquellas poblaciones en las el Estado ni la sociedad en su conjunto muestran interés alguno. Quitando eso, el discurso carece de idea, y mucho menos de presuntas soluciones.

Sumado a ello, sus representantes parecen ser lobistas de los intereses de Ollanta, defensores del mismo, funcionan a una escala un poco más burocratizada que el área de imagen de Castañeda Lossio (o sea, Solidaridad Nacional)


Como Castañeda, Alex Kouri, actual presidente regional del Callao, es otro caudillo que se escuda en las supuestas obras realizadas en el Callao para mantenerse vivo en el imaginario chalaco y ahora limeño pues sabe que a nivel programático e ideológico no llenaría ni un salón para 50 persona, y creo que me quedo corto.

Heredero directo de las artimañas del régimen fujimorista del cual ha sido miembro asolapado, sabe que su mejor carta es mostrarse como un hombre capaz e imprescindible.

Su movimiento, el cual ni siquiera merece ser mencionado sirve como “Área de Propaganda” Kouriista, donde los dirigentes son mensajeros a sueldo, escasos de convicciones pero con un tremendo amor por la “mermelada”


Por último cabe señalar a la hija del ex presidente Alberto Fujimori, Keiko Fujimori, quien no es necesariamente una política, pero cuanta con un carisma que su padre jamás tuvo ni tendrá (no le quitemos méritos tampoco, aunque caiga bastante pesada)

Como su padre, carente de ideas y propuestas se aferra a la consigna de rescatar todos los logros que el gobierno de su padre “logro”, así como conseguir la liberación del mismo. Fuera de eso, nadie, al menos que yo sepa, le ha escuchado pronunciarse respectos a temas de fondo.


Ideario antipopulista

Pero ¿por qué sucede este fenómeno tan recurrente en el Perú?

Desde mi punto de vista esto se debe a la eterna fragilidad que la sociedad y como reflejo la política ha sufrido desde los inicios de la República.

La falta de un proyecto país, la fragmentación social, el distanciamiento abismal entre diversos sectores sociales, los complejos propios de la sociedad republicana, el centralismo han facilitado el aislamiento de un sector favorecido respecto al resto del país. Factor que fue evolucionando conforme transcurrió el siglo XX y sobre todo tras caída del gobierno de las Fuerzas Armadas (1968-1980) que modificó todo en los usos sociales, regeneró los sectores sociales dando un paso importante en la ruptura de las amplias brechas sociales. Del mismo modo, las viejas mañas de hacer política.

Y este panorama es y será un caldo de cultivo para aquellos personajes como los descritos anteriormente, sobre todos los actuales que basan su “poder” en su capacidad de encabritar a las masas, mostrar una lista enorme de obras o hacer alarde de los logros de otros ex gobernantes, herederos, continuadores de dicho legado, cuando en sustancia son huérfanos políticos.

La sociedad civil, con la dejadez en que ha caído ha permitido que personajes como estos surjan. Producto del descontento y las ansias (no explícitas) de ser representados y sentirse parte de algo, buscan desesperadamente una fuga para esa frustración nacional en la que hemos caído. Y esto, como expone Alberto Adrianzén se ve claramente en las elecciones presidenciales, el simple hecho de votar.

“Por eso las elecciones presidenciales pueden convertirse o se convierten, en estos tiempos de fragilidad y baja institucionalidad políticas, en un “momento de ruptura”. Y eso tiene lugar cuando ese momento se convierte a la vez en uno de construcción de un pueblo o “momento populista”, en el que se constituyen al mismo tiempo un líder, un sujeto con una identidad política y un adversario”.


En tal sentido y como afirma Adrianzen, el caudillo moderno “no es un fenómeno político “sorpresa” como muchos lo califican, con candidatos “outsiders” y antisistema, sino que es más bien una lógica de la propia política” y añade que “son las condiciones (políticas, institucionales y estructurales) las que permiten la emergencia de esa lógica política. En realidad, mientras esas condiciones no se modifiquen la política tendrá un alto componente “populista” (o caudillista)”.

Yo no lo habría podido explicar mejor.


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